Portugal explora otra pol¨ªtica
La llegada a la alcald¨ªa de Oporto de un independiente revoluciona las aguas pol¨ªticas lusas
Una de las actividades de la campa?a de Rui Moreira para la alcald¨ªa de Oporto consist¨ªa en llegar junto con alg¨²n ayudante, en una furgoneta habilitada, a alg¨²n barrio previamente publicitado en Facebook. Los vecinos le esperaban e iban entrando en el veh¨ªculo, de uno en uno y a raz¨®n de cinco minutos por cabeza, a fin de exponerle al aspirante lo que opinaban de su ciudad y su futuro, a medio camino entre el confesionario y la barra de bar.
¡ªMe di cuenta de que la gente est¨¢ harta de escuchar a los pol¨ªticos. La gente quiere hablarles.
Rui Moreira (56 a?os, traje oscuro, camisa blanca, sonriente apostura de dandi) es el personaje pol¨ªtico luso del momento. Se convertir¨¢ pronto en el primer alcalde independiente de Oporto, la segunda ciudad portuguesa, de 240.000 habitantes. No hay ejemplos as¨ª en Europa. Un movimiento civil impulsado hace medio a?o por un pu?ado de notables influyentes de esta ciudad provenientes de varios sectores ideol¨®gicos convenci¨® al por entonces presidente de la circunspecta Associa??o dos Comerciantes do Porto, que jam¨¢s hab¨ªa militado en ning¨²n partido pol¨ªtico, de que se colocara al frente de la candidatura.
¡°Entonces hab¨ªa sondeos que daban la victoria al candidato del centroderecha con un 60%¡±, recuerda Nuno Santos, uno de los asesores de campa?a de Rui Moreira.
¡°La gente est¨¢ harta de escuchar a los pol¨ªticos. Quiere hablarles¡±, se?ala
El lema de campa?a fue sintom¨¢tico: ¡°Oporto, nuestro partido¡±. Y la iniciativa, algo que muchos observadores ven consecuente con el esp¨ªritu de una ciudad industriosa y de esp¨ªritu liberal que siempre observa a Lisboa de reojo: ¡°Oporto es una ciudad especial, con un alma burguesa y din¨¢mica ¨²nica. Las ¨¦lites ¡ªlas ¨¦lites en sentido amplio de la palabra¡ª son muy participativas, desde siempre. Y a ese esp¨ªritu me acog¨ª yo para mi candidatura¡±, explica el pr¨®ximo alcalde.
Rui Moreira naci¨® en Oporto, claro, en el seno de una familia de la alta burgues¨ªa portuense. Su padre y su abuelo fueron empresarios prominentes de la ciudad. ?l, tras estudiar en Inglaterra, destac¨® en el comercio mar¨ªtimo aunque a los 35 a?os vendi¨® las acciones de sus empresas para dedicarse al negocio de las conservas y otros m¨¢s arriesgados o divertidos como abrir una discoteca. Es culto, abierto, simp¨¢tico, cosmopolita y pol¨ªglota y aunque ha vivido en Noruega, Dinamarca o Alemania asegura que jam¨¢s volver¨¢ a salir de su ciudad. Matiza que le han tentado muchas veces, sin ¨¦xito, para saltar a la pol¨ªtica nacional. Su consideraci¨®n social por dirigir la respetada asociaci¨®n local de comerciantes se mezcla con cierto tir¨®n popular por salir mucho en televisi¨®n como comentarista deportivo defendiendo siempre al F¨²tbol Club Oporto, del que se confiesa adicto irrecuperable. Esto le sirvi¨® para acudir el primer d¨ªa a los barrios m¨¢s populares sin sentirse un desconocido advenedizo que se descuelga desde la zona m¨¢s exclusiva de la ciudad sin nada m¨¢s que un panfleto electoral en el que sale su foto sonriendo a toda pastilla.
Despu¨¦s consigui¨® atraerse el voto de castigo a una pol¨ªtica del recorte permanente, supo convencer a sus vecinos de que, gracias a su independencia pol¨ªtica, jugar¨ªa solo por Oporto, sin necesitar la aquiescencia de Lisboa o del Gobierno central; y se aprovech¨® de una campa?a desastrosa de su rival del centroderecha, Lu¨ªs Filipe Menezes, preboste del aparato del partido del primer ministro, Pedro Passos Coelho.
Menezes bas¨® su estrategia electoral en prometer, entre otras cosas, puentes y t¨²neles improbables sobre y bajo el Duero, insistiendo en algo que, a juzgar por los resultados, empacha ya al portugu¨¦s medio.
El alcalde electo fue presidente de la asociaci¨®n local de comercio
Por el contrario, Rui Moreira se apart¨® de un populismo del que dice abominar: ¡°Solo promet¨ª que no me iba a olvidar de lo que viera en campa?a¡±. Y se avino a las viejas formas de hacer pol¨ªtica: ¡°Mucha calle, al principio solos¡±. Explic¨® su particular ideario, con algo de mejunje intransferible: ¡°En lo social soy de izquierdas, pero en la organizaci¨®n del Estado, de derechas¡±. A esto hay que a?adir cierta dosis intraducible del encanto del personaje: ¡°Fui yo siempre: a mis asesores les dije que me llevaran a las entrevistas y debates que quisieran, pero que jam¨¢s me dijeran lo que hab¨ªa que decir¡±.
¡°Era el hombre ideal. Habr¨ªa ganado si se hubiera presentado por cualquier partido. Es algo muy de Oporto¡±, asegura Carlos Magno, periodista portuense y presidente de la Entidade Reguladora para la Comunica??o Social.
¡°Tambi¨¦n muestra el desgaste de los partidos pol¨ªticos tradicionales. La partitocracia¡±, a?ade el comentarista pol¨ªtico Jos¨¦ Pacheco Pereira.
As¨ª, el candidato creci¨® d¨ªa a d¨ªa, a base de v¨ªdeos caseros colgados en la red (¡°hemos rodado 365 en seis meses¡±, recuerda el asesor Santos), y acab¨®, para sorpresa de todos, aprobaci¨®n de su ciudad y espanto de algunos, arrasando en las elecciones celebradas el pasado 29 de septiembre. Obtuvo el 39,2% de los votos, por delante de los 22,6% del Partido Socialista portugu¨¦s y del 21% del conservador PSD de Lu¨ªs Filipe Menezes. Es el peor resultado jam¨¢s alcanzado por estas dos formaciones pol¨ªticas en Oporto.
La noche de su triunfo, Rui Moreira concluy¨® su discurso con una frase prof¨¦tica que a¨²n retumba en la pol¨ªtica portuguesa: ¡°Si los partidos no han entendido lo que ha pasado aqu¨ª, entonces es que no han entendido nada¡±.
Turismo cultural contra el paro
El triunfo revolucionario de Rui Moreira en Oporto se produce en un momento sintom¨¢tico y crucial de la ciudad. Por un lado, el nivel de paro alcanza la cifra r¨¦cord del 19%, m¨¢s que la media del pa¨ªs, que roza el 17%, y que la de Lisboa, un punto m¨¢s baja. Por otro, la capital del norte de Portugal se est¨¢ convirtiendo en una ciudad de moda. El mismo alcalde electo citaba hace poco un art¨ªculo de The New York Times que la denominaba "el secreto mejor guardado de Europa".
Los vuelos low cost han puesto la ciudad en el mapa de las agencias de turismo. El a?o pasado aterrizaron all¨ª seis millones de pasajeros, casi cuatro m¨¢s que una d¨¦cada atr¨¢s. Y hay publicaciones portuguesas, como el ¨²ltimo n¨²mero del semanario Vis?o, titulado C¨®mo Oporto conquist¨® el mundo, que relacionan la actual y din¨¢mica vida nocturna de Oporto con la movida madrile?a de los ochenta. El futuro regidor, que luch¨® durante a?os contra la privatizaci¨®n del aeropuerto de la ciudad, temiendo que repercutiera en la anulaci¨®n de vuelos, insiste en que la cultura y el turismo cultural ser¨¢n uno de los motores econ¨®micos del futuro de Oporto. "Mi programa ten¨ªa tres patas: la cohesi¨®n social, el crecimiento econ¨®mico y la cultura, que liga los dos anteriores", ha dicho Rui Moreira.
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