El nuevo ministro de Econom¨ªa concentra m¨¢s poder que nunca
El ministro Axel Kicillof, estudioso del marxismo, acapara la mayor concentraci¨®n de poder en un pa¨ªs asediado por la inflaci¨®n
El nuevo ministro de Econom¨ªa en Argentina, Axel Kicillof, el hombre que impuls¨® en 2012 la expropiaci¨®n de YPF a Repsol, concentra ahora un poder in¨¦dito entre los ministros de Cristina Fern¨¢ndez. En los ¨²ltimos siete a?os el aut¨¦ntico ministro de Econom¨ªa en funciones era Guillermo Moreno, quien operaba bajo el modesto t¨ªtulo oficial de Secretario de Comercio. Los ministros eran nombrados y despedidos, pero Moreno siempre segu¨ªa ah¨ª, cumpliendo a rajatabla las directrices de N¨¦stor Kirchner y Cristina Fern¨¢ndez.
?Hab¨ªa que falsear las cifras de la inflaci¨®n con tal de ahorrarse unos 3.000 millones de d¨®lares al a?o en pago de bonos asociados a las tasas de inflaci¨®n? All¨ª aparec¨ªa Moreno para despedir a los profesionales del instituto de estad¨ªsticas argentino que denunciaron la manipulaci¨®n de las cifras. ?Hab¨ªa que ¡°apretar¡± a los empresarios para que dejasen de anunciarse en Clar¨ªn o para que congelaran los precios de los supermercados? Moreno asum¨ªa el papel de polic¨ªa malo, levantaba el tel¨¦fono y los empresarios obedec¨ªan. Sin necesidad de ning¨²n papel escrito, ninguna ley, ninguna firma. Bastaba un grito, una amenaza de Moreno, que pod¨ªa bajar o subir a su antojo la barrera de las importaciones para cualquier producto. Todo el mundo sab¨ªa que Moreno contaba con el respaldo absoluto de Cristina Fern¨¢ndez. Hasta que el martes Fern¨¢ndez le solt¨® la mano, lo ech¨® del Gobierno ¨Cdigamos que le acept¨® su dimisi¨®n-- y le regal¨® un retiro dorado como agregado econ¨®mico en la embajada de Roma. Y ahora ser¨¢ Kicillof, El Pibe, El Sovi¨¦tico, como le apodaba Moreno, el que reinar¨¢ a solas en el ministerio de Econom¨ªa.
Kicillof y Moreno congeniaron bien. Fraguaron alianzas para afrontar las batallas internas del ministerio de Econom¨ªa. Eran los grandes defensores de la intervenci¨®n del Estado frente a cualquier ¡°guitarrista del libre mercado¡±, en expresi¨®n del propio Kicillof. ?Pero hasta d¨®nde llegar¨¢ esa intervenci¨®n del Estado? Con Moreno y Kicillof ya se ha visto: restricci¨®n de las importaciones, la prohibici¨®n a las empresas de repatriar sus beneficios, restricci¨®n a la compra de d¨®lares... Con Kicillof a solas est¨¢ por ver.
Al margen del apodo, Kicillof nunca se ha definido p¨²blicamente como marxista. Lo que s¨ª asume es que ha estudiado con mucha profundidad el marxismo. Y tambi¨¦n al economista John Maynard Keynes. Sobre este ¨²ltimo trabaj¨® en una tesis entre 1998 y 2005. La investigaci¨®n se convirti¨® en libro y en su introducci¨®n escribi¨® Kicillof: ¡°Mis intereses se inclinaban hacia [Adam] Smith, [David] Ricardo y especialmente hacia Marx, autores casi del todo ausentes en el canon delmainstream. Mientras estas lecturas me resultaban absorbentes y me proporcionaban infinidad de claves para comprender las condiciones econ¨®micas del presente, la bibliograf¨ªa oficial me parec¨ªa, en cambio, casi siempre ins¨ªpida y, aunque pretend¨ªa ser m¨¢s concreta, parad¨®jicamente, se me antojaba por completo alejada de la realidad y estrechamente condicionada por sus prejuicios ideol¨®gicos¡±.
Ahora, lo que temen ciertos empresarios en Argentina es que sea la ideolog¨ªa de Kicillof la que condicione el mercado. Que una vez despedido Guillermo Moreno, cambie el estilo amenazador de dirigir la econom¨ªa, pero no la esencia. El estilo de Kicillof no es el de insultar a los empresarios por tel¨¦fono, pero tampoco se opuso nunca abiertamente a ninguna de las medidas que promovi¨® Moreno en los dos ¨²ltimos a?os. Y a veces, hasta se le escap¨® alguna expresi¨®n propia del mejor Guillermo Moreno. En septiembre de 2012 trascendi¨® en el diario Clar¨ªn las cr¨ªticas que Paolo Roca, el propietario de Techint, la mayor multinacional argentina, hizo al Gobierno. La respuesta de Kicillof en un programa de la televisi¨®n p¨²blica fue: ¡°Habr¨ªa que bajar el precio de la chapa [acero] y fundir al se?or Paolo Rocca. Pero el Gobierno no lo har¨¢¡±.
Igual que Guillermo Moreno, Kicillof tiene fama de trabajador y honesto. Proviene de una familia de clase media, est¨¢ casado con la profesora universitaria de Literatura Soledad Quereilhac, de 37 a?os, con la que tiene dos hijos. El libro de 498 p¨¢ginas que Kicillof public¨® sobre Keynes presenta una dedicatoria muy breve: ¡°A Sol, mi mujer¡±. En la ¨²nica ocasi¨®n en la que este periodista ha podido hablar con ¨¦l Kicillof expres¨® su preocupaci¨®n por el efecto que la exposici¨®n medi¨¢tica podr¨ªa tener en sus hijos. Kicillof, como la mayor parte de los miembros del Gobierno, no acostumbra a conceder entrevistas. Y cuando lo ha hecho ha sido en programas de la televisi¨®n p¨²blica donde nadie le plante¨® nunca nada acerca de un tema clave en la econom¨ªa del pa¨ªs como es la inflaci¨®n.
Cuando Guillermo Moreno comenz¨® a manipular las estad¨ªsticas, en 2007, Kicillof impuls¨® la publicaci¨®n de ¨ªndices extraoficiales. Kicillof sol¨ªa decir que el Gobierno hab¨ªa privado a la sociedad de una herramienta fundamental para conocer la situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs. Pero en 2009 comenz¨® a trabajar para el Gobierno a trav¨¦s de su amigo Mariano Recalde, presidente de Aerol¨ªneas Argentinas, militante de la asociaci¨®n juvenil La C¨¢mpora y amigo tambi¨¦n de M¨¢ximo Kirchner, hijo de Cristina Fern¨¢ndez. Kicillof se incorpor¨® como gerente financiero de Aerol¨ªneas y a partir de ah¨ª fue escalando puestos.
Su momento estelar sobrevino con la expropiaci¨®n de Repsol. Los medios de todo el mundo repararon en sus ojos claros, las patillas a lo Elvis Presley, las camisas sin corbata, el aspecto juvenil, a pesar de sus 42 a?os y el verbo brillante. Cuando habla Kicillof uno no tiene la impresi¨®n, como ocurre con tantos pol¨ªticos, de estar escuchando a un asesor de imagen.
En abril de 2012, Axel Kicillof fue en el encargado de exponer en el Senado los fundamentos de la expropiaci¨®n a Repsol. Kicillof critic¨® los t¨¦rminos de seguridad jur¨ªdica y clima de negocios, ¡°palabras horribles¡±, tal como ¨¦l piensa que los concibe un empresario que s¨®lo busca el mayor beneficio para su empresa. ¡°?Qu¨¦ seguridad jur¨ªdica; qu¨¦ clima de negocio m¨¢s que un gobierno comprometido con sostener el crecimiento, con sostener la demanda interna; con sostener nuestras extraordinarias exportaciones hacia el resto del mundo?¡±, se?al¨®.
Si Kicillof opta por una pol¨ªtica a¨²n m¨¢s intervencionista que la de Guillermo Moreno el ¨²nico contrapeso que podr¨ªa tener dentro del Gobierno es el nuevo Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, exgobernador de la provincia de Chacro. Capitanich tiene formaci¨®n econ¨®mica tambi¨¦n, ambos se conocen desde la d¨¦cada de los noventa, cuando Kicillof trabaj¨® para una consultora de Capitanich. A diferencia de Kicillof, Capitanich es un peronista muy pragm¨¢tico, de centro izquierda. Y cuenta con opciones de ser presidente en 2015. Este ¨²ltimo dato podr¨ªa condicionar toda la pol¨ªtica econ¨®mica de Axel Kicillof.
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