Los obispos mexicanos piden a las autoridades frenar el poder del narco
Los prelados se quejan de la "injusticia" de los secuestros y de los asesinatos que sufre la poblaci¨®n y la propia Iglesia
Los obispos mexicanos mostraron el mi¨¦rcoles su preocupaci¨®n con el poder que ostenta el crimen organizado y pidieron a las autoridades que acaben lo antes posible con la "injusticia" de los secuestros, asesinatos y cobro de cuotas -extorsiones a comerciantes, conductores en carretera- que sufre la poblaci¨®n de algunas regiones del pa¨ªs.
A trav¨¦s de un comunicado de la Conferencia del Episcopado mexicano, los prelados muestran su apoyo a Miguel Pati?o, el obispo de Apatzing¨¢n que hace unos d¨ªas denunci¨® la inseguridad que se vive en Michoac¨¢n, uno de los Estados m¨¢s violentos de la rep¨²blica. "Grupos criminales como La Familia, Los Zetas y Los Templarios se disputan la entidad, amenazan a la poblaci¨®n y hasta ahora las autoridades no han descubierto ni una casa de seguridad", dijo Pati?o.
Las iglesias mexicanas est¨¢n dejando tambi¨¦n de ser territorio sagrado para el narco. "Nos duele el drama por el que est¨¢n pasando muchas hermanas y hermanos mexicanos. Nos aflige el hecho de que incluso la atenci¨®n pastoral a los fieles se est¨¦ viendo afectada por las amenazas del crimen organizado", explican los obispos en la nota.
El pa¨ªs norteamericano vive una situaci¨®n compleja de seguridad desde que el expresidente Felipe Calder¨®n (2006-2012) declarase la guerra contra el narcotr¨¢fico. La violencia se recrudeci¨® especialmente en las zonas en disputa por los carteles aunque tambi¨¦n afect¨® a ciudades como Monterrey o Cuernavaca que se cre¨ªan libres de los problemas que afectan al resto de la naci¨®n. En el camino se cuentan, seg¨²n cifras oficiales, unos 70.000 muertos y 30.000 desaparecidos.
El ej¨¦rcito mexicano sali¨® a las calles y todav¨ªa tiene presencia en una docena de Estados, pese a que un grupo de trabajo de la ONU sobre desapariciones forzadas pidi¨® en marzo de 2011 al presidente que los devolviera a los cuarteles debido al alto n¨²mero de denuncias de la poblaci¨®n contra ellos y su poca especializaci¨®n en labores policiales. No obstante, han protagonizado algunas de las operaciones m¨¢s importantes contra l¨ªderes de los grupos criminales.
El obispo que puso el dedo en la llaga, monse?or Pati?o, sostiene que la presencia de la Polic¨ªa Federal, el Ej¨¦rcito y la Marina no han servido para nada. "Han aumentado los levantones (raptos para hacer desaparecer a una persona), secuestros, los asesinatos, el cobro de cuotas se ha generalizado y familias enteras han tenido que emigrar por el miedo y la inseguridad que se est¨¢ viviendo", se?al¨®. Critic¨®, acto seguido, los pocos resultados de las autoridades en cuanto a detenciones o hallazgo de desaparecidos.
Michoac¨¢n es un Estado con la sexta mayor deuda del pa¨ªs, escenario de una disputa entre c¨¢rteles y grupos de autodefensa, civiles armados que se ocupan de su propia seguridad. Pati?o dijo que seis municipios expulsaron al crimen organizado aunque se?al¨® que Los Caballeros Templarios "est¨¢n intentando recuperar las plazas". El Gobierno de la regi¨®n sufre adem¨¢s una gran inestabilidad desde que en abril se hiciera p¨²blica la enfermedad -aunque no especificada- de su gobernador, Fausto Vallejo, ausente hasta este mi¨¦rcoles.
Los obispos mexicanos se comprometieron a no tirar la toalla. Seguir¨¢n colaborando "en la atenci¨®n pastoral a las v¨ªctimas de la violencia y en la reconstrucci¨®n del tejido social", invocando a Dios y la virgen de Guadalupe. En un plano m¨¢s terrenal exigieron la acci¨®n del Gobierno.
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