El esc¨¢ndalo del espionaje cuestiona la credibilidad de Merkel
Documentos secretos apuntan a que Berl¨ªn facilit¨® las actividades de EE UU
Desde hace una semana un interrogante recorre con insistencia los pasillos del poder pol¨ªtico en Berl¨ªn y las redacciones de los principales medios germanos. ?Minti¨® descaradamente la canciller cuando afirm¨®, con una sonrisa inocente dibujada en su cara ante m¨¢s de 250 periodistas alemanes y extranjeros, que ella desconoc¨ªa totalmente la estrecha cooperaci¨®n entre la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense y los servicios de inteligencia de su pa¨ªs? ¡°Me enter¨¦ a trav¨¦s de las informaciones de la prensa¡±, dijo Merkel. Sin embargo, en Alemania cunde la sensaci¨®n de que la NSA no pudo haber llevado a cabo este gigantesco trabajo de espionaje electr¨®nico sin el consentimiento del Gobierno y sin la ayuda de los servicios de inteligencia alemanes.
La interrogante a¨²n no tiene respuesta oficial, pero cada d¨ªa que pasa las revelaciones period¨ªsticas apuntan en esa direcci¨®n. La revista Der Spiegel, por ejemplo, public¨® esta semana el facs¨ªmil de dos informes secretos de la NSA reveladores y que causaron inquietud en la canciller¨ªa.
Bajo la r¨²brica Top Secret y como tema ¡°las relaciones entre la NSA y el BND¡± (Servicio Federal de Inteligencia) el autor del informe, fechado el 17 de enero de 2013, se?ala que el BND ha estado trabajando para lograr que el Gobierno federal ¡°flexibilice la interpretaci¨®n de las leyes a largo plazo para poder compartir informaciones¡±.
El segundo informe, fechado el 29 de abril y tambi¨¦n calificado como secreto, informa de que el Gobierno ha modificado la interpretaci¨®n de la ley que protege las comunicaciones de los ciudadanos alemanes, una acci¨®n destinada a ¡°proporcionar al BND m¨¢s flexibilidad para compartir informaci¨®n protegida con sus socios extranjeros¡±.
El semanario, adem¨¢s de publicar los dos informes secretos de la NSA, denunci¨® que los servicios de inteligencia han empleado programas dise?ados por la NSA para espiar en territorio alem¨¢n y, al mismo tiempo, apoyar a la agencia estadounidense en su lucha contra el terrorismo internacional.
Tras leer el reportaje de la revista, un alto funcionario alem¨¢n lleg¨® a una conclusi¨®n categ¨®rica: ¡°O bien ella minti¨®, o bien no tiene idea de lo que sucede en las esferas de los servicios de inteligencia, dos posibilidades que la descalifican para el cargo porque eso significa que no controla la informaci¨®n que llega a la canciller¨ªa¡±.
La cooperaci¨®n entre Berl¨ªn y la NSA aument¨® despu¨¦s del 11-S. La certeza de que el comando terrorista hab¨ªa vivido y planificado al atentado en Hamburgo oblig¨® al Gobierno alem¨¢n, dirigido entonces por el canciller socialdem¨®crata Gerhard Schr?der, a ceder soberan¨ªa y desconocer los derechos fundamentales de los ciudadanos para satisfacer las exigencias de su principal aliado.
Aunque la NSA ha espiado las comunicaciones casi en medio planeta, el esc¨¢ndalo tiene una connotaci¨®n diferente en Alemania, donde la protecci¨®n de datos es generalmente una cuesti¨®n m¨¢s sensible a causa de la historia reciente del propio pa¨ªs. Cuando estall¨® el esc¨¢ndalo muchos alemanes recordaron las actividades de la Gestapo durante el r¨¦gimen nazi y el terror que impuso la Stasi en la desaparecida Alemania comunista, dos ¨¦pocas marcadas por la vigilancia y el espionaje de la poblaci¨®n para combatir a los enemigos del Estado.
Por esta raz¨®n, la existencia del programa PRISM de la NSA caus¨® estupor e indignaci¨®n en Alemania. Seg¨²n un sondeo realizado por la cadena p¨²blica de televisi¨®n, ARD, m¨¢s de dos tercios de los alemanes est¨¢n insatisfechos con la manera en que el Gobierno ha reaccionado ante el esc¨¢ndalo, un hecho que har¨¢ meditar a la canciller durante sus vacaciones de verano en el Tirol italiano.
Pero, algo raro en el mundo de la pol¨ªtica, el esc¨¢ndalo y la mala gesti¨®n de su Gobierno no han repercutido en la popularidad de Merkel. Todos los sondeos se?alan que la canciller a¨²n aventaja en m¨¢s de 15 puntos a su rival socialdem¨®crata.
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