Fin del principio en Ir¨¢n

Tras tres maratonianas reuniones p¨²blicas, en formato P5+1, y otras cinco bilaterales secretas, celebradas en Om¨¢n entre estadounidenses e iran¨ªes desde marzo pasado, se ha establecido un plan de acci¨®n para neutralizar la amenaza que representa un hipot¨¦tico Ir¨¢n nuclear. Es, desde luego, una buena noticia; pero conviene retrasar el descorche del champ¨¢n porque, en esencia, lo ¨²nico que se ha logrado es comprar seis meses (que pueden ser prorrogados si lo desean) para negociar un verdadero acuerdo.

De Ginebra sale un compromiso que no le obliga a Ir¨¢n a cumplir de inmediato con las demandas del Consejo de Seguridad de la ONU (concretadas en cuatro rondas de sanciones que exigen la pr¨¢ctica detenci¨®n de su programa nuclear). El documento ginebrino le permite conservar la mitad de sus 200kg de uranio enriquecido al 20%- susceptibles de servir de base (insuficiente) para una futurible bomba nuclear-, a cambio de rebajar el resto hasta el 5%. Tambi¨¦n le compromete a no realizar ning¨²n avance en su capacidad de enriquecimiento en Natanz y Fordo, y a no enriquecer m¨¢s uranio al 5% en estos seis meses (contando con que ya dispone de unas seis toneladas); pero a cambio de que (como no podr¨ªa ser de otro modo) le sea reconocido su derecho, como cualquier firmante del TNP, a seguir haci¨¦ndolo m¨¢s adelante. Para lograr esto ¨²ltimo- lo que previsiblemente necesitar¨¢ a¨²n un gran esfuerzo negociador-, Ir¨¢n se ofrece a satisfacer todas las demandas de informaci¨®n de la AIEA (incluyendo las que afectan al reactor de agua pesada de Arak) y a permitir el acceso de sus inspectores a todas las instalaciones, pero posponiendo la ratificaci¨®n del m¨¢s intrusivo Protocolo Adicional de 1997. Especialmente importante es, asimismo, la aceptaci¨®n de no instalar ni fabricar m¨¢s centrifugadoras, aunque podr¨¢ mantener las 19.000 que tiene y sustituir las averiadas por otras de igual modelo.

En resumen, ninguno de los puntos acordados impide a Ir¨¢n retomar m¨¢s adelante la senda de la proliferaci¨®n nuclear (basta recordar el caso norcoreano a partir de un acuerdo similar). Para evitarlo se necesita que, en solo seis meses, ambas partes logren crear la confianza mutua necesaria para poner en marcha un sistema de total transparencia, en paralelo a un levantamiento total de las sanciones.

Mientras tanto, Ir¨¢n ver¨¢ de inmediato aliviada su situaci¨®n econ¨®mica al poder recuperar a buena parte de sus clientes para la compraventa de hidrocarburos (Ir¨¢n es importador neto de productos refinados) y al ver desbloqueados parcialmente (sin que el documento precise el volumen) fondos retenidos en bancos internacionales. M¨¢s beneficiosa a¨²n resulta la suspensi¨®n de sanciones estadounidenses y comunitarias en los sectores petroqu¨ªmico, automovil¨ªstico y de aviaci¨®n civil. Si a esto se a?ade el compromiso de no imponer ninguna sanci¨®n adicional en estos pr¨®ximos meses (lo que obligar¨¢ a Obama a enfrentarse nuevamente a sus opositores dom¨¦sticos), se entiende mucho mejor la abierta satisfacci¨®n mostrada incluso por el l¨ªder supremo Ali Jamenei (aunque Netanyahu, obviamente, no la comparta).

Jes¨²s A. N¨²?ez Villaverde es codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acci¨®n Humanitaria (IECAH)

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