La pena de muerte en EEUU, experimentos con seres vivos
Ante la escasez de f¨¢rmacos, Florida ejecut¨® a un reo y prev¨¦ hacerlo con otro utilizando un medicamento que no tiene categor¨ªa de anestesia
Todo har¨ªa pensar que al tratarse de la vida de un ser humano, por mucho que la ley permita que le sea arrebatada, habr¨ªa ciertos protocolos inviolables en el proceso de ejecuci¨®n de un preso que garantizar¨ªan, al menos, el derecho recogido en la octava enmienda de la Constituci¨®n americana que proh¨ªbe castigos crueles. Y sin embargo, no es as¨ª. Al menos un Estado de la Uni¨®n ¨Cotros de los 32 que tienen la pena de muerte en sus ordenamientos jur¨ªdicos ya amenazan con seguir la senda- ha decidido improvisar y ante la escasez de uno de los tres f¨¢rmacos que se emplean en el c¨®ctel mortal de medicamentos que se aplica en la inyecci¨®n letal lo ha reemplazado por otro que no ha sido probado para esos fines y que ni siquiera tiene la categor¨ªa de anestesia.
Florida ejecut¨® a mediados del mes pasado a un preso y prev¨¦ otra ejecuci¨®n el pr¨®ximo d¨ªa 12 utilizando el medicamento conocido como midazolam, un sedante que se vende bajo la marca comercial de Versed y que supuestamente es la benzodiacepina de efecto m¨¢s r¨¢pido del mercado. Hasta ahora, este f¨¢rmaco se utilizaba solo para tranquilizar a un paciente durante una intervenci¨®n sin importancia, ya que este permanece despierto. ¡°Es experimentar con humanos vivos¡±, sostiene respecto al nuevo f¨¢rmaco Richard Dieter, director del Centro de Informaci¨®n sobre la Pena de Muerte con sede en Washington.
El problema no es nuevo y se arrastra ya desde hace varios a?os, cuando en el oto?o de 2010 los centros penitenciarios se quedaron sin pentotal s¨®dico, el anest¨¦sico que se usaba en las penas capitales para dormir al reo antes de inyectarle en vena las otras dos sustancias que acaban con su vida. Entonces, Hospira, el ¨²nico laboratorio farmac¨¦utico que fabricaba el pentotal s¨®dico en EEUU, anunci¨® que ten¨ªa problemas para cumplir con la demanda. Oficialmente aleg¨® problemas log¨ªsticos y de dificultad para lograr ciertos ingredientes, pero detr¨¢s estaba el deseo de la compa?¨ªa de no querer verse asociada por m¨¢s tiempo con la pena de muerte. Casi a rengl¨®n seguido, en Italia ¨Cpa¨ªs donde se fabricaba uno de los ingredientes usados por Hospira- se vivi¨® una gran presi¨®n medi¨¢tica para que no se vendiera a EEUU m¨¢s anestesia destinada a los corredores de la muerte.
La secuencia anterior llev¨® a la improvisaci¨®n. El pentotal s¨®dico se reemplaz¨® con pentobarbital, b¨¢sicamente un sedante usado para sacrificar animales. A d¨ªa de hoy, la mayor¨ªa de las c¨¢rceles en las que se ejecuta la pena capital reconoce no tener o estar al l¨ªmite de sus existencias de pentobarbital, lo que, de nuevo, ha llevado a resolver con urgencia, recurriendo al midazolam.
La adopci¨®n por parte de Estados Unidos de la inyecci¨®n letal fue el resultado de m¨¢s de un siglo en la b¨²squeda de una forma ¡®humana¡¯ de acabar con la vida de los condenados a muerte, que comenz¨® con la horca y el pelot¨®n de fusilamiento. A estos m¨¦todos le siguieron la electrocuci¨®n (la primera silla el¨¦ctrica lleg¨® en 1890) y la c¨¢mara de gas (1921). En un macabro acto de evoluci¨®n y despu¨¦s de que un forense de Oklahoma considerase que se estaba ¡°matando animales con m¨¢s humanidad con la que se estaba matando a personas¡±, naci¨® en 1977 la inyecci¨®n letal, el c¨®ctel de tres medicamentos que pone fin a la vida de un preso condenado a la pena capital.
Lejos estaba entonces de imaginar el doctor Jay Chapman ¨Cel forense de Oklahoma y el ¡®padre¡¯ de la inyecci¨®n letal- que el que acabar¨ªa por convertirse en el principal modo de ejecuci¨®n en Estados Unidos ¨Cusado por primera vez en 1982, en Texas, la pena de muerte fue reinstaurada en EEUU en 1976- acabar¨ªa por ponerse en cuesti¨®n por algo tan simple como el desabastecimiento. El m¨¦todo Chapman consiste de tres pasos, cada uno acompa?ado de un medicamento que, en teor¨ªa, garantiza su ¨¦xito. El primero consiste en anestesiar al condenado para lo que viene despu¨¦s, por lo que se le aplica el pentotal s¨®dico. A continuaci¨®n, de nuevo por v¨ªa intravenosa, se le suministra al reo bromuro de vecuronio, que provoca par¨¢lisis y bloqueo de la respiraci¨®n. El tercer f¨¢rmaco es cloruro pot¨¢sico, que para el coraz¨®n.
¡°El papel del primer f¨¢rmaco que se inyecta es crucial, ya que si no funciona, el efecto de los dos fluidos que se aplican a continuaci¨®n puede provocar un dolor atroz¡±, apunta Dieter. Seg¨²n el periodista de la agencia Associated Press que asisti¨® a la ejecuci¨®n de William Happ el pasado mes en Florida, este estuvo consciente m¨¢s tiempo de lo normal e hizo ¡°m¨¢s movimientos corporales tras perder la consciencia de lo que suelen hacer otras personas ejecutadas con la vieja f¨®rmula¡±.
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