Maduro pide poderes para gobernar por decreto durante un a?o
La Ley Habilitante, aprobada por el parlamento, otorga al Poder Ejecutivo la facultad de legislar
![El presidente Nicolás Maduro saluda al lado de su esposa y Diosdado Cabello.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/KQ4XYBOAEZ7XNK45NNJIWS374M.jpg?auth=913feff48c5abd9dfeb774236c40089cdc72cbc093dcbc06cbe6682d95cb7d19&width=414)
Nicol¨¢s Maduro huye hacia adelante. En su discurso de la noche de este martes ante la Asamblea Nacional para pedir poderes especiales que le permitir¨¢n legislar por decreto, el presidente venezolano quiso refutar el car¨¢cter coyuntural de la grave crisis econ¨®mica y de gobernabilidad que enfrenta su joven gesti¨®n, con apenas seis meses en el poder. Por el contrario: sostuvo que se trata de expresiones de una distorsi¨®n hist¨®rica y estructural, casi cultural, a la que se propone enfrentar con un esp¨ªritu de reconstrucci¨®n fundamentalista: ¡°Debemos traspasar la barrera de no retorno de la revoluci¨®n¡±, dijo, citando a Hugo Ch¨¢vez, ¡°y garantizar la irreversibilidad del camino al socialismo¡±.
Maduro ha pedido autorizaci¨®n para gobernar Venezuela por decreto durante un a?o. Con esos poderes pretende imponer ¡°una nueva ¨¦tica pol¨ªtica¡± y ¡°transformar la econom¨ªa¡±. Aunque no adelant¨® las leyes que en la pr¨¢ctica impulsar¨ªa con esas facultades ni tampoco enumer¨® los temas en los que espera aplicarlas. A lo largo de su intervenci¨®n de casi tres horas asom¨® posibilidades inquietantes que apuntan hacia la habilitaci¨®n de tribunales populares ¨C¡°no se pueden poner cortapisas a la contralor¨ªa del pueblo que quiere vivir en una nueva ¨¦tica¡±-, una mayor estatizaci¨®n de la sociedad ¨C¡°la burgues¨ªa todav¨ªa capta el 70 por ciento de la renta petrolera¡±-, y un control espec¨ªfico sobre los medios informativos ¨Cdonde ¡°domina la mentira y se deval¨²a la verdad¡±-¡±. De manera tambi¨¦n tangencial, dio a conocer su criterio de que se debe conceder una ¡°autoridad reforzada¡± para la Contralor¨ªa General de la Rep¨²blica, e imponer la pena m¨¢xima y un castigo ejemplar a los reos de corrupci¨®n.
Pero el presidente venezolano no quiso dejar dudas de que, al consignar su proyecto de Ley Habilitante, pretende radicalizar una revoluci¨®n autodenominada Bolivariana que hasta ahora ha consentido bolsones de liberalidad y tolerancia: ¡°No he venido a pedir a la derecha ni tregua ni cuartel¡±, advirti¨® a sus adversarios a la vez que interpelaba a sus compa?eros de partido: ¡°Prep¨¢rense para la ofensiva que viene¡±.
Al aludir a sus camaradas no pareci¨® jugar sino, de hecho, pareci¨® que los amenazaba con una purga interna en lo que llam¨® ¡°una revoluci¨®n dentro de la revoluci¨®n¡±. En una velada referencia a la boliburgues¨ªa ¨Cla clase empresarial que, en conexi¨®n con l¨ªderes pol¨ªticos y funcionarios del chavismo, ha amasado enormes fortunas-, calific¨® de absurdo que la revoluci¨®n pudiese dar origen a una nueva clase adinerada por lo que anunci¨® el regreso del ¡°l¨¢tigo de Ch¨¢vez¡±.
Acosado por el momento m¨¢s cr¨ªtico de la revoluci¨®n que Ch¨¢vez fund¨® en 1999 ¨Cy que en 2006 declar¨® ¡°socialista¡±-, desde principios de la sesi¨®n especial del parlamento venezolano, Maduro emiti¨® m¨²ltiples se?ales de que se preparaba para ejecutar un movimiento clave. Acudi¨® en traje formal, con la banda presidencial terciada sobre el pecho. Hizo convocar a los representantes de todos los poderes del Estado y del alto mando militar, as¨ª como algunos de los embajadores m¨¢s conspicuos del r¨¦gimen en el exterior. Aunque todo procuraba transmitir solemnidad ¨Cun concepto casi antag¨®nico con el chavismo-, Maduro se permiti¨® alg¨²n detalle coloquial como cuando mostr¨® la estatuilla de Jos¨¦ Gregorio Hern¨¢ndez, un m¨¦dico venezolano de principios del siglo XX, parte de un culto popular milagrero que la Iglesia Cat¨®lica a rega?adientes ha accedido a registrar en sus expedientes de santidad. El presidente anunci¨® que se lo enviar¨¢ a la presidenta argentina Cristina Fern¨¢ndez para que supere su convalecencia.
Fueron pocas esas salidas improvisadas del guion. Un guion que por primera fue expl¨ªcito: contrariando la costumbre de su mentor y ¡°l¨ªder eterno¡± y la suya propia, Maduro ley¨® el discurso. El texto, trufado de citas eruditas y menciones a Maquiavelo, Derrida, Arist¨®teles , Churchill o ¨Cc¨®mo evitarlo- Bol¨ªvar, fue bosquejando el retrato robot del enemigo declarado de la revoluci¨®n: la burgues¨ªa, a la que el presidente venezolano calific¨® indistintamente de ¡°desalmada¡±, ¡°ap¨¢trida¡± y ¡°parasitaria¡±. S¨®lo que ahora la revoluci¨®n decide combatirlo no con una consigna de lucha de clases sino bajo la bandera menos controversial de la lucha contra la corrupci¨®n. De acuerdo a Maduro, la burgues¨ªa necesita corromper a los funcionarios del Estado para asegurarse el control continuo de los destinos de la renta petrolera. Ahora le declara a ellos la Guerra a Muerte, parafraseado el t¨ªtulo de un decreto de Sim¨®n Bol¨ªvar.
Maduro entreg¨® el proyecto de ley al n¨²mero dos del chavismo y presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, a quien ahora corresponde informar de para qu¨¦ d¨ªa se convocar¨¢ la pr¨®xima sesi¨®n parlamentaria donde se va a discutir y votar la solicitud presidencial.
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