Nicaragua: 23 a?os despu¨¦s

?Volv¨ª a Nicaragua esta semana despu¨¦s de aquellas elecciones de 1990 cuando Violeta Chamorro derrot¨® a Daniel Ortega, hoy de nuevo en el poder desde 2007 cuando la divisi¨®n de la oposici¨®n, especialmente de los liberales, le permiti¨® retomar el poder con un 38% de los votos. En el noventa hab¨ªan pasado apenas dos a?os de la firma de los acuerdos de Esqu¨ªpulas y se firmaba el fin de la guerra entre el gobierno Sandinista y los Contras. Managua era una ciudad donde no hab¨ªa nada. Ni papel higi¨¦nico. Todo era racionamiento, dolor por la guerra y tripas hambrientas.

Esos Contras que se desmovilizaron recibieron tierras, propiedades, algunos se convirtieron en terratenientes, constituyeron el partido de la resistencia que se dividi¨® en tres pedazos, uno de los cuales termin¨® aliado con el Frente Sandinista. Otros se rearmaron en el norte del pa¨ªs y Ortega, como todos los gobiernos en el posconflicto, les llama delincuentes.

Llegamos a Managua con el periodista Cesar Moreno, con quien en enero hab¨ªamos visitado Venezuela, presintiendo encontrar un pa¨ªs inmerso en una represi¨®n sorda, con las caracter¨ªsticas t¨ªpicas de una dictadura de izquierda. ?bamos llenos de un patriotismo que deb¨ªamos disimular para hacer el trabajo con una objetividad que nos parec¨ªa imposible. Era inevitable. El foco de la pol¨ªtica exterior de Colombia se hab¨ªa movido a Nicaragua desde que, el 19 de noviembre de 2012, un fallo de la Corte Internacional de Justicia de la Haya determin¨® una frontera mar¨ªtima ¨²nica entre las ¨¢reas de plataforma continental y la zona econ¨®mica exclusiva, con lo que ratific¨® la soberan¨ªa de Colombia sobre las islas de San Andr¨¦s, Providencia y Santa Catalina, adem¨¢s de Albuquerque, Serrana, Serranilla, Bajo Nuevo, Quitasueno, pero dictamin¨® que Colombia perder¨ªa 70.000 kil¨®metros en la franja mar¨ªtima de las islas del lado occidental como resultado de un litigio, que en esta ¨²ltima etapa viene desde 2001

Nicaragua 23 a?os despu¨¦s es la misma y es distinta. Ya no hay desabastecimiento. La canasta b¨¢sica la conforman 30 productos y tiene un valor de 500 d¨®lares, lo que para un salario m¨ªnimo de 160 d¨®lares, es elevad¨ªsima

La semana anterior a nuestra llegada, Ortega hab¨ªa anunciado la concesi¨®n de bloques petroleros en el mar caribe, la construcci¨®n de un canal interoce¨¢nico, cuya concesi¨®n se dar¨ªa a una empresa china registrada en Islas Caiman ¡ªproyecto muy criticado por sus enormes costos, unos 40.000 millones de d¨®lares, equivalentes a 5 a?os del PIB de Niicaragua¡ª. Y el presidente se hab¨ªa enfrascado en la ampliaci¨®n de la plataforma continental, incluso afectando a pa¨ªses como Costa Rica y Jamaica. ?Hab¨ªa o no consenso en torno a las nuevas reclamaciones del presidente Ortega?. La respuesta es s¨ª. Como bien dice incluso uno de los principales opositores, el periodista Carlos Fernando Chamorro, en ese tema s¨ª hay consenso. ?Estaba el gobierno de Ortega usando la controversia como cortina de humo frente a m¨²ltiples acusaciones de corrupci¨®n?. La respuesta es s¨ª de nuevo. ?Pero realmente la necesita?. No estoy tan segura.

Nicaragua 23 a?os despu¨¦s es la misma y es distinta. Ya no hay desabastecimiento. La canasta b¨¢sica la conforman 30 productos y tiene un valor de 500 d¨®lares, lo que para un salario m¨ªnimo de 160 d¨®lares, es elevad¨ªsima. Los nicaraguenses compensan con una educaci¨®n gratuita en la primaria y secundaria y una formaci¨®n universitaria que en la universidad privada m¨¢s costosa, como la americana, cuesta aproximadamente 150 d¨®lares, adem¨¢s de innumerables subsidios que entrega el gobierno de Ortega con los m¨¢s de 500 millones de d¨®lares anuales que le ingresan por concepto del petr¨®leo venezolano a Alba Nica y de all¨ª a Alba Caruna, una especie de ministerio o caja fuerte de Daniel Ortega, seg¨²n la oposici¨®n.

Esa oposici¨®n que hoy parece no representar a m¨¢s del 15% de la poblaci¨®n sigue atomizada. Hay no menos de 20 partidos y su discurso, sus denuncias sobre un r¨¦gimen autoritario y corrupto, compite con programas como el Plan Techo, a trav¨¦s del cual el Gobierno reparte 10 tejas de zinc y clavos para cambiar el techo de las casas de las familias m¨¢s pobres. La oposici¨®n acusa a Ortega de populista, pero quienes reciben las tejas, se lo agradecen.

El ambiente en Nicaragua est¨¢ ahora lleno de contrastes. Hace 23 a?os se respiraba la guerra, con mi entonces compa?ero de aquel viaje, el periodista Alvaro Sierra, sent¨ªamos los ruidos, reales o imaginarios , que deja la paranoia de los conflictos. Hoy en Nicaragua se siente la animadversi¨®n de los funcionarios de inmigraci¨®n del aeropuerto Augusto Sandino contra los periodistas, en contraste con una amabil¨ªsima atenci¨®n en los hoteles, donde se ven desfilar extranjeros que llegan a invertir, 1. 200 millones de d¨®lares en 2012, en los sectores de turismo, pero especialmente en energ¨ªa el¨¦ctrica. Seg¨²n Adolfo Pastran, uno de los periodistas reconocidos por el Informe Pastran, el Gobierno de Ortega ha sabido manejar buenas relaciones con el sector empresarial como es el caso de Carlos Pellas y resalta que incluso el grupo colombiano de Luis Carlos Sarmiento tienepresencia en Nicaragua a trav¨¦s del Banco de Am¨¦rica Central.

En las calles ya no se ven las juventudes con el lenguaje de la guerra, ahora conforman los voluntariados que participan en las jornadas de vacunaci¨®n y, seg¨²n los opositores, son usados para llenar plazas en los innumerables eventos y desfiles que se ven a diario y en los que Rosario Murillo, esposa de Ortega y la gran estratega de las comunicaciones del Gobierno, se encarga del discurso que se reproduce por los medios oficiales La Voz del Sandinismo y El 19 digital, de los cuales los medios independientes retoman las declaraciones del Gobierno, pues no tienen acceso a nadie, explica el escritor y ex vicepresidente sandinista, Sergio Ram¨ªrez.

Nicaragua sigue creyendo que necesita barricadas.

Diana Calder¨®n es directora de Noticias y Hora 20 en Caracol Radio Colombia.