?Se debe pedir al papa Francisco que sea lo que no es?
Los progresistas, que esperaban m¨¢s de sus gestos innovadores, reciben con decepci¨®n el mensaje del pont¨ªfice contra la legalizaci¨®n del consumo de drogas
Existe un peligro frente a la apreciaci¨®n popular acerca del papa Francisco: que se le pida ser lo que ¨¦l no es. Ha habido una cierta idolatrizaci¨®n de su persona debido a sus gestos de despojarse de s¨ªmbolos e insignias del poder, y de hacer suya la causa de los m¨¢s pobres y olvidados, algo que puede ser hasta normal por la novedad que entra?a en un sucesor de Pedro.
Es cierto, sin embargo, como escribe Clovis Rossi, uno de los m¨¢s l¨²cidos analistas pol¨ªtico-sociales de Brasil, que hasta ahora Francisco ¡°no ha ofrecido sustancia¡±. Seg¨²n ¨¦l proclamar que la Iglesia debe estar con los pobres es ya antiguo en las predicaciones de la Iglesia.
Hay sin embargo una frase de Francisco al inicio de su pontificado que quiz¨¢s s¨ª sea sustancia: cuando dijo en su primer encuentro con los periodistas en Roma que le gustar¨ªa no s¨®lo una Iglesia ¡°de los pobres¡± ¡ªalgo que en teor¨ªa siempre existi¨®¡ª sino tambi¨¦n una ¡°Iglesia pobre¡±, algo que cada vez existe menos.
Claro que Francisco, al mando de la nave de Pedro, tiene ahora en sus manos el poder de hacer ese su deseo realidad, es decir, ¡°sustancia¡±.
No ser¨¢ esta la ¨²nica vez que Francisco desilusione al ¡°mundo progresista¡± de fuera y dentro de la Iglesia. Lo har¨¢ tambi¨¦n cuando aborde temas de moral sexual
?l ha empezado a hacerlo personalmente, tambi¨¦n en su viaje aqu¨ª en Brasil. Exigi¨® austeridad a su alrededor: rechaz¨® coches de lujo, dormitorios especiales y hasta al chef de cocina del hotel m¨¢s famoso de R¨ªo, el Copacabana Palace, y prefiri¨® que le cocinasen unas monjas.
Sin embargo, su ejemplo no basta para quien tiene el poder de exigirlo a los que trabajan en la Iglesia y para la Iglesia. Habr¨¢ que esperar nuevas decisiones suyas al respecto.
El otro gran peligro, adem¨¢s de una idolatrizaci¨®n por la novedad de sus gestos innovadores, es el exigirle ser lo que ¨¦l no es. Hasta ahora, en efecto, se ha hablado m¨¢s de lo que Francisco es que de lo que no es.
Parece claro que es un papa que privilegia la sencillez de vida por encima de la pompa; que prefiere el contacto con la gente a los pol¨ªticos y poderosos, algo que contradice la conducta de muchos de sus antecesores, que prefer¨ªan en los viajes, por ejemplo, un contacto ostentoso hasta con famosos dictadores de izquierdas o de derechas.
Es contrario al aborto pero no por razones religiosas, sino cient¨ªficas, seg¨²n las cuales los embriones tienen vida?
Aqu¨ª en Brasil, durante los minutos en que convers¨® con la presidenta Dilma Rousseff, esta le pregunt¨® si le gustar¨ªa encontrar a ¡°alguna personalidad brasile?a que no conoc¨ªa¡±. Y Francisco les respondi¨®: ¡°S¨ª, a Dios¡±.
Rechaz¨® la petici¨®n del Gobierno de convertir este viaje a Brasil en un viaje de Estado. Y as¨ª no tuvo que ir a Brasilia, centro del poder pol¨ªtico.
Ha prometido renovar no s¨®lo la Curia romana, centro de las intrigas de poder religioso y financiero, sino tambi¨¦n el papado. Habr¨¢ que ver si es capaz de cumplirlo. Y parece que tiene intenci¨®n de rehabilitar a los 500 te¨®logos de la Iglesia condenados al silencio por la ortodoxia de la poderosa Congregaci¨®n de la Fe, heredera directa de la Inquisici¨®n. Como dice Rossi, eso s¨ª ser¨ªa ¡°sustancia¡±.
Hasta aqu¨ª lo que Francisco parece ser. ?Y lo que no es? Ha empezado a quedar claro ayer en R¨ªo, cuando frente a un grupo de j¨®venes que se est¨¢n recuperando del infierno de la droga en el hospital de San Francisco de As¨ª, decepcion¨® a la mayor¨ªa de los intelectuales y pol¨ªticos progresistas no s¨®lo de Brasil sino de toda Am¨¦rica Latina con su no rotundo a la liberalizaci¨®n de las drogas, que seg¨²n ¨¦l no resolver¨ªa el problema de lo que llam¨® los ¡°mercaderes de la muerte¡±, refiri¨¦ndose a la violencia del tr¨¢fico de drogas.
El lenguaje y la sem¨¢ntica pasan por una crisis profunda tanto en el campo pol¨ªtico como religioso. Los clich¨¦s 'progresista' y 'conservador' hoy dicen ya muy poco
Ayer, de alg¨²n modo, el mundo llamado progresista qued¨® confundido y desilusionado. ?No es entonces Francisco el papa moderno que se dec¨ªa?, parec¨ªan preguntarse todos los que, con unas motivaciones u otras defienden que no sea castigado el consumo de drogas, cuya venta, sostienen, deber¨ªa ser permitida como las bebidas alcoh¨®licas.
Y no ser¨¢ esta la ¨²nica vez que Francisco va a desilusionar al llamado ¡°mundo progresista¡± de fuera y dentro de la Iglesia. Porque el papa, del que se escribi¨® ayer jocosamente que ha hecho aqu¨ª su primer milagro (¡°Hacer que los brasile?os amen a un argentino¡±), va a desilusionar cuando aborde temas de ¨¦tica sexual.
Por ejemplo, Francisco est¨¢ en contra del aborto, no por motivos religiosos, dice, sino porque la ciencia afirma que los embriones tienen vida propia. Y escribe: "El derecho a la vida es el primero de los derechos humanos. Abortar es matar a quien no puede defenderse" (Sobre el Cielo y la Tierra, p¨¢gina 105).
Est¨¢ en contra del matrimonio religioso de las personas del mismo sexo y de que adopten ni?os. En un manual de bio¨¦tica entregado al mill¨®n de j¨®venes peregrinos en R¨ªo se llega a dudar de la "salud mental" de los ni?os de padres homosexuales.
Francisco no es un progresista en ¨¦tica sexual (se opone a los matrimonios homosexuales) o en feminismo (est¨¢ en contra de que la mujer pueda acceder al sacerdocio)
Est¨¢ en contra Francisco de que la mujer pueda acceder al sacerdocio porque ello supondr¨ªa crear una Iglesia ¡°machista¡±, ya que seg¨²n ¨¦l ¡°la tradici¨®n fundamental teol¨®gica es que lo sacerdotal pase por el var¨®n¡±. Por tanto, cuesti¨®n zanjada en su pontificado.
Eso es lo que Francisco no es: un progresista en ¨¦tica sexual o en feminismo.
?Entonces todo el ruido de que se trata de un papa de ruptura, que podr¨ªa revolucionar los fundamentos mismos de la Iglesia apelando a la tradici¨®n del cristianismo primitivo, carece de fundamento?
No. Hoy el lenguaje y la sem¨¢ntica pasan por una crisis profunda tanto en el campo pol¨ªtico como religioso. Si ya significan poco los conceptos de izquierdas y derechas aplicados a la pol¨ªtica y a la econom¨ªa, tambi¨¦n en lo religioso los clich¨¦s de progresista y conservador dicen poco.
A Francisco hay que interpretarlo con los ojos y los o¨ªdos puestos m¨¢s en las par¨¢bolas del Evangelio que en los textos eruditos de Agust¨ªn o Tom¨¢s de Aquino
?C¨®mo se califica al papa Juan XXIII, que lanz¨® la revoluci¨®n del Concilio Vaticano II? A 50 a?os de distancia pasa a¨²n hoy por ser uno de los sucesores de Pedro m¨¢s abiertos y audaces. Sin embargo, tambi¨¦n el Papa Bueno era en el campo de la ¨¦tica sexual tan tradicional o m¨¢s que Francisco. Qui¨¦n lee hoy su Diario del alma, se quedar¨¢ sorprendido de ver en ¨¦l la biograf¨ªa espiritual de un papa simplemente piadoso, aferrado a la tradici¨®n incluso devocional, que piensa como un buen ¡°p¨¢rroco de pueblo¡±. Justamente de lo que Francisco ha sido criticado aqu¨ª por sus primeros discursos, de los que se ha escrito que no han sido ni m¨¢s ni menos que los que podr¨ªa haber pronunciado un ¡°simple sacerdote de parroquia de suburbio¡±.
A Francisco hay que interpretarlo, en sus gestos y palabras, con los ojos y los o¨ªdos puestos m¨¢s en las par¨¢bolas del Evangelio que en los textos eruditos de Agust¨ªn o Tom¨¢s de Aquino. Hay que analizar su conducta con la que tuvo el que abri¨® los caminos del futuro cristianismo, el profeta Jes¨²s.
Ayer, ante los j¨®venes que luchan para salir de la esclavitud de la adicci¨®n a las drogas, les record¨® la par¨¢bola del Samaritano. Y coment¨¢ndola record¨®, como un pu?etazo a la sociedad de los acomodados, que al igual que el religioso jud¨ªo (levita) ante el herido en la calle pas¨® de lado y este fue socorrido s¨®lo por un samaritano no creyente, tambi¨¦n hoy tanta gente pasa al lado de los excluidos y necesitados y dice ¡°yo no tengo nada que ver con eso¡±. Esa frase la pronunci¨® con fuerza Francisco levantando la vista y mirando fijo a la gente.
Recordaba la respuesta de Ca¨ªn: ¡°?Qu¨¦ tengo yo que ver con mi hermano?¡±.
En cuatro meses de pontificado Bergoglio ha hecho ya m¨¢s ruido que algunos papas durante todo su papado
Ha llegado a escandalizar a algunos te¨®logos conservadores de la Curia la afirmaci¨®n de Francisco de que tambi¨¦n los ateos pueden salvarse ¡°si hacen algo por los dem¨¢s¡±.
Podr¨ªa parecer una simpleza. No, en la Iglesia, una afirmaci¨®n semejante en otros tiempos hubiese sido suficiente para deponer al papa de su cargo por ¡°hereje¡±. La doctrina oficial afirma que s¨®lo salva la gracia de Cristo, por lo tanto no existe salvaci¨®n para los ateos, o como reza el viejo catecismo ¡°fuera de la Iglesia no existe salvaci¨®n".
El futuro dir¨¢ si Francisco, que en cuatro meses de pontificado ha hecho ya m¨¢s ruido que algunos papas durante todo el suyo, es m¨¢s importante por lo que es que por lo que no es y que algunos se empe?an en que sea.
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