El pa¨ªs retrocede 30 a?os

Las calles de El Cairo y de otras ciudades aparecen inusualmente desiertas al comenzar el toque de queda impuesto por el Gobierno a las siete de la tarde. Pocos eran los que se atrev¨ªan a desafiarlo, ante el temor a ser detenidos. Durante el pr¨®ximo mes, el estado de emergencia decretado por el Ejecutivo tratar¨¢ de frenar la escalada de violencia en el pa¨ªs, asestando un duro golpe a la revoluci¨®n que termin¨® con los 30 a?os que dur¨® la dictadura de Hosni Mubarak. El mismo periodo en el que los egipcios tuvieron que vivir bajo un perenne estado de excepci¨®n.

Con la medida adoptada, la polic¨ªa tiene ya la capacidad legal de detener de forma indefinida a los ciudadanos sospechosos de ser alborotadores sin necesidad de contar con una orden judicial. Eventualmente, el Ej¨¦rcito apoyar¨¢ a los agentes en su labor si las circunstancias as¨ª lo requieren. Otros derechos constitucionales como la inviolabilidad del domicilio quedan en suspenso.

A pesar de las llamadas al di¨¢logo y de la intensa mediaci¨®n diplom¨¢tica de Estados Unidos, la Uni¨®n Europea, la Uni¨®n Africana y Catar entre otros, el Gobierno interino no hab¨ªa dado ninguna se?al de dar marcha atr¨¢s en su toma de poder tras el derrocamiento de Mohamed Morsi. El expresidente contin¨²a retenido e incomunicado en una ubicaci¨®n secreta y, hace dos d¨ªas, el tribunal que lo investiga por participar en presuntos actos terroristas anunciaba para ¨¦l 15 d¨ªas m¨¢s de prisi¨®n preventiva.

No hay que olvidar, adem¨¢s, que detr¨¢s del Ejecutivo se encuentra la c¨²pula militar, impulsora y ejecutora de la ca¨ªda de Mohamed Morsi. El ministro de Defensa, Abdel Fatah El Sisi, se ha erigido a ojos de muchos en nuevo salvador de la patria, pero su evidente peso en las decisiones gubernamentales no es el ¨²nico indicio de la toma de control por parte de los militares. Ayer se hizo efectiva una amplia remodelaci¨®n en la representaci¨®n en los gobiernos provinciales que ha levantado encendidas cr¨ªticas. 25 gobernadores prestaron juramento frente al presidente interino, Adli Mansour, en medio de manifestaciones de protesta. Los Hermanos Musulmanes y sus seguidores protestaban as¨ª contra lo que consideran una infiltraci¨®n de los militares en la pol¨ªtica egipcia. Seg¨²n los islamistas, la mayor parte de los nuevos cargos cuentan con formaci¨®n militar y su toma de posesi¨®n supone un atentado contra la legitimidad constitucional.

Los partidarios de los planes del Ej¨¦rcito hablan de Revoluci¨®n del 30 de junio para referirse a la deposici¨®n de Mohamed Mursi,quien fue elegido en las urnas. Sus seguidores, pero tambi¨¦n grupos de activistas que se enfrentaron a los militares en la ca¨ªda de Mubarak, consideran ese levantamiento como el epitafio de la revoluci¨®n de enero de 2011.