?tienne Grumbach, un laboralista comprometido con la clase obrera
Entregado a la defensa de obreros y sindicalistas, vislumbraba en cada pleito una causa universal
![Étienne Grumbach, en 2000.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/3N5I6DISBUA3DFOMKW4FTVJBFU.jpg?auth=93665c0a8704232fcf626e6b2fbeb6fc13f1d0f4354fc4aec485451e4c0be063&width=414)
?tienne Grumbach, m¨¢s conocido por el diminutivo afectuoso Tiennot, fue un abogado laboralista franc¨¦s, de notable proyecci¨®n en las ¨²ltimas d¨¦cadas del siglo XX, que, al igual que sus colegas espa?oles durante la llamada Transici¨®n, brill¨® por lo que unas personas denominar¨ªan compromiso pol¨ªtico, y otras, simple lucidez.
Entregado a la defensa de obreros y sindicalistas, su apuesta por David frente a Goliath le permiti¨® vislumbrar en cada pleito una causa menos particular, m¨¢s universal, digna de ser abrazada; y en muchos de sus procesos, una justa simb¨®lica en la que no estaban en juego los intereses de una persona, sino los de una clase social.
Grumbach, de origen jud¨ªo, estuvo expuesto ya desde peque?o, durante la Segunda Guerra Mundial, a la ignominia. Le toc¨® nacer en 1936 en Par¨ªs. Cuatro a?os m¨¢s tarde, Francia firmaba un armisticio con Adolf Hitler y las banderas nazis ondeaban en la rue de Rivoli y los Campos El¨ªseos. Para huir de las redadas antisemitas, pas¨® parte de su infancia escondido en un colegio cat¨®lico en los Pirineos Orientales. Ese periodo acabar¨ªa determinando su conversi¨®n al catolicismo.
Ya en la adolescencia, el joven Grumbach milit¨® en el comit¨¦ antifascista de su liceo, en unos a?os en los que los j¨®venes europeos no pod¨ªan permitirse el lujo de demorar su paso a la vida adulta. Y se adscribi¨® a grupos de izquierda radical para protestar por la pol¨ªtica colonial de Francia en Argelia (como hiciera, desde otro prisma, el tambi¨¦n fallecido recientemente Jacques Verg¨¨s). Grumbach, como Verg¨¨s, quiso vivir la efervescencia de la Argelia independizada, donde pas¨® tres a?os antes de regresar a su pa¨ªs.
A la vuelta realiz¨® estudios de Derecho y sigui¨® militando en colectivos de izquierda (Uni¨®n de Estudiantes Comunistas, Partido Socialista Unificado). Cuando tuvieron lugar las revueltas estudiantiles de Mayo del 68, y siguiendo la doctrina mao¨ªsta, entr¨® a trabajar como obrero especialista en las factor¨ªas de Citr?en y Renault. Su paso por las f¨¢bricas las aprovech¨® para hacer propaganda en pro de la clase trabajadora que, estimaba, estaba tan necesitada de panfletos como de poemas y de obras de teatro.
En los a?os 70, ya convertido en abogado, decidi¨® especializare en Derecho Laboral ¡ªtras un breve periodo como penalista¡ª para defender, como a¨²n figura en la p¨¢gina web de su firma, Graumbach y asociados, "exclusivamente a los asalariados y sus representantes sindicales". Su estrategia, relatada a un periodista de 'Le Monde' en 1996, consist¨ªa en "desmenuzar los hechos privilegiando la mirada pol¨ªtica y social sobre el an¨¢lisis jur¨ªdico". Una forma de entender su profesi¨®n que le llev¨® a adaptar sus emolumentos como abogado a los ingresos de sus defendidos.
En 1985 fue nombrado presidente del colegio de abogados de Versalles. Un discurso pronunciado en esa localidad conservadora y palaciega en el que calific¨® al C¨®digo Civil napole¨®nico de "Libro Rojo de la peque?a burgues¨ªa" ha sido saludado en el ambiente jur¨ªdico como una referencia clave de su pensamiento, proclive a se?alar cualquier distorsi¨®n de la noci¨®n de justicia en el corpus legal o en la actuaci¨®n de los tribunales.
A?os m¨¢s tarde, en 1991, fue elegido para presidir el Sindicato de Abogados de Francia, que contribuy¨® a fundar. Grumbach, sobrino de Pierre Mend¨¨s France ¡ªel que fuera presidente del Consejo de Ministros y ministro de Asuntos Exteriores¡ª, fue, asimismo, condecorado con la Legi¨®n de Honor y la Orden Nacional del M¨¦rito.
?tienne Grumbach fue uno de los m¨¢ximos propulsores de una justicia independiente y de una fiscalizaci¨®n democr¨¢tica por parte de los ciudadanos de la actuaci¨®n de los magistrados. Y no dud¨® en denunciar p¨²blicamente las reformas legislativas que consider¨® lesivas para los derechos de los trabajadores.
Su magisterio intelectual le llev¨® a dirigir el Instituto de Ciencias Sociales del Trabajo de Par¨ªs-Sceaux y a razonar su compromiso jur¨ªdico-pol¨ªtico en una serie de libros sobre su especialidad.
El pasado 17 de agosto, a los 74 a?os, se extingu¨ªa la vida de un laboralista que tuvo dos objetivos principales en su vida: equilibrar, como jurista, la balanza entre empresarios y trabajadores, y dotarse de un arsenal intelectual e ideol¨®gico a la altura de ese compromiso.
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