La arriesgada afirmaci¨®n del Papa sobre Jes¨²s a los j¨®venes en Copacabana
En un discurso en Copacabana, Francisco hace una distinci¨®n entre Jes¨²s y Dios, su afirmaci¨®n podr¨ªa ser criticada por te¨®logos
M¨¢s de un mill¨®n de j¨®venes aguantaron firmes el viento polar y la lluvia en la m¨ªtica playa de Copacabana para ver al papa Francisco hablar. Despu¨¦s de haberse presentado una vez m¨¢s como ¡°obispo¡± y no como ¡°Papa¡±, Francisco pronunci¨® ayer en su discurso unas palabras sobre Jes¨²s que los te¨®logos podr¨ªan encontrar arriesgadas.
El sucesor de Ratzinger cit¨® un evangelio, ya que los prefiere sobre los documentos, las enc¨ªclicas, o los tratados teol¨®gicos. Esta vez escogi¨® el de Lucas. A Francisco le gusta este evangelio porque pone de relieve la compasi¨®n de Jes¨²s con los enfermos y despreciados, un tema presente en su pontificado.
En aquel pasaje de Lucas, Dios dice: ¡°Este es mi hijo, el elegido. Escuchadlo¡± (Lc.9, 35) Dirigi¨¦ndose a los j¨®venes, Francisco dijo: ¡°Jes¨²s nos trae a Dios y nos lleva a Dios¡±, adem¨¢s les pidi¨® que coloquen a Jes¨²s en sus vidas y as¨ª tendr¨¢n a ¡°Un amigo en qui¨¦n confiar¡±.
Francisco parece haber hecho una distinci¨®n en su discurso entre Dios y Jes¨²s, una afirmaci¨®n que puede ser considerada arriesgada.
Larga es la pol¨¦mica en la teolog¨ªa cat¨®lica sobre si Jes¨²s es o no Dios. Muchos biblistas defienden que Jes¨²s nunca se presenta en los evangelios como Dios sino como ¡°hijo del hombre¡±, que en arameo significa simplemente ¡°hombre¡±, o como ¡°hijo del Padre¡±. Esa primera afirmaci¨®n aparece justamente en Lucas, cuando Jes¨²s les dice a los disc¨ªpulos: ¡°Grabaos bien estas palabras: El hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres¡±.
El papa Ratzinger, cuando era Prefecto de la Congregaci¨®n de la Fe, confi¨® a un periodista alem¨¢n amigo suyo que el papa polaco Wojtyla, le pasaba sus discursos m¨¢s importantes para que ¨¦l los examinase por miedo a que se le hubiese escapado alg¨²n error teol¨®gico.
Quiz¨¢s Francisco no pens¨® al escribir su discurso para los j¨®venes en que esa frase podr¨ªa ser examinada por los te¨®logos, quiz¨¢s ni le preocupe demasiado. Recuerdo que el papa Roncalli, quien a veces hablaba improvisando sol¨ªa decirnos a los periodistas: ¡°Tomad apuntes de lo que digo, porque a lo mejor no encontrar¨¦is mis palabras ma?ana en el Osservatore Romano (el diario oficial del Vaticano)¡±, ya que a veces, en el Vaticano, ten¨ªan miedo de algunas afirmaciones suyas y las censuraban.
Los cat¨®licos deber¨¢n irse acostumbrando tambi¨¦n a algunas afirmaciones arriesgadas de Francisco, por ejemplo en materia de ecumenismo. Mientras el gran escollo del di¨¢logo con las otras religiones ha sido siempre que la Iglesia considera que es depositaria de toda la verdad y que son las otras confesiones las que deben adecuarse a la doctrina cat¨®lica, Francisco pone el ejemplo de las diferentes caras del poliedro para explicar c¨®mo cada fe religiosa posee su propia verdad y juntas forman la figura completa de la fe.
Es en el evangelio de Lucas, citado ayer por el Papa, donde se encuentra un pasaje interesante que confirmar¨ªa la visi¨®n ecum¨¦nica abierta de Francisco. En este pasaje, los ap¨®stoles cuentan que han visto a un hombre del que dicen que ¡°No es de los nuestros¡±, que arrojaba a los demonios en nombre de Jes¨²s y que ¡°Se lo hab¨ªan prohibido¡±. Jes¨²s les reprocha y les dice que no se lo deben impedir ya que, ¡°El que no est¨¢ contra vosotros est¨¢ con vosotros¡± (Lc.9,44).
Francisco se presenta en la l¨ªnea del di¨¢logo del evangelista Lucas. A los j¨®venes les dijo que la misericordia de Dios ¡°Es infinita¡±, les pidi¨® que abriesen los brazos a la esperanza y que le ayudasen a ¨¦l, con su alegr¨ªa, a no estar triste, a pesar de que muchas veces ¡°Un obispo puede tener muchos motivos de preocupaci¨®n¡±, y a?adi¨® bromeando: ¡°No hay cosa m¨¢s fea que un obispo triste¡±, otra vez refiri¨¦ndose a ¨¦l mismo como ¡°obispo¡±, no ¡°Papa¡±.
Francisco tambi¨¦n es acusado de hablar como un simple p¨¢rroco de barrio. En una favela de R¨ªo les dijo a los j¨®venes que ellos poseen una ¡°Sensibilidad especial frente a las injusticias¡± y que muchas veces se desilusionan con ¡°Noticias que hablan de corrupci¨®n, con personas que, en vez de buscar el bien com¨²n, procuran su propio beneficio¡±.
Los pol¨ªticos brasile?os que han escuchado esa acusaci¨®n de los j¨®venes de Brasil, que recientemente han salido a protestar en las calles, hubiesen preferido que Francisco hubiese hablado en la favela con agudos circunloquios teol¨®gicos que como un simple p¨¢rroco de pueblo.
Francisco es un papa que ¡°Esconde en la aparente suavidad de sus palabras, una cr¨ªtica feroz al poder¡±, me dec¨ªa hace unos d¨ªas un soci¨®logo brasile?o agn¨®stico. Quiz¨¢s tenga raz¨®n.
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