Merkel se inclina en la recta final de la campa?a hacia la gran coalici¨®n
Tanto la CDU como el FDP agitan el espantajo del giro a la izquierda
En la city de Fr¨¢ncfort, la densidad de simpatizantes con la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana de la canciller Angela Merkel (CDU) es llamativamente alta, pero la de sus socios de Gobierno, los liberales del FDP, son ahora mucho menores que hace cuatro a?os incluso en esta zona de sueldos altos y bonificaciones por resultados. En una mesa de cinco de un restaurante que sirve men¨²s del d¨ªa para ejecutivos reinaba el lunes un consenso democristiano, pero Kai Wilczek y Thomas Krause, dos gestores de patrimonio de un banco ¡°a dos rascacielos de distancia¡± est¨¢n considerando votar al FDP, aunque sea ¡°con desagrado¡±, para conservar las sendas coaliciones entre CDU y FDP que gobiernan Hesse ¡ªel land de Fr¨¢ncfort¡ª y Alemania. Aseguran no creer en el partido, pero como muchos votantes de centroderecha en todo el pa¨ªs, se plantean dar su apoyo a los liberales para evitar que se queden fuera del Parlamento (Bundestag) por primera vez en la historia de Rep¨²blica Federal. El FDP, por su parte, ya ha iniciado una campa?a para pescar votos en todos los viveros pol¨ªticos.
La perspectiva de perder estos apoyos es el regusto amargo que dej¨® a Merkel el arrollador triunfo electoral de sus aliados en Baviera: la CSU, el partido hermano de la CDU logr¨® el domingo la mayor¨ªa absoluta, pero el FDP qued¨® claramente por debajo del 5% necesario para entrar en el Parlamento. Si esto se repite el d¨ªa 22 en el Bundestag, la amplia ventaja de la CDU no le evitar¨¢ la necesidad de pacto con el SPD, como el que tuvo que aceptar entre 2005 y 2009. La alternativa, seg¨²n se tem¨ªa el lunes el gestor bancario Krause, ser¨ªa que ¡°el SPD negociar¨¢ un tripartito de izquierda¡± con Los Verdes y el partido La Izquierda (Die Linke). Tanto el SPD como Los Verdes han descartado de plano esa posibilidad, pero Merkel y el l¨ªder del FDP, Philipp R?sler, les acusan de estar prepar¨¢ndola subrepticiamente.
Desde 2009, la endeblez liberal ha acabado varios Gobiernos regionales an¨¢logos a los de Merkel, como el del crucial land Baden-W¨¹rttemberg. Adem¨¢s, quedaron fuera de Parlamentos como Berl¨ªn, Bremen y Sajonia-Anhalt. Tambi¨¦n tuvo un efecto pernicioso cuando, a primeros de a?o, el centroderecha perdi¨® Baja Sajonia debido a una transfusi¨®n de votos de la CDU al FDP. Para evitar la derrota de la coalici¨®n en Hannover, muchos simpatizantes desviaron su voto al FDP. Al final perdieron por un solo esca?o. La subida de votos salv¨® el puesto de R?sler al frente del partido.
No tiene muchas simpat¨ªas entre los atareados ejecutivos que el lunes escapaban de la lluvia de Fr¨¢ncfort. El rosario de derrotas del FDP es uno de los factores de su descr¨¦dito. El jefe del ¨¢rea macroecon¨®mica del Deutsche Bank Research, Stefan Schneider, recordaba adem¨¢s las fallidas promesas electorales que dieron al FDP su ¨¦xito hist¨®rico de 2009. Las jugosas rebajas fiscales que promet¨ªa el entonces jefe del FDP, Guido Westerwelle, quedaron en nada. Westerwelle tuvo que dejar la direcci¨®n del partido.
En Fr¨¢ncfort, donde bastante gente gana mucho dinero, la CDU tiene clientela fija. Schneider cree que pese a las altas rentas, el partido proempresarial FDP es valorado sobre todo como un agente para limitar las inclinaciones sociales o regulatorias de Merkel. Pero la debilidad de los jefes liberales en el Gobierno lo han hundido en el descr¨¦dito.
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