Naser al Wahishi, un l¨ªder temerario y decidido
La autoridad del nuevo n¨²mero dos de Al Qaeda emana de su proximidad con Bin Laden, de quien fue su secretario personal durante seis a?os
Poco menos de un mes despu¨¦s de anunciar la fundaci¨®n de Al Qaeda en la pen¨ªnsula Ar¨¢biga, los fundadores de la nueva filial de la organizaci¨®n se presentaron en un video. En el centro a la derecha, encorvado y un tanto abstra¨ªdo, se pod¨ªa ver a Naser al Wahishi, su cabecilla. Ese hombre enjuto es el responsable de haber provocado una de las mayores alertas de seguridad global que ha obligado a cerrar m¨¢s de una veintena de embajadas a EE UU.
Al Wahishi no es un l¨ªder al uso. Este hombre diminuto, apenas sobrepasa el metro y medio de estatura, de ojos peque?os, barba de chivo y gesto ausente, ha logrado pasar casi desapercibido para occidente, m¨¢s pendiente de figuras como Ayman Al Zawahiri o el cl¨¦rigo, abatido en un ataque con drones en 2011, Anwar Al-Awlaki. ¡°Wuhayshi no es importante desde el punto de vista ideol¨®gico ni desde el punto de vista pol¨ªtico, pero s¨ª desde el punto de vista operacional. ?l representa la tendencia de Al Qaeda de regionalizar la yihad, concentrando las acciones en el ¨¢mbito local y no globaliz¨¢ndolas¡±, explica Cristopher Swift, profesor adjunto de Estudios de Seguridad Nacional en la Universidad de Georgetown.
Su autoridad, adem¨¢s, se deriva de su proximidad a Osama bin Laden, a quien sirvi¨® como secretario personal durante seis a?os. ¡°Cuando lo ven, los militantes de Al Qaeda le besan en la frente, como si fuera un pr¨ªncipe¡±, se?al¨® en 2009 Abdulah Hider Shea, un periodista yemen¨ª que tuvo la oportunidad de entrevista a?Al Wahishi y al resto de los l¨ªderes de la filial de Al Qaeda en la pen¨ªnsula Ar¨¢biga. En 2008, Zawahiri emiti¨® un comunicado en el que nombraba a Al Wahishi emir de la organizaci¨®n, un indicio de la relevancia de la mano derecha de Bin Laden en el movimiento.
El nuevo n¨²mero dos de Al Qaeda, de acuerdo con la inteligencia de EE UU, naci¨® en 1976 en la provincia de Abyan, en el sur de Yemen. Criado en una familia de clase media, Wuhayshi estudi¨® en uno de los institutos privados religiosos que empezaron a popularizarse a lo largo de los 80 en el pa¨ªs y que trataban de promover entre las tribus yemen¨ªes la compatibilidad entre una rep¨²blica gubernamental y el islam, pero que con la incorporaci¨®n entre su profesorado de docentes de Egipto y Arabia Saud¨ª fue radicalizando su mensaje.
Como muchos j¨®venes de su generaci¨®n, en 1998 Al Wahishi se traslad¨® a Afganist¨¢n atra¨ªdo por el discurso de Bin Laden. Admirado por su pasi¨®n, el fallecido l¨ªder de Al Qaeda lo convirti¨® casi de inmediato en su secretario personal, haci¨¦ndose casi inseparables durante los siguientes seis a?os. ¡°En los ataques, todos parec¨ªan asustarse, pero ¨¦l siempre se manten¨ªa junto a Bin Laden¡±, relat¨® Shea. Durante ese tiempo, sentado junto a ¨¦l en los consejos, organiz¨¢ndole la correspondencia y llevando las finanzas,?Al Wahishi observ¨® de primera mano c¨®mo su jefe dirig¨ªa una organizaci¨®n terrorista internacional.
Tras los atentados del 11-S y la batalla de Tora Bora,?Al Wahishi huy¨® de Afganist¨¢n y se refugi¨® en Ir¨¢n ¡°por circunstancias de seguridad¡±, confes¨® en 2009 en una entrevista publicada en una de las webs de la organizaci¨®n. All¨ª ser¨ªa capturado en 2002 y deportado a su pa¨ªs natal un a?o despu¨¦s. En febrero de 2006, junto con otros 22 prisioneros, algunos yihadistas como ¨¦l, entre ellos Jamal Badawi, el terrorista detr¨¢s del atentado contra el USS Cole, que en 2000 acab¨® con la vida de 17 marinos estadounidenses, protagoniz¨® una evasi¨®n de la prisi¨®n a trav¨¦s de un t¨²nel de 44 metros que daba a una mezquita. Esa hu¨ªda reaviv¨® a Al Qaeda.
Junto con Qasim al-Raymi, el jefe militar de Al Qaeda en la pen¨ªnsula Ar¨¢biga y otro de sus compa?eros de fuga, Wahishi ha logrado apuntalar la filial m¨¢s poderosa de la organizaci¨®n terrorista, consiguiendo integrar a los m¨¢s refinados expertos en explosivos de la organizaci¨®n, como el saud¨ª Ibrahim Hasan al Asiri o a los estadounidenses Awlaki y Samir Khan, el editor de la revista en ingl¨¦s de la organizaci¨®n, ambos abatidos durante un ataque con drones de la CIA.
Ambos aspiran a recrear la Al Qaeda original, feudo de los talibanes en Afganist¨¢n, en el coraz¨®n de Yemen.
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