16 a?os trabajando para lograr el fin definitivo de las armas qu¨ªmicas
La OPAQ vigila que 188 pa¨ªses no acumulen arsenales qu¨ªmicos y destruyan los existentes
Desde hace 16 a?os la Organizaci¨®n para la Prohibici¨®n de las Armas Qu¨ªmicas (OPAQ) trabaja sin tregua en el desmantelamiento de estos arsenales en el mundo. A pesar del ¨¦xito obtenido en su labor ¡ª188 pa¨ªses son miembros de la convenci¨®n de 1993 que ella se encarga de gestionar¡ª ha desarrollado su labor casi fuera del ojo p¨²blico. La guerra de Siria, y la pr¨®xima adhesi¨®n de Damasco a la convenci¨®n la han aupado a la primera fila de los organismos internacionales.
La OPAQ no forma parte de la familia de Naciones Unidas pero colabora con ella. Especialmente en el caso sirio, adonde han acudido inspectores de ambas organizaciones para destruir las armas e instalaciones qu¨ªmicas del r¨¦gimen de Bachar el Asad. El Comit¨¦ del Nobel ha premiado dicho esfuerzo, que debe realizarse en medio de una guerra abierta y con gran peligro personal. En Damasco hay 20 expertos desplazados.
El director general de la OPAQ, Ahmet Uzumcu, ha aprovechado su comparecencia para agradecer la concesi¨®n del premio Nobel de la paz para volver a pedir un alto el fuego permanente en Siria con el fin de "garantizar la seguridad de nuestros inspectores". Uzumcu ha afirmado que su misi¨®n en el pa¨ªs ¨¢rabe cuenta con el apoyo "de todos los estados miembros" de la organizaci¨®n.
¡°Siria est¨¢ colaborando¡±, afirm¨® Uzumcu hace unos d¨ªas, subrayando el car¨¢cter voluntario de las adhesiones a la convenci¨®n. En circunstancias normales, los pa¨ªses se unen sin presiones exteriores al tratado. En este momento solo faltan por sumarse Angola, Egipto, Israel, Corea del Norte, Miyanmar (antigua Birmania) y Sud¨¢n del Sur. Siria ha tenido que hacerlo presionada por Rusia y EE UU, y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en pleno. No tuvo mas remedio despu¨¦s de que los supuestos ataques con gases letales mataran a miles de personas.
El trabajo de la OPAC ha logrado eliminar el 80% de las armas qu¨ªmicas mundiales. ¡°La l¨ªnea roja que no puede traspasarse en ning¨²n conflicto¡± tal y como record¨® el presidente estadounidense Obama, antes de sellar con Mosc¨² el acuerdo que forz¨® la entrada e los inspectores en Siria.
Espa?a y las armas qu¨ªmicas
Espa?a es miembro de la Organizaci¨®n para la Prohibici¨®n de las Armas Qu¨ªmicas (OPAQ) desde su fundaci¨®n, en 1997, al ser uno de los firmantes del tratado de Par¨ªs que dio origen a la organizaci¨®n. El Gobierno espa?ol ya hab¨ªa firmado en 1929 el Protocolo de Ginebra que prohib¨ªa el uso de armas qu¨ªmicas en tiempo de guerra, pero no imped¨ªa su proliferaci¨®n, venta y almacenaje.
Antes de eso, Espa?a no se hab¨ªa privado de utilizar armamento qu¨ªmico contra los rife?os en la Guerra de Marruecos, entre 1921 y 1927. En la batalla de Tizzi Azza, en 1923, la artiller¨ªa espa?ola dispar¨® proyectiles de gas mostaza contra las l¨ªneas marroqu¨ªes. Un a?o m¨¢s tarde, la aviaci¨®n empez¨® a lanzar el compuesto t¨®xico para bombardear las cabilas de una tribu rife?a, la de los Beni Tuzin. El gas venenoso se import¨® primero de Alemania, para luego fabricarse ¡ªen peque?as cantidades¡ª en una factor¨ªa en San Mart¨ªn de la Vega (Madrid).
Hoy esa factor¨ªa es el Instituto Tecnol¨®gico Militar de La Mara?osa, que entre otras instalaciones acoge el Laboratorio de Verificaci¨®n de Armas Qu¨ªmicas (LAVEMA), uno de los 21 laboratorios designados por la OPAQ para dar soporte t¨¦cnico a la organizaci¨®n.
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