La muerte en c¨¢mara lenta de Iv¨¢n Simonovis
El preso m¨¢s emblem¨¢tico de la era chavista cumpli¨® en noviembre nueve de los 30 a?os que deber¨ªa pasar en prisi¨®n y acaba de publicar una autobiograf¨ªa, 'El prisionero rojo'
Mar¨ªa del Pilar Simonovis, conocida como Bony, se ha imaginado varias veces c¨®mo recibir¨¢ a su esposo Iv¨¢n cuando salga de la c¨¢rcel. En un tiempo pens¨® llevarlo a casa de su madre, Luise, quien fue una incansable defensora de su causa, pero la suegra muri¨® este a?o sin haber cumplido el deseo de ver al yerno nuevamente en la calle. ¡°De verdad prefiero no hacerme ilusiones. No quiero volver a sufrir¡±, responde esta mujer de cabello claro y ojos verdes cuando se le pregunta sobre la posibilidad de que su marido sea excarcelado para que atienda sus graves problemas de salud.
Esta vez, sin embargo, todo parece ser distinto y no ser¨ªa extra?a una pronta liberaci¨®n del ex comisario. El exvicepresidente de Hugo Ch¨¢vez, Jos¨¦ Vicente Rangel, ha exhortado por tercera vez al Gobierno para que revise el caso del exsecretario de Seguridad Ciudadana de la Alcald¨ªa Metropolitana de Caracas, condenado a 30 a?os de prisi¨®n como uno de los responsables del tr¨¢gico saldo de la protesta que antecedi¨® al golpe de Estado que desaloj¨® del poder a Hugo Ch¨¢vez en abril de 2002. ¡°El sucesor del comandante, Nicol¨¢s Maduro, no dirige un Gobierno represor, todo lo contrario. Tiene un profundo sentido humano y por lo mismo debe amnistiar a Simonovis¡±, afirm¨® en su programa dominical. ¡°Muy pocos en el pa¨ªs permanecen en la c¨¢rcel tanto tiempo y ¨¦l tambi¨¦n est¨¢ muy delicado de salud. ?Qu¨¦ impide una medida de gracia? No entiendo lo que pasa¡±, agreg¨®.
Fue un llamado en¨¦rgico que responde al diagn¨®stico que esta semana certific¨® una junta m¨¦dica militar, convocada por la juez que lleva la causa para decidir si se le otorga una medida humanitaria solicitada por la defensa. En caso de que as¨ª sea Simonovis, un brillante oficial de investigaci¨®n con carrera en la polic¨ªa cient¨ªfica, podr¨¢ permanecer en su casa hasta que pueda volver a la c¨¢rcel una vez repuesto de sus padecimientos. La evoluci¨®n de la salud de este exfuncionario es una obligada consulta para la prensa local. Organizaciones de derechos humanos consideran que su caso encarna los abusos que a su juicio se han cometido en tres lustros contra la oposici¨®n pol¨ªtica. M¨¢s all¨¢ de eso parece muy claro que Simonovis es el preso m¨¢s emblem¨¢tico de toda la era chavista.
Este exfuncionario padece de 19 patolog¨ªas asociadas a la colecistitis aguda perforada por la que fue operado de emergencia en julio: hidronefrosis derecha, hipertensi¨®n arterial y sacroileitis. Todos estos nombres de la jerga m¨¦dica quiz¨¢s no digan nada m¨¢s contundente que la posibilidad de que el preso sufra una fractura espont¨¢nea de la columna vertebral. Simonovis es un hombre de 53 a?os encerrado en el cuerpo de abuelo de ochenta debido a las duras condiciones de reclusi¨®n a las que fue sometido durante ocho a?os y medio en la sede del Seb¨ªn, la polic¨ªa pol¨ªtica venezolana. En todo ese tiempo, cuenta su esposa ¡°Bony¡±, el prisionero s¨®lo recibi¨® la luz del sol durante 13 d¨ªas. Este a?o fue trasladado a la prisi¨®n militar de Ramo Verde en una zona monta?osa a las afueras de Caracas, donde no padece del encierro permanente. Pero cada d¨ªa que pasa, alerta su esposa, su salud de agrava.
Jos¨¦ Luis Tamayo, otro de los abogados defensores, estim¨® en una entrevista con la cadena Uni¨®n Radio que su cliente estar¨ªa en su casa ¡°a m¨¢s tardar en diciembre¡±. Pero no es la primera vez que se generan y frustran las expectativas. Parte del calvario de Simonovis est¨¢ retratado en una autobiograf¨ªa aparecida hace una semana, la cual redact¨® desde 2009 sobre servilletas que luego su esposa y otros amigos transcrib¨ªan. El prisionero rojo es un ajuste de cuentas con su vida antes de su encierro ¨Cllena de carencias en lo personal y de indiscutibles logros en lo profesional- y con lo que ha vivido desde el d¨ªa que cay¨® preso, 22 de noviembre de 2004, mientras intentaba abordar un avi¨®n con destino a Atlanta, Estados Unidos. Esas l¨ªneas transpiran mucho resentimiento, una reacci¨®n atribuible quiz¨¢ al extenso encierro y al juicio que lo conden¨® a la pena m¨¢xima establecida en el ordenamiento jur¨ªdico venezolano. Pero es tambi¨¦n un documento vital para comprender la ligereza con la que act¨²a la justicia bolivariana cuando recibe presiones pol¨ªticas. En alg¨²n momento el prisionero escribe: ¡°Soy un ateo del sistema judicial¡±. Durante el juicio jam¨¢s se pudo individualizar su responsabilidad en las muertes de Rudy Urbano Duque y Erasmo Enrique S¨¢nchez, ocurridas en abril de 2002. De una acusaci¨®n imprecisa, seg¨²n sus abogados, se deriv¨® una larga condena hecha p¨²blica en 2009.
La semana pasada Iv¨¢n Simonovis cumpli¨® nueve a?os de los 30 a?os de condena. ¡°Iv¨¢n es el instrumento de una venganza pol¨ªtica¡±, afirma Bony. Para darle respaldo a sus afirmaciones enumera hechos conocidos. El 31 de diciembre de 2007 el presidente Hugo Ch¨¢vez amnisti¨® a parte de los supuestos involucrados en los hechos conexos al golpe de Estado que se hubiesen puesto a derecho. Simonovis no form¨® parte de esa lista porque la matanza ocurrida ese 11 de abril fue considerada como un delito de lesa humanidad, un aspecto que qued¨® por fuera de la gracia presidencial. Mucho despu¨¦s el exmagistrado chavista Eladio Aponte Aponte, quien pidi¨® protecci¨®n a las autoridades estadounidenses por sentirse v¨ªctima de una persecuci¨®n en Venezuela, confes¨® que por ¨®rdenes del fallecido l¨ªder deb¨ªa lograr la condena de Simonovis, otros dos comisarios ¨CHenry Vivas y L¨¢zaro Forero- y ocho polic¨ªas rasos integrantes de la Polic¨ªa Metropolitana de Caracas. En una confesi¨®n escrita, notariada y apostillada Aponte Aponte revel¨® que ¨¦l redact¨® las sentencias de todas las instancias que conocieron el caso, y que cuando ¨¦ste lleg¨® a la Sala Penal ¨¦l elabor¨® el fallo que desech¨® el recurso de casaci¨®n introducido por la defensa sin siquiera leer el expediente. ¡°La orden que expresamente me dio el presidente Ch¨¢vez era salir de eso de inmediato, sin m¨¢s tardanza¡±.
Sobre la prolongada detenci¨®n de Iv¨¢n Simonovis la directora de la ONG Cofavic, Liliana Ortega, ha dicho: ¡°Ninguna persona que est¨¦ presa por diferencias ideol¨®gicas o creencias religiosas puede ser perseguida con tanta sa?a¡±. ¡°Bony¡± seguramente respaldar¨¢ esas ideas, pero tampoco quiere creer que la libertad de su esposo es cuesti¨®n de d¨ªas. ¡°Mi familia y yo ya hemos sufrido demasiado¡±.
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