EE UU se muestra ¡°muy decepcionado¡± y deja en el aire una cumbre con Obama

La Casa Blanca dijo ayer estar "extremadamente decepcionada" por la concesi¨®n de asilo a Edward Snowden por parte de las autoridades rusas, pero eludi¨® profundizar en los efectos inmediatos que esa decisi¨®n podr¨ªa tener en el futuro de las relaciones bilaterales entre Washington y Mosc¨². Pese al claro rev¨¦s que ese movimiento supone para la diplomacia de Estados Unidos, la presidencia prefiere evaluar con calma su reacci¨®n y se limit¨® a confirmar que estaba sopesando cancelar la cumbre bilateral del pr¨®ximo mes de septiembre entre los presidentes Barack Obama y Vlad¨ªmir Putin en la capital rusa, cuya suspensi¨®n supondr¨ªa un desplante para el presidente ruso que considera estas reuniones de alto nivel como una ratificaci¨®n del prestigio de Rusia en el panorama internacional.

"Obviamente este no es un hecho positivo", se?al¨® el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, durante la rueda de prensa diaria. Carney asegur¨® que no existe base legal para otorgar asilo a Snowden ¡ª"no es un refugiado ni un activista, sino que est¨¢ acusado de delitos muy graves", recalc¨®¡ª e hizo hincapi¨¦ en que la Administraci¨®n se pondr¨ªa en contacto con Rusia para trasladarle su "decepci¨®n" y tratar de que el inform¨¢tico regrese a Estados Unidos para ser juzgado.

Desde que Snowden aterrizara en la zona de tr¨¢nsito del aeropuerto de Mosc¨² el pasado 23 de junio, Washington ha desplegado una intensa presi¨®n diplom¨¢tica para tratar de convencer a Rusia de que enviara de vuelta a Snowden, en la que se involucr¨® personalmente el presidente del pa¨ªs, Barack Obama, quien llam¨® a Putin para recordar la trascendencia de la relaci¨®n bilateral entre ambos pa¨ªses. La decisi¨®n de Rusia ha puesto de manifiesto la falta de recursos de EE UU no ya para presionar, sino para persuadir a Mosc¨². Ni las peticiones ¡ª"en p¨²blico y en privado", como ha reconocido Carney¡ª, ni las alusiones a la reciprocidad y a los intereses comunes, a los que apel¨® el secretario de Estado, John Kerry, al inicio de esta crisis, han podido influir sobre la postura rusa.

Es imposible que la concesi¨®n de asilo a Snowden no haga resentirse las ya de por s¨ª tensas relaciones entre ambos pa¨ªses, con grandes desencuentros en Siria, Ir¨¢n o en la defensa de sus intereses en Europa. "Vamos a evaluar nuestra relaci¨®n", apunt¨® ayer Carney, quien, no obstante, insisti¨® en la importancia estrat¨¦gica de esa relaci¨®n. "La colaboraci¨®n con Rusia nos ha garantizado la seguridad de nuestras tropas en Afganist¨¢n y es esencial para el desarrollo del Nuevo START [el tratado de reducci¨®n de armas nucleares firmado en 2011 entre ambas potencias]", record¨® el portavoz.

Pese a la falta de sinton¨ªa entre Obama y Putin, el primero necesita de la implicaci¨®n de Rusia para sacar adelante de manera efectiva su nueva propuesta de desarme nuclear anunciada por el presidente estadounidense durante su discurso de junio en la Puerta de Brandeburgo, en Berl¨ªn. El Kremlin se muestra reticente a apoyar este plan mientras persista la iniciativa del escudo antimisiles de EE UU en Europa. Sin duda, este iba a ser uno de los temas centrales de la cumbre bilateral de Mosc¨², que ahora pende de un hilo mientras la Casa Blanca "revisa su utilidad". La presencia de Obama y del responsable de uno de los mayores quebraderos de cabeza diplom¨¢ticos y pol¨ªticos de su presidencia en la misma ciudad ya desv¨ªa, a priori, cualquier atenci¨®n de la propia cumbre.