Obama relega el ataque a Siria para negociar una salida diplom¨¢tica
El presidente se ha dirigido esta noche a la naci¨®n esta noche desde la Casa Blanca
Tratando de salvar una estrategia que hace aguas, Barack Obama ha relegado sus planes militares en Siria a cambio del debate en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de una resoluci¨®n, respaldada tambi¨¦n por Francia y el Reino Unido, para obligar al r¨¦gimen de Bachar el Asad a entregar y desmantelar su arsenal qu¨ªmico. Con esto, no solo deja de tener sentido la votaci¨®n que estaba pendiente en el Congreso norteamericano, sino que pierde valor su discurso de esta noche a la naci¨®n y, quiz¨¢, quede en entredicho cualquier otra medida de fuerza que pueda anunciarse en el futuro.
Probablemente influido por el riesgo m¨¢s que alto de ser derrotado en el Capitolio y por la oposici¨®n rotunda de la opini¨®n p¨²blica a una nueva aventura militar en Oriente Pr¨®ximo, Obama, quien personalmente nunca se mostr¨® tampoco claramente convencido de la necesidad de actuar, ha guardado temporalmente sus preparativos b¨¦licos en un caj¨®n para explorar una v¨ªa diplom¨¢tica incierta y que puede llevar meses concretar.
El propio Obama se ha trasladado este martes al Congreso para transmitir a senadores de ambos partidos sus nuevas prioridades. Previamente, hab¨ªa hablado por tel¨¦fono con el primer ministro brit¨¢nico, David Cameron, y con el presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande, para coordinar los movimientos en la ONU. Y m¨¢s tarde lo explicar¨ªa a sus compatriotas por medio de la televisi¨®n.
En el fondo, todos respiran aliviados: Obama, porque, como ¨¦l mismo confes¨®, fue ¡°elegido para terminar guerras, no para empezarlas¡±, el Congreso se libra de un voto muy comprometedor, tanto para dem¨®cratas como para republicanos, Hollande y Cameron hacen algo m¨¢s c¨®moda su posici¨®n en casa, y los norteamericanos ven alejarse una guerra que no quieren. Lo que no est¨¢ claro es qu¨¦ repercusiones tendr¨¢ esto en el interior de Siria, donde se libra una guerra civil con m¨¢s de 100.000 muertos, y en el cr¨¦dito de la comunidad internacional, que hasta ahora cre¨ªa imprescindible responder al uso de armas qu¨ªmicas por parte de Asad.
Si esa iniciativa sale adelante,? ser¨ªa la primera vez que el Consejo de Seguridad aprobase la posibilidad del uso de la fuerza en Siria
La salida que se busca naci¨® de un comentario accidental hecho por el secretario de Estado, John Kerry, el lunes sobre la posibilidad de parar el ataque previsto si el r¨¦gimen sirio entregaba todo su arsenal qu¨ªmico. Aunque Kerry concluy¨® su frase con la advertencia de que ¡°esto no puede hacerse, obviamente¡±, Rusia convirti¨® esa idea en una propuesta formal y el Gobierno sirio la acept¨® ayer, oficial pero vagamente.
El siguiente paso ha sido el de poner en marcha en Nueva York un proyecto de resoluci¨®n de los tres pa¨ªses que antes apoyaban la intervenci¨®n militar en la que se pedir¨¢ la entrega de las armas qu¨ªmicas para su destrucci¨®n, la autorizaci¨®n a un equipo de inspectores internacionales para monitorear ese proceso y la aprobaci¨®n de medidas de represalia en el caso de que Siria no cumpliese con ese compromiso.
Si esa iniciativa sale adelante, para lo que Rusia, que tiene derecho de veto, tendr¨ªa que permitirlo, ser¨ªa la primera vez que el Consejo de Seguridad aprobase la posibilidad del uso de la fuerza en Siria. Sin embargo, crecida por sus ¨¦xitos recientes, Rusia puede intentar, como parece deducirse de las primeras reacciones en Mosc¨², que la resoluci¨®n en la ONU se apruebe sin incluir represalias. Seguramente, ser¨¢ necesaria una dif¨ªcil negociaci¨®n en los pr¨®ximos d¨ªas para resolver esas diferencias, si es que se consigue.
En todo caso, si la resoluci¨®n progresa, se abrir¨ªa un proceso de inspecci¨®n en Siria que podr¨ªa ser muy largo y dif¨ªcil de verificar, sobre todo en un pa¨ªs que se encuentra en estado de guerra. La identificaci¨®n, catalogaci¨®n y destrucci¨®n de las armas qu¨ªmicas en Siria, cuando menos, no ser¨ªa cosa de unas pocas semanas.
Para reforzar su posici¨®n y cambiar la din¨¢mica actual en el Congreso, la Casa Blanca est¨¢ negociando con un grupo de senadores la modificaci¨®n de la resoluci¨®n que la semana pasada surgi¨® del comit¨¦ de Relaciones Exteriores del Senado sobre la autorizaci¨®n de una intervenci¨®n militar. Ahora, esa autorizaci¨®n estar¨ªa condicionada al desarrollo de los acontecimientos en la ONU.
Con este movimiento, Obama conf¨ªa en disponer de mayor apoyo tanto en el Capitolio como entre la opini¨®n p¨²blica. Algo que no est¨¢ garantizado, dado el desconcierto que actualmente existe sobre las intenciones y la voluntad de la Administraci¨®n.
Formalmente, el Gobierno no renuncia a sus planes militares, simplemente los retrasa. De hecho, la Casa Blanca insiste en que ha sido precisamente la amenaza de un ataque la que ha obligado a Rusia y a Siria a introducir su propuesta. Kerry dijo este martes en el Senado que ¡°la opci¨®n sobre el uso de la fuerza en absoluto debe de ser retirada de la mesa¡±. Un portavoz del principal grupo de la oposici¨®n siria declar¨® en Washington que los rusos no merecen confianza y que EE UU debe de seguir adelante con su proyecto de ataque.
Pero ahora el ataque est¨¢ claramente en el alero. Incluso si fracasan las gestiones en la ONU y queda patente que Rusia y Siria no estaban dispuestos a firmar un compromiso sobre la propuesta ofrecida de palabra, Obama se volver¨¢ a encontrar ante la mismo situaci¨®n de ayer: obtener respaldo del Congreso y de los ciudadanos.
S¨®lo un l¨ªder de una enorme autoridad puede sortear todos esos obst¨¢culos, y Obama no lo es. Es debatible si este ¨²ltimo regate diplom¨¢tico puede darle m¨¢s credibilidad, pero de momento la mitad de la poblaci¨®n no aprueba su gesti¨®n de la pol¨ªtica exterior y sus cotas de popularidad est¨¢n en bajos hist¨®ricos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Barack Obama
- Bachar el Asad
- Guerra Siria
- Siria
- Consejo Seguridad ONU
- Primavera ¨¢rabe
- Casa Blanca
- Guerra civil
- Armas qu¨ªmicas
- Congreso EEUU
- Reino Unido
- Estados Unidos
- Protestas sociales
- Francia
- Malestar social
- Norteam¨¦rica
- ONU
- Parlamento
- Conflictos pol¨ªticos
- Gobierno
- Am¨¦rica
- Administraci¨®n Estado
- Organizaciones internacionales
- Europa
- Problemas sociales