Steinbr¨¹ck apela a los indecisos en su ¨²ltimo gran mitin en Berl¨ªn

Era su ¨²ltimo cartucho. Los socialdem¨®cratas aseguran que van a continuar hasta el ¨²ltimo minuto. Es lo que llaman ¡°la acci¨®n de las 72 horas¡±, el tiempo que falta para ir a las urnas. Pero todos sab¨ªan que la aparici¨®n del candidato del SPD a dirigir Alemania en el centro de Berl¨ªn ser¨¢ su ¨²ltimo gran acto para tratar de convencer a los indecisos de que voten rojo. ¡°En tres d¨ªas, pod¨¦is desembarazaros de este gobierno. Id a votar. Merkel no dirige con claridad este pa¨ªs. Solo da vueltas en c¨ªrculos¡±, asegur¨® Peer Steinbr¨¹ck.

Alexanderplatz se ti?¨® en la tarde del jueves de rojo. El escenario, redondo, y los bancos estaban llenos de simpatizantes que conf¨ªan en que el SPD d¨¦ un vuelco a las encuestas que sit¨²an a Angela Merkel al borde de su tercer mandato. ¡°?Algo malo de Steinbr¨¹ck? Que siempre dice lo mismo. Le he o¨ªdo en varios discursos y no var¨ªa las frases ni los chistes. ?Y de bueno? Que su diagn¨®stico de Alemania es el correcto. El Gobierno actual no se preocupa por la gente normal, sino por los bancos y las grandes empresas¡±, asegura Ferdinand Oehme, un estudiante de psicolog¨ªa de 22 a?os.

Steinbr¨¹ck se present¨® como el hombre con criterio y que sabe lo que conviene al pa¨ªs, frente a una Merkel dubitativa, que solo sabe esperar por d¨®nde sopla el viento. Pero estas cr¨ªticas pierden fuerza si se enfrentan con la realidad demosc¨®pica. Porque es casi imposible que el SPD pueda gobernar en solitario con su pareja de baile favorita, Los Verdes. Y la posibilidad de un nuevo Gobierno de coalici¨®n entre los dos partidos mayoritarios con la actual canciller otra vez en el cargo parece mucho m¨¢s plausible.

Por eso el jefe de filas de los socialdem¨®cratas sabe que solo le queda apelar a los indecisos. Y para ello insiste en sus recetas ya conocidas: un salario m¨ªnimo interprofesional, subir los impuestos a los que m¨¢s tienen, m¨¢s inversiones en infraestructuras, la aprobaci¨®n del matrimonio gay, y un plan Marshall para los pa¨ªses del sur de Europa. ¡°Quiero recordar que a nosotros tambi¨¦n se nos ayud¨®¡±, dijo en referencia al plan de reconstrucci¨®n del pa¨ªs con dinero estadounidense tras la II Guerra Mundial.

Los socialdem¨®cratas van a seguir los tres pr¨®ximos d¨ªas con una campa?a de centenares de miles de visitas a domicilios. Conf¨ªan en ara?ar unos votos que creen que pueden ser decisivos. En las anteriores elecciones federales, en 2009, uno de cada tres alemanes decidi¨® su voto en los ¨²ltimos d¨ªas. Pero los que estaban ayer en Alexanderplatz ya est¨¢n convencidos. Como Isabelle, estudiante de Friburgo, que ya ha votado por correo. Cree que lo m¨¢s importante es la solidaridad entre los que m¨¢s tienen y los que menos. Y en ese cap¨ªtulo, los democristianos tienen mucho que aprender, dice. ¡°Los trabajadores aqu¨ª cada vez ganan menos. Y en pa¨ªses como Espa?a la situaci¨®n es insostenible y nosotros deber¨ªamos ayudarles m¨¢s. Necesitamos un cambio de Gobierno ya¡±, dec¨ªa.