El nuevo l¨ªder de la oposici¨®n argentina y su ciudad de barrios cerrados
Sergio Massa gobierna Tigre y encabeza la lista de candidatos a diputados por la provincia de Buenos Aires Las encuestas indican que puede superar por unos votos al kirchnerista Frente para la Victoria
Las elecciones legislativas primarias y obligatorias que se celebran este domingo en Argentina, y que resultar¨¢n clave para medir la popularidad del Gobierno de la peronista Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, pueden servir para encumbrar a una nueva figura de la oposici¨®n. Se trata de Sergio Massa, un peronista de 41 a?os que acaba de graduarse de abogado y de dejar el kirchnerismo, despu¨¦s de diez a?os en la fuerza gobernante. Massa encabeza la lista de candidatos a diputados por la provincia de Buenos Aires (donde vota un tercio de los argentinos) por el nuevo Frente Renovador y las encuestas indican que puede superar por unos votos al kirchnerista Frente para la Victoria.
Un joven Massa fue designado en 2003 por el entonces presidente de Argentina, N¨¦stor Kirchner, para dirigir la Seguridad Social y como tal organiz¨® una moratoria que permiti¨® que 2,5 millones de mayores sin pensi¨®n recibieran una. En 2008, despu¨¦s de que los agricultores torcieran el brazo del Gobierno de Fern¨¢ndez en una disputa por impuestos, la jefa de Estado reemplaz¨® a su jefe de Gabinete de Ministros por Massa. Un a?o despu¨¦s, el kirchnerismo perdi¨® su ¨²nica elecci¨®n en diez a?os, en unas legislativas, y Massa dej¨® el Ejecutivo para irse a gobernar un municipio de la periferia de Buenos Aires, el tur¨ªstico Tigre (30 kil¨®metros al norte de la capital). Seg¨²n un cable de la embajada de EE UU en Argentina divulgado por Wikileaks, Massa dijo entonces en esa sede que Kirchner era una ¡°monstruo cobarde y psic¨®pata¡±, pero el alcalde lo desminti¨® p¨²blicamente.
Tigre, conocida por los turistas por sus islas en el delta del r¨ªo Paran¨¢, tiene algunos rincones que copian el estilo de Miami. No solo se lo ve en algunas de sus calles limpias y adornadas con palmeras sino tambi¨¦n en sus barrios cerrados, de lujo, con murallas con alambres de p¨²a, como las que protegen la c¨¢rcel de Guant¨¢namo, pero que en este caso pretenden proteger de la inseguridad a sus habitantes de clases alta y media alta. Tigre ya era as¨ª antes de que gobernara Massa, pero la tendencia ha ido en aumento. Hasta 2007, Tigre era el segundo municipio bonaerense con m¨¢s urbanizaciones privadas, con 71, que ocupaban un tercio de su territorio y donde viv¨ªan 23.000 de los 380.000 tigrenses. A su vez, unas 50.000 personas resid¨ªan en 39 barrios de chabolas en una superficie total que equivale a un 5% de la suma ocupada por los barrios cerrados.
El fen¨®meno de las urbanizaciones privadas se repite en ciudades de toda Latinoam¨¦rica como resguardo frente a la violencia de las calles, seg¨²n un informe que en 2012 difundi¨® ONU H¨¢bitat, que dirige el exalcalde de Barcelona Joan Clos. Pero el organismo de Naciones Unidas advierte sobre estos condominios: ¡°Son modelos enfocados a la ganancia de corto plazo y que derivan de una visi¨®n de la sociedad en la que la comodidad individual siempre prevalece sobre el inter¨¦s colectivo o la b¨²squeda de cohesi¨®n social. Son muchas las ciudades de Am¨¦rica Latina y el Caribe que tienen como esquema de expansi¨®n de sus periferias un modelo basado en la multiplicaci¨®n de carreteras, centros comerciales y conjuntos habitacionales cerrados. Es un modelo que responde de manera puntual a las m¨²ltiples demandas de los mercados inmobiliarios, sin que en ning¨²n momento parezca haber una intervenci¨®n consciente del poder p¨²blico para crear estructuras urbanas que transciendan los proyectos inmobiliarios individuales. De esta forma, las ¨¢reas urbanas se expanden con viviendas, en el mejor de los casos dotadas de infraestructuras y servicios, pero sin crear un verdadero tejido urbano interconectado¡±.
En Tigre se emplaza Nordelta, un emprendimiento inmobiliario autodenominado ciudad-pueblo, que engloba a 20 barrios cerrados, unos 11.000 habitantes permanentes y muchos propietarios porte?os que pasan all¨ª sus fines de semana, con colegios biling¨¹es, centro comercial, cl¨ªnica, gasolineras, restaurantes, un hotel cinco estrellas, parques donde ancianos pasean sus perros y mujeres toman clases de gimnasia con sus entrenadores personales, canchas de golf, f¨²tbol y tenis y canales donde se puede ver a vecinos yendo a visitar a otros en kayak o a ni?os haciendo vela. En una bah¨ªa donde est¨¢n amarrados cruceros, rodeada del hotel, condominios y restaurantes con terrazas, una valla publicitaria promociona el turismo en las islas Caim¨¢n como ¡°un Caribe sofisticado, seguro y cercano¡±. Caim¨¢n es uno de los para¨ªsos fiscales donde millonarios de todo el mundo esconden su dinero. ¡°No creo que Nordelta sea un nido de drug dealers (narcotraficantes)¡±, dijo el a?o pasado el creador del proyecto, el empresario Eduardo Costantini, despu¨¦s de que se descubriera que varios traficantes de drogas viv¨ªan all¨ª.
Con un aspecto que nada tiene que ver con las drogas, un empresario jubilado de 70 a?os que prefiere mantener el anonimato pasea con su esposa, de 67, por aquella bah¨ªa un viernes por la ma?ana. Viven en Nordelta desde hace cinco a?os. ¡°No veo cosas negativas en Tigre¡±, dice el marido, canoso y mucho m¨¢s alto que ella. ¡°Est¨¢ creciendo, se hacen obras permanentemente, hay una limpieza en las calles que no se ve en otros lugares", a?ade ¨¦l. ¡°Tambi¨¦n hay seguridad. Todas las fuerzas est¨¢n patrullando ac¨¢¡±, comenta su esposa, de pelo rojo. En una Argentina que lidera en la clasificaci¨®n latinoamericana de robos per c¨¢pita, pero que tiene la segunda menor tasa de homicidios de la regi¨®n, Massa se promociona en las elecciones como el hombre que ha doblegado la inseguridad en su distrito. No obstante, hace tres semanas un polic¨ªa dependiente del Gobierno de Fern¨¢ndez asalt¨® la vivienda del alcalde de Tigre, que vive en un barrio cerrado, en un episodio que despert¨® pol¨¦mica.
Massa fue reelegido en su cargo en 2011 con el 73% de los votos, pero sus cr¨ªticos dicen que la modernizaci¨®n de Tigre ocurri¨® con su antecesor, Ricardo Ubieto, que gobern¨® entre 1987 y 2006. ¡°Tambi¨¦n tiene m¨¦rito continuar con las cosas buenas¡±, dice el empresario jubilado que tampoco quiere contar a qui¨¦n votar¨¢ este domingo. ¡°Massa puso iluminaci¨®n y arregl¨® las plazas de los barrios humildes¡±, destaca. Su esposa agrega: ¡°Antes dec¨ªas que viv¨ªas en Tigre y no te dec¨ªan nada. Ahora te comentan: ¡®?Ah, se est¨¢ poniendo lindo Tigre!¡¯. Ya no se ven las villas (barrios de chabolas) de antes¡±.
Para este jubilado, la ventaja de vivir en una ciudad cerrada radica en ¡°el contacto con la naturaleza y que la gente te saluda y no est¨¢ triste¡±. No menciona la seguridad, el principal factor por el que se mudan familias de Buenos Aires a las urbanizaciones privadas. Eso s¨ª: tambi¨¦n ocurren robos dentro de estos barrios porque los ladrones a veces sortean los controles que imponen los agentes de seguridad que levantan las barreras de ingreso y egreso. La esposa del jubilado menciona como ¨²nica desventaja lo lejos que ahora viven de Buenos Aires. Los dos coinciden en se?alar que la corrupci¨®n, la inflaci¨®n (23% anual) y la inseguridad son los principales retos de Argentina.
En la misma bah¨ªa, entre un restaurante de comida mexicana y otro de sushi camina de prisa Sandra, docente de 52 a?os y gafas negras. Ella no vive en Nordelta sino en un barrio abierto porque no le gustan los cerrados: ¡°Soy muy individual, pero me parece bien que la gente que sufri¨® la inseguridad cuando abr¨ªa el port¨®n de su casa se venga a vivir ac¨¢. Yo me siento segura viviendo afuera. Tigre es seguro, pero no por m¨¦rito de Massa sino de Ubieto¡±. Sandra no votar¨¢ al alcalde: ¡°No lo veo decidido a estar o no con los Kirchner. No s¨¦ qu¨¦ presidente puede ser en 2015¡±. Si triunfa este domingo y en las elecciones legislativas generales de octubre pr¨®ximo, Massa no solo ser¨¢ diputado sino que se transformar¨¢ en un presidenciable para los comicios de dentro de dos a?os.
Sandra tampoco apoyar¨¢ al kirchnerismo: ¡°Lo detesto. Es un desastre la inflaci¨®n, la inseguridad. Los pol¨ªticos no invierten, se llevan la?plata (dinero)¡±. No sabe a qui¨¦n votar¨¢.?
La voz de la periferia
A 200 metros de Nordelta se levanta un barrio obrero, Alge, cuyas calles en los ¨²ltimos a?os han sido asfaltadas y cuyas casas precarias han recibido agua potable. All¨ª, dos herreros, Rub¨¦n, de 54 a?os, y Mariano, de 29, descansan sentados en la acera debajo de un ¨¢rbol. ¡°Tigre est¨¢ bien. Es seguro. Nunca me pas¨® nada¡±, cuenta Mariano. Los pobres suelen ser con m¨¢s frecuencia v¨ªctimas de la inseguridad que los ricos, pero sus historias no aparecen en las noticias.
¡°Adem¨¢s asfaltaron las calles¡±, destaca Mariano, barbudo y de sudadera verde. ¡°Y est¨¢n siempre limpias¡±, a?ade su compa?ero Rub¨¦n, que con un gorro negro se protege del fr¨ªo invierno austral. ¡°Lo malo es que se inunda cuando llueve¡±, se queja Mariano. ¡°Antes faltaba agua potable cuando hac¨ªa calor en verano, pero ya no¡±, rescata Rub¨¦n, que se queja de la poca frecuencia de los autobuses en la noche.
A los herreros les parece bien que se edifiquen barrios cerrados. Desde su calle, la Bola?os, se ven edificios detr¨¢s de los muros de Nordelta, mientras dos ni?os juegan en la esquina del barrio Alge con uno de los 3 millones de ordenadores port¨¢tiles que el Gobierno de Fern¨¢ndez reparti¨® entre estudiantes y docentes de las escuelas secundarias p¨²blicas. "No me molestan los barrios cerrados. Es preferible que haya un barrio as¨ª que una villa. Si estuviese el terreno vac¨ªo, lo ocupar¨ªan con una villa", opina Rub¨¦n, pero admite que con la llegada de las urbanizaciones privadas subi¨® el precio de los terrenos, con lo que se dificult¨® el sue?o de la casa propia para los pobres. Tambi¨¦n adjudica el encarecimiento a que el municipio asfalt¨® e ilumin¨® las calles que conducen hacia los barrios cerrados, con lo que las tierras del entorno tambi¨¦n elevaron su cotizaci¨®n. Mariano recuerda que el a?o pasado hab¨ªa poco flujo de agua potable en su barrio porque se estaba construyendo una urbanizaci¨®n privada al lado, pero despu¨¦s de un piquete que montaron sus vecinos en la calle se hicieron las obras para que a nadie le faltara nada.
Mariano no votar¨¢ este domingo porque est¨¢ inscrito en su ciudad natal, Jun¨ªn (247 kil¨®metros al oeste de Buenos Aires), y en Argentina no se puede sufragar por correo. Rub¨¦n lo har¨¢ por Massa: "Desde que ¨¦l lleg¨®, Tigre cambi¨® un mont¨®n". Cuando piensa en los problemas de Argentina, menciona la inseguridad. Mariano pide "que los trenes mejoren un poco". Despu¨¦s del accidente ferroviario que el a?o pasado cost¨® la vida de 51 argentinos, el tren que llevaba a Mariano a Buenos Aires dej¨® de demorar 40 minutos para tardar una hora y media. El Gobierno de Fern¨¢ndez ahora est¨¢ reparando v¨ªas, se?ales y vagones. Al joven herrero tambi¨¦n le preocupa la inflaci¨®n. "Que no aumenten tanto las cosas", dese¨®.
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