Teher¨¢n afronta el dilema nuclear de la supervivencia
El programa at¨®mico es un seguro de vida para el r¨¦gimen, pero las sanciones amenazan con desestabilizarlo
Mientras Gadafi acab¨® tiroteado en una alcantarilla y Sadam colgado tras vivir escondido largo tiempo bajo tierra, el orondo Kim Jong-un ¡ªque a todas luces no parece m¨¢s espabilado que los dos anteriores¡ª mantiene sereno el poder en Corea del Norte, dispara de vez en cuando misiles bal¨ªsticos y asiste a partidos de baloncesto junto con el exjugador de la NBA Dennis Rodman. Muchas son las diferencias que se pueden evidenciar entre los dos primeros y el tercero. Hay una que sin duda marc¨® sus destinos: el arsenal nuclear del que Pyongyang dispone (y Tr¨ªpoli y Bagdad, no).
Un arsenal nuclear es una poderosa arma disuasoria ante cualquier tentaci¨®n de intervenci¨®n exterior, algo parecido a un seguro de vida frente a posibles ataques externos. Sin duda esa idea est¨¢ presente en las cabezas de los l¨ªderes del r¨¦gimen iran¨ª que, seg¨²n la interpretaci¨®n m¨¢s aceptada, intentan situarse a escasa distancia del arma at¨®mica ¡ªpor si alg¨²n d¨ªa la necesitaran deprisa¡ª.
Otras razones muestran la opci¨®n at¨®mica deseable para Teher¨¢n. ¡°El factor disuasorio es un elemento, pero yo creo que incluso m¨¢s que eso pesa la ambici¨®n de liderazgo regional¡±, comenta Ana Palacio, exministra de Exteriores de Espa?a, que sigue de cerca el asunto. ¡°Tambi¨¦n influye un sentimiento de orgullo nacional vinculado al programa, en un pa¨ªs que se considera heredero de una cultura milenaria fundamental en la historia de la humanidad. No es un caso aislado que incluso iran¨ªes cr¨ªticos con el r¨¦gimen respalden el plan at¨®mico¡±, advierte.
Pero Teher¨¢n se enfrenta ahora a un aut¨¦ntico dilema existencial. El inigualable valor estrat¨¦gico del programa nuclear debe superar en la balanza los grav¨ªsimos efectos de las sanciones internacionales sobre la econom¨ªa iran¨ª. Una asfixia que alimenta el malestar de la poblaci¨®n y que amenaza a medio plazo con prender la mecha de protestas potencialmente desestabilizadoras. Las exportaciones de crudo han bajado de 2,5 millones de barriles diarios a menos de un mill¨®n en dos a?os; la inflaci¨®n supera oficialmente el 40%; la divisa local, el rial, se despe?a a un ritmo pavoroso, y el paro, seg¨²n estimaciones independientes, supera el 20%.
La exportaci¨®n de petr¨®leo ha ca¨ªdo 1,5 millones de? barriles diarios en dos a?os
As¨ª que, en Teher¨¢n, algunos probablemente abogan por mantener firme el pulso nuclear recordando c¨®mo Gadafi y Sadam cayeron por intervenciones exteriores tras haber renunciado (el primero) o haber sido frenado por un ataque israel¨ª (el segundo) en la senda at¨®mica; otros, en cambio, recordar¨¢n que Mubarak y Ben Ali cayeron por tumultos populares en buena medida desatados por las dificultades econ¨®micas, la falta de oportunidades y la corrupci¨®n.
Este es el dilema que debe manejar el nuevo presidente iran¨ª ¡ªHasan Rohan¨ª, que asumi¨® el poder en agosto¡ª y que marca las negociaciones nucleares con las grandes potencias, que se reanudaron esta semana en Ginebra.
El tono del nuevo l¨ªder ¡ªque gan¨® las elecciones prometiendo una actitud dialogante en el exterior y menos restricciones en el interior¡ª ha marcado un claro cambio con respecto a su antecesor, Mahmud Ahmadineyad. Pero los esc¨¦pticos sostienen que, incluso si tuviese una aut¨¦ntica voluntad de cambio y moderaci¨®n, Rohan¨ª tiene un margen de maniobra limitado, ya que la m¨¢xima autoridad del Estado sigue siendo el ultraconservador ayatol¨¢ Ali Jamene¨ª; los esc¨¦pticos recuerdan que el moderado Mohamed Jatam¨ª logr¨® muy poco durante su presidencia (1997-2005); y que Rohan¨ª fue elegido en un sistema que consider¨® aptas para competir a la presidencia a tan solo ocho personas, vetando a casi 700. Dif¨ªcil esperar entonces cambios radicales de alguien que fue leal al r¨¦gimen durante tres d¨¦cadas.
Pero, en su haber, Rohan¨ª cuenta ya con importantes gestos de ruptura con el pasado. En pocas semanas de liderazgo, liber¨® a 11 presos pol¨ªticos; habl¨® directamente con Obama ¡ªprimera conversaci¨®n directa de los presidentes de ambas naciones en tres d¨¦cadas¡ª; form¨® un Gobierno repleto de tecn¨®cratas; quit¨® la competencia de la negociaci¨®n nuclear al conservador Consejo de Seguridad Nacional para entregarla a Exteriores, cartera liderada por un diplom¨¢tico con profundo conocimiento de Estados Unidos; dijo a los pasdar¨¢n (la guardia revolucionaria) que no se metan en pol¨ªtica; y, hace tan solo unos d¨ªas, reanud¨® relaciones diplom¨¢ticas con Reino Unido.
Rohan¨ª es el primer presidente iran¨ª que habla con un mandatario de EEUU en treinta a?os
Todo ello ¡ªjunto con la actitud constructiva mostrada por la delegaci¨®n que envi¨® al di¨¢logo nuclear con las potencias¡ª hace pensar que por primera vez hay una oportunidad para lograr, si no un retroceso, un frenazo y mayor transparencia en el programa at¨®mico de Teher¨¢n. El cambio en la negociaci¨®n ha sido radical, seg¨²n indican fuentes occidentales involucradas en la misma.
?Hasta d¨®nde podr¨ªa llegar Rohan¨ª? ¡°Interpretar lo que ocurre en Ir¨¢n es complicado, porque es un pa¨ªs muy opaco. Pero, m¨¢s all¨¢ de las especulaciones, es un hecho que Rohan¨ª gan¨®. Y si gan¨® es porque el r¨¦gimen se lo permiti¨®. Rohan¨ª¡±, prosigue Palacio, que en su etapa como jefa de la diplomacia espa?ola conoci¨® al nuevo presidente iran¨ª, ¡°es un magn¨ªfico negociador y un miembro posibilista del r¨¦gimen. Ese es el papel que le han adjudicado. Que le dejaran ganar hace pensar que s¨ª hay una posibilidad de soluci¨®n negociada¡±.
En los ¨²ltimos dos a?os, el r¨¦gimen ha pisado fuerte el acelerador y ha aumentado considerablemente su capacidad de enriquecer uranio, redoblando el n¨²mero de centrifugadoras aptas para ello. Tambi¨¦n est¨¢ muy cerca de poner en marcha un reactor de agua pesada, que permite disponer del plutonio necesario para armar una bomba. Envuelta en las tinieblas queda en cambio la distancia de la que se halla Teher¨¢n de poder fabricar una cabeza nuclear que pueda ser transportada por sus misiles. Al respecto, hay opiniones discordantes.
Pero el precio de ese empuje est¨¢ siendo dur¨ªsimo ¡ªadem¨¢s del petr¨®leo, tambi¨¦n la expulsi¨®n de entidades bancarias iran¨ªes del circuito de transferencias financieras SWIFT (controlado por Estados Unidos) est¨¢ haciendo mucha mella¡ª. Esta vez, el r¨¦gimen no maniobr¨® en la oscuridad para que un radical como Ahmadineyad retuviera la presidencia.
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