El comunismo es presente en Portugal

Carlos Humberto de Carvalho, el alcalde de la localidad de Barreiro (80.000 habitantes), es un tipo sencillo y claro de 62 a?os que acaba de ganar las elecciones municipales de su ciudad por tercer mandato consecutivo y por mayor¨ªa absoluta. Viste sin traje y es comunista desde que cumpli¨® la mayor¨ªa de edad, en 1968, desde los duros, peliagudos y remotos tiempos de la clandestinidad. Pertenece al n¨²cleo duro. Al Comit¨¦ Central del Partido Comunista Portugu¨¦s (PCP). Y constituye uno de los ejemplos de un fen¨®meno raro en la pol¨ªtica europea: la supervivencia exitosa de un partido que languidece o agoniza en el resto de pa¨ªses vecinos pero que en Portugal mantiene un alto nivel de pervivencia y aceptaci¨®n en la sociedad.

En las ¨²ltimas elecciones municipales, celebradas el 29 de septiembre, con una abstenci¨®n r¨¦cord del 47%, la CDU (alianza entre el PCP y Los Verdes donde el peso comunista es infinitamente superior) fue, junto con las candidaturas independientes, la ¨²nica formaci¨®n pol¨ªtica que gan¨® en votos. Alcanz¨® un porcentaje superior al 10% (un 11,1%) y se hizo con la alcald¨ªa en 34 c¨¢maras municipales, seis m¨¢s que hace cuatro a?os. Por delante solo figuran el Partido Socialista portugu¨¦s (PS), que gobernar¨¢ en 148, y el conservador PSD del primer ministro Pedro Passos Coelho, que lo har¨¢ en 86. Los bastiones comunistas se encuentran en la regi¨®n rural del Alentejo y en el cintur¨®n industrial lisboeta, en la margen sur del Tajo: un aut¨¦ntico manch¨®n rojo que asombra a m¨¢s de un soci¨®logo.

Decimos lo que hacemos y hacemos lo que decimos. A la gente le gusta la coherencia

Carlos Humberto de Carvalho, alcalde de Barreiro

Barreiro se enclava ah¨ª, en la orilla apuesta a Lisboa. Es una ciudad con personalidad, nacida de la industria, de origen obrero, con un puerto rodeado de edificios de bloques de pisos, con muchos j¨®venes en las calles, sin el encanto decadentemente po¨¦tico de la capital, con polideportivos, aparcamientos con grafitis, bonitas puestas de sol, v¨ªas de tren que parten por el medio la ciudad, y una tasa de desempleo superior a la media portuguesa, que actualmente roza el 17%. Su alcalde, nacido en Barreiros y vecino desde siempre de la ciudad, descendiente de una familia de peque?os comerciantes (¡°fui durante alg¨²n tiempo comunista y peque?o empresario, je, je¡±) explica por qu¨¦, a su juicio, el PCP sigue ganando en su ciudad: ¡°Porque decimos lo que hacemos y hacemos lo que decimos. Aqu¨ª no se dice una cosa y se hace otra. A la gente le gusta la coherencia¡±.

Humberto de Carvalho recuerda que, como todos los municipios de Portugal, en los ¨²ltimos cuatro a?os debieron recortar servicios. ¡°Nosotros no vivimos en la ciudad ideal. Tuvimos que dejar de recoger la basura los domingos porque hemos tenido menos ingresos. Y tuvimos que reducir las paradas de las l¨ªneas de autobuses y el recorrido y la frecuencia de los autobuses¡±, a?ade. El Ayuntamiento dio voz a los vecinos en asambleas para opinar sobre los nuevos recorridos. ¡°Fue dif¨ªcil. Una se?ora me preguntaba por qu¨¦ quit¨¢bamos la parada de su calle si pagaba tantos impuestos como su vecina, que la ten¨ªa debajo de casa y se manten¨ªa. Yo no puedo obligar a que todos los vecinos lo entiendan. Pero tengo la obligaci¨®n de explic¨¢rselo a todos¡±, recuerda Humberto de Carvalho.

Y si hubo recortes en los servicios p¨²blicos, ?Qu¨¦ diferencia su gesti¨®n de la del Gobierno? ¡°Pues que nosotros jam¨¢s privatizaremos nada. Y jam¨¢s echaremos a un funcionario a la calle¡±, responde. El alcalde a?ade que tampoco se olvidar¨¢n jam¨¢s de ciertos sectores: ¡°Siempre habr¨¢ recursos para abrir los comedores escolares en vacaciones para que puedan comer los ni?os cuyas familias tienen menos recursos¡±.

Las razones de su ¨¦xito est¨¢n en su arraigo local, ser capaz de capitalizar el euroescepticismo, y la incapacidad de los socialistas portugueses

Los expertos aseguran que el PCP ha sabido atraer el voto de castigo de una poblaci¨®n harta de pasarlo mal y ver c¨®mo vive peor cada d¨ªa. Y lo ha hecho mejor que el Bloque de Izquierda, un conjunto de partidos cuya te¨®rica base electoral son los j¨®venes urbanos, muy activo en las manifestaciones anti-troika pero que se ha estrellado en las ¨²ltimas elecciones.

El polit¨®logo portugu¨¦s Ant¨®nio Costa Pinto asegura que las razones de la buena salud pol¨ªtica del PCP hay que buscarlas en su arraigada implantaci¨®n local, en haber sido capaz de capitalizar cierto euroescepticismo, en la incapacidad de los socialistas portugueses, m¨¢s centrados que los espa?oles, para ara?ar apoyos a la izquierda y en su fuerte implantaci¨®n sindical. ¡°Hasta los a?os 90 constat¨¢bamos que el electorado del PCP era mayor. Ahora hay m¨¢s j¨®venes que lo votan¡±, asegura. Y a?ade: ¡°El comunismo portugu¨¦s supo sobrevivir bien a la Guerra Fr¨ªa. Parad¨®jicamente, de la mano de su hist¨®rico l¨ªder ?lvaro Cunhal, nunca se moderniz¨® ni se adhiri¨® al eurocomunismo. Permaneci¨® fiel a s¨ª mismo a trav¨¦s de la tormenta ideol¨®gica que se desataba en el planeta. Y ahora, los dem¨¢s partidos comunistas europeos casi han desparecido mientras el viejo partido comunista portugu¨¦s todav¨ªa sigue vivo¡±.