Un curso acelerado para resistir presiones
La Comisi¨®n Europea forma a su personal para tratar con los grupos de influencia
El arsenal empleado en Bruselas para intentar condicionar las normas que all¨ª se elaboran es tan ingente que las autoridades comunitarias han decidido protegerse. Una formaci¨®n ¨¦tica, que incluye normas espec¨ªficas para tratar con los lobbistas, es obligatoria para todo el personal nuevo que se incorpore a la Comisi¨®n Europea, seg¨²n explica un portavoz. Esas herramientas tambi¨¦n est¨¢n disponibles para los funcionarios m¨¢s antiguos que quieran pertrecharse contra el creciente poder de los lobbies.
Aunque la influencia que ejercen los grupos interesados en cualquier legislaci¨®n que se tramite ya era habitual en Bruselas, el paquete de protecci¨®n de datos ha revolucionado estas pr¨¢cticas. ¡°Antes, en Bruselas exist¨ªa la confianza de que todo el mundo era quien dec¨ªa ser. Ahora todo se ha contaminado, con muchas voces que multiplican el mensaje de los gigantes de Internet, normalmente fingiendo ser solo peque?as empresas¡±, explica Joe McNamee, director de European Digital Rights, una organizaci¨®n que vela por los derechos del consumidor en la Red.
Esos usos, casi intimidatorios, tienen una tradici¨®n mucho m¨¢s larga en Estados Unidos, donde existe un registro obligatorio de lobbistas para fomentar la transparencia. Tambi¨¦n Europa ha creado el suyo, aunque de car¨¢cter voluntario, con unas 28.000 personas que ejercen esta labor en casi 6.000 organizaciones, seg¨²n estimaciones de la Comisi¨®n Europea.
¡°La Comisi¨®n est¨¢ enga?ando con los datos que ofrece. En Estados Unidos los lobbies cumplen con las normas. En Europa, en cambio, solo est¨¢n las empresas que desean dar una imagen de transparencia. Y ha habido casos en los que los datos que proporcionaban no coincid¨ªan con los de la Hacienda belga¡±, alega Koen Roovers, coordinador de Alter-EU, coalici¨®n compuesta por dos centenares de organizaciones dedicadas a asuntos p¨²blicos.
Con la experiencia en este tipo de influencias ¡ªy las buenas conexiones de los estadounidenses con Reino Unido y otros pa¨ªses miembros¡ª, el conocimiento que tiene el Ejecutivo de EE UU de las negociaciones europeas es m¨¢s que minucioso. ¡°Estados Unidos es un Estado miembro m¨¢s de la Uni¨®n Europea¡±, bromean fuentes comunitarias para subrayar el sospechoso seguimiento que hace la Administraci¨®n norteamericana de muchos dossiers.
Antes de la protecci¨®n de datos, ya existieron otros proyectos con intensas campa?as para influir. El proyecto Reach, de regulaci¨®n de sustancias qu¨ªmicas, el etiquetado de los nutrientes en la comida o la directiva sobre el tabaco, aprobada este mismo a?o, son algunos ejemplos.
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