Snowden es un caso
Una iron¨ªa es que Rusia le haga el favor a Estados Unidos de tener callado al filtrador
Edward Snowden es la pieza central de la mayor caza al hombre jam¨¢s emprendida por un Gobierno, que se desarrolla al amparo de una ley de la I Guerra Mundial, la Espionage Act, pero m¨¢s espec¨ªficamente de la Patriot Act, de 26 de octubre de 2001, aprobada a favor del p¨¢nico provocado por el atentado de las Torres Gemelas. Este texto legal eliminaba las ¨²ltimas trabas judiciales a las escuchas practicadas por las autoridades federales norteamericanas. Y la Administraci¨®n lleva por ese motivo semanas escudri?ando el perfil de millones de empleados vinculados a la seguridad nacional, para conjurar el riesgo de que el ejemplo de Snowden sea contaminante.
El ¨²ltimo avatar del caso del contratista de la CIA, al que Mosc¨² ha concedido asilo y Washington acusa de divulgaci¨®n de secretos de Estado, es la cancelaci¨®n de la cumbre que el presidente Obama deb¨ªa celebrar en la capital rusa con su hom¨®logo, Vlad¨ªmir Putin. Pero la decisi¨®n de castigar a la segunda potencia nuclear del planeta oculta m¨¢s que revela los verdaderos intereses de EE UU.
La anulaci¨®n del encuentro solo cobra todo su sentido cuando se lo enmarca en la serie, p¨²blica y privada, de advertencias a aliados, amigos, empleados y adversarios, entre los que no est¨¢ exenta Espa?a, de las graves consecuencias que podr¨ªa acarrear cualquier contribuci¨®n a que el analista inform¨¢tico pudiera abandonar Rusia, donde se supone que no dar¨¢ a la publicidad m¨¢s material comprometedor, como le exige el pa¨ªs anfitri¨®n. Washington advierte al mundo con esa decisi¨®n que no cejar¨¢ en su empe?o de hacer caer todo el peso de la ley sobre quien ose utilizar la tecnolog¨ªa de las telecomunicaciones contra la misma potencia que se ha venido sirviendo secretamente de ella para espiar a propios y extra?os. Y la operaci¨®n no cesa de producir efectos malsanos que se propagan hasta afectar al quehacer period¨ªstico y a la informaci¨®n p¨²blica en general. El presidente de la Associated Press, Gary Pruitt, ha dicho que las fuentes vinculadas a la Seguridad Nacional se est¨¢n secando a marchas forzadas, y que en Washington el off the record de pol¨ªticos y funcionarios corre peligro de convertirse en un recuerdo (Tom Engelhardt, Tomdispatch.com).
Pero la iron¨ªa final es que la cancelaci¨®n de la cumbre no le hace ning¨²n da?o a Estados Unidos por dos razones. La primera porque nada positivo cab¨ªa esperar de la cita de Mosc¨². Ni sobre la guerra civil en Siria, ni en el contencioso nuclear con Ir¨¢n, o la negociaci¨®n sobre reducci¨®n de arsenales at¨®micos entre ambas potencias, hab¨ªa serias expectativas de que Rusia echara una mano a Washignton, con lo que Obama se ahorra una iniciativa probablemente condenada al fracaso, dejando el encuentro para mejor ocasi¨®n. Y la segunda, porque Rusia le est¨¢ haciendo otro gran favor a Estados Unidos al mantener callado a Snowden, sencillamente porque si el analista cayera en sus manos, el contenido de los cuatro ordenadores en que se asegura que atesora tan valiosa informaci¨®n ¡ªy que est¨¢n escondidos en lugar seguro¡ª ser¨ªa difundido por colaboradores o c¨®mplices del hacker libertario.
Entra de lleno en la m¨¢s estricta realpolitik que Washington persiga y considere a Snowden un delincuente; que amenace de manera tan universal a cualquiera que pretenda seguir sus pasos, y ello, aun con mayor motivo, tras el precedente de Julian Assange, que lleva 14 meses refugiado en la embajada de Ecuador en Londres; es igualmente comprensible que Putin le meta el dedo en el ojo a Obama siempre que se le presente la ocasi¨®n para demostrar qui¨¦n es y qui¨¦n no soberanamente independiente; y, en especial, que Assange y Snowden, precedidos por el cabo Manning, que ya sufre el peso de la justicia norteamericana, han rendido un inapreciable servicio a la opini¨®n p¨²blica occidental revelando la extensi¨®n del espionaje al mundo entero. En 1900 en Estados Unidos hab¨ªa un tel¨¦fono por cada 100 hogares; y en 2012, m¨¢s aparatos que habitantes. ?Es ese el l¨ªmite de la paranoia norteamericana?
Un a?o, que es el tiempo de asilo que inicialmente ha otorgado Rusia, es plazo suficiente para quien quiera negociar, m¨¢xime cuando Snowden sostiene que solo ha dado a la publicidad aquella informaci¨®n que el p¨²blico tiene derecho a conocer, sin poner en peligro vidas o intereses nacionales. La situaci¨®n, con los dos pr¨®fugos moment¨¢neamente silenciados, pero fuera del alcance de Estados Unidos, es la viva imagen de la inestabilidad diplom¨¢tica. ?Es por ello negociable el fin de ese conflicto?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Caso espionaje EE UU
- Edward Snowden
- Opini¨®n
- Ciberespionaje
- NSA
- Rusia
- Asilo pol¨ªtico
- Delitos inform¨¢ticos
- Servicios inteligencia
- Departamento Defensa EEUU
- Europa este
- Seguridad nacional
- Seguridad internet
- Espionaje
- Estados Unidos
- Internet
- Delitos
- Norteam¨¦rica
- Defensa
- Telecomunicaciones
- Pol¨ªtica
- Am¨¦rica
- Europa
- Comunicaciones
- Justicia