Mam¨¢ gan¨® las elecciones
A Angela Merkel no se le puede vencer, con Angela Merkel no se puede discutir. ?Por qu¨¦? Pues porque evita toda discusi¨®n
Me sumo al grupo de opini¨®n convencido de que habr¨¢ una era Merkel en Alemania. Confieso, no obstante, que he tenido que verlo para creerlo. Hasta la fecha, v¨ªctimas de anticuadas convenciones, algunos pens¨¢bamos que para dejar huella hist¨®rica desde la acci¨®n pol¨ªtica hab¨ªa que tener una poderosa personalidad y haber protagonizado acontecimientos que marcan ¨¦poca y determinan el destino de las generaciones venideras. Esta vieja tradici¨®n es inaplicable a Angela Merkel. A m¨ª no me alcanza la inventiva para imagin¨¢rmela representada en una estatua ecuestre.
Lo dijo el candidato socialdem¨®crata Steinbr¨¹ck al comentar el resultado de las elecciones. A Angela Merkel no se le puede vencer, con Angela Merkel no se puede discutir. ?Por qu¨¦? Pues porque evita toda discusi¨®n, se sostiene con pericia en la superficie de las ideas, a veces se muestra moderada hasta la inacci¨®n, es conciliadora, nunca da un grito, adopta convicciones de sus adversarios, dedica elogios al rival y, si conviene, le da la raz¨®n aunque luego haga lo que de todos modos ten¨ªa previsto hacer.
De ella se ha dicho que ha dejado caduco al Pr¨ªncipe de Maquiavelo. Tambi¨¦n, que ha inaugurado un estilo femenino de ejercer el trato pol¨ªtico y el mando. Me da que la ductilidad pragm¨¢tica es la clave de su ¨¦xito. Lo vimos en la ¨²ltima reuni¨®n del G20. Se neg¨® a firmar la declaraci¨®n de Obama sobre una inminente intervenci¨®n militar en Siria; despu¨¦s, como se enterase de que socios europeos hab¨ªan firmado, tambi¨¦n firm¨®.
Lo volvimos a ver durante el duelo en televisi¨®n con el candidato del SPD. Este la estrech¨® a reproches, le enumer¨® las no pocas consecuencias negativas de su gobierno, verti¨® sobre ella costales de datos, n¨²meros, porcentajes. Impermeable a la cr¨ªtica, Angela Merkel no tuvo dificultad para ponerse a salvo en el burladero de los eufemismos y las buenas intenciones. Para colmo, ha aprendido a sonre¨ªr.
Fue como si un se?or malo atacase a una madre. A una buena mujer que consagr¨® su campa?a electoral a pintar de rosa su gesti¨®n de gobierno, evitando hipotecar su futuro pol¨ªtico con promesas concretas, halagando los o¨ªdos de la ciudadan¨ªa con frases del tipo: "queremos una Alemania fuerte en una Europa fuerte", "mi prop¨®sito es conquistar el coraz¨®n de los electores", "es mi deseo personal que todos los alemanes puedan vivir de su trabajo". Cuanto m¨¢s la atacaba la oposici¨®n, mayor era su popularidad.
En lugar de explicar el programa de su partido, Angela Merkel opt¨® por un discurso encaminado a transmitir calma a una poblaci¨®n renuente a ceder un mil¨ªmetro de bienestar. El d¨ªa del debate, mirando con mueca dulce a la c¨¢mara, pronunci¨® la frase clave de su pensamiento pol¨ªtico: "Ustedes me conocen". Hubo un gesto general de asentimiento, a pesar de que apenas se sabe nada de la vida privada de esta mujer a quien se vio, s¨ª, en v¨ªsperas de los comicios, hacer la compra en un supermercado. Oportuno (?casual?) toque hogare?o. M¨¢s puntos a su favor.
Por esas v¨ªas sentimentales ha obtenido resultados que no se produc¨ªan en Alemania desde la euforia de la reunificaci¨®n con el canciller Kohl. ?Cu¨¢les son sus logros? S¨ª, bueno, por mucho empleo precario que haya, le cuadran los n¨²meros de su econom¨ªa dom¨¦stica (a pesar de una deuda monstruosa) y las clases medias viven en un apacible estado de satisfacci¨®n. Preservar a la gente del miedo, he ah¨ª el secreto de su popularidad. Por lo dem¨¢s, no se le conoce lo que pudi¨¦ramos llamar un proyecto de futuro.
Queda fuera de duda que el resultado de las elecciones del pasado domingo fue una victoria personal suya y no tanto de su gobierno, como demuestra el derrumbe de sus socios liberales (de 93 diputados a ninguno). Tampoco les fue bien a sus colegas anteriores del SPD, que obtuvieron el peor resultado de su historia tras cuatro a?os de coalici¨®n. Ahora Angela Merkel tendr¨¢ que buscar otro c¨®nyuge dispuesto a formar con ella una pareja similar a la de esas ara?as cuyo macho no s¨®lo es m¨¢s peque?o que la hembra, sino adem¨¢s, cumplida la misi¨®n, comestible. A los ciudadanos alemanes esto les preocupa poco. Mam¨¢ se encarga de todo.
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