Un populismo sin base estad¨ªstica

Las sociedades europeas se alejan lentamente del enfoque con que han abordado el fen¨®meno migratorio en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas: el continente envejece y necesita mano de obra para paliar sus carencias laborales. Una avalancha migratoria parece haber colapsado las fronteras comunitarias y desbordado los servicios sociales de los grandes pa¨ªses. Pero las cifras, en general, no respaldan esa percepci¨®n y solo en los ¨²ltimos meses se atisba un cambio de tendencia. Sin embargo, la marea populista gana cada vez m¨¢s terreno y contagia de esos miedos a los grandes partidos.

Las estad¨ªsticas sobre inmigraci¨®n son a¨²n incompletas y poco homog¨¦neas, pero un vistazo a los principales registros demuestra que el discurso pol¨ªtico magnifica los problemas. Los extranjeros representan menos del 7% de la poblaci¨®n comunitaria, algo m¨¢s de 34 millones de personas. Se trata de un porcentaje modesto, aunque las diferencias entre pa¨ªses son enormes. Y si se descuentan los ciudadanos comunitarios que se mudan a otros pa¨ªses (por ejemplo, los franceses que residen en B¨¦lgica), el porcentaje baja al 4%, seg¨²n datos de Eurostat, la oficina estad¨ªstica comunitaria, relativos a principios de 2012.

Adem¨¢s, los ¨²ltimos flujos registrados por esta agencia ¡ªrelativos, en este caso, a 2011¡ª revelan un ligero descenso anual de las llegadas de inmigrantes. Aunque la tendencia puede haber cambiado desde entonces, la forma como este debate se ha apoderado de la escena pol¨ªtica en algunos pa¨ªses no est¨¢ avalada por los registros.

As¨ª ocurre, por ejemplo, en Reino Unido, el pa¨ªs que lidera esa creciente hostilidad hacia los extranjeros sin papeles. Sus porcentajes de inmigraci¨®n est¨¢n muy pr¨®ximos a la media, aunque es cierto que en los ¨²ltimos a?os los flujos han crecido con rapidez. En cualquier caso, acoge a bastantes menos extranjeros que Espa?a (7,6% de la poblaci¨®n frente a 12%), donde el discurso antiinmigraci¨®n no ha prendido de la misma manera pese a vivir una situaci¨®n econ¨®mica m¨¢s adversa.

Otro de los term¨®metros de los flujos migratorios proviene de las entradas irregulares detectadas por los pa¨ªses miembros y recogidas por Frontex. Los ¨²ltimos datos anuales de la agencia europea arrojan un descenso del 49% en 2012, tras el fuerte repunte experimentado el a?o anterior. La evoluci¨®n de 2013 revela ya un cambio de tendencia, pues los intentos de entradas registrados han crecido con fuerza en la primera mitad del a?o, especialmente las que tienen a Libia como origen y a Italia como destino.

De todos los mitos asociados a la supuesta avalancha de la inmigraci¨®n, quiz¨¢ el m¨¢s infundado es el relativo a los movimientos intracomunitarios. Algunos pa¨ªses ricos llevan meses denunciando lo que denominan turismo de prestaciones. Se trata de desplazamientos dentro de las fronteras comunitarias, amparados en la libertad de movimientos que rige en la UE, para beneficiarse de programas sociales m¨¢s generosos que los de los pa¨ªses de origen (por ejemplo, de Bulgaria a Reino Unido). Un reciente estudio de la Comisi¨®n Europea desmonta esos mitos. Solo un 2,7% de la poblaci¨®n europea reside en otro Estado miembro. El porcentaje cae al 1% si se a¨ªsla a los que no tienen trabajo. Y un 13% de ellos son estudiantes, lo que desactiva la alarma que muchos l¨ªderes pol¨ªticos tratan de infundir.