Egipto ultima una nueva Constituci¨®n bajo la tutela de las Fuerzas Armadas
El texto refuerza el papel del Ej¨¦rcito y consagra la 'shar¨ªa' como base del ordenamiento jur¨ªdico El proyecto prev¨¦ que los civiles puedan ser juzgados en tribunales militares
El proceso de aprobaci¨®n por parte de la Asamblea Constituyente de Egipto de un nuevo borrador constitucional ha dejado una indeleble sensaci¨®n de d¨¦j¨¤ vu. Un a?o y un d¨ªa despu¨¦s de aprobarse el borrador de la anterior Constituci¨®n, de corte islamista, el r¨¦gimen salido del golpe de Estado militar del 3 de julio volvi¨® a redactar una Carta Magna excluyendo a los Hermanos Musulmanes, un segmento importante de la sociedad, en un momento de m¨¢xima conflictividad social.
No en vano, a solo unos metros del Senado, donde se celebr¨® la ¨²ltima sesi¨®n de la asamblea, ten¨ªa lugar este domingo una batalla campal entre estudiantes afines a la Hermandad y las fuerzas de seguridad.
Todo es igual, y a la vez todo es distinto. Los principales protagonistas de la escena pol¨ªtica egipcia han intercambiado sus papeles. Los l¨ªderes de la Hermandad y sus aliados, que impusieron sin escr¨²pulos su mayor¨ªa parlamentaria en el proceso constituyente de 2012, se encuentran ahora encarcelados como consecuencia del golpe. Ahora hay en el Gobierno una heterog¨¦nea alianza de partidos laicos e instituciones afiliadas a la era Mubarak, con el Ej¨¦rcito como detentador ¨²ltimo del poder.
El nuevo texto constitucional contar¨¢ con 247 art¨ªculos.
La nueva Constituci¨®n, que ser¨¢ la segunda tras la ca¨ªda de Mubarak, proh¨ªbe los partidos "de base religiosa"
¡°El borrador es radicalmente diferente del que se aprob¨® en 2012 en t¨¦rminos de justicia social, garantizando unas mayores libertades y trazando un nuevo futuro para Egipto¡±, se felicit¨® Amr Musa, el veterano presidente de la Asamblea, que cifr¨® en 42 los art¨ªculos de nuevo cu?o que otorgan libertades y derechos sociales.
No obstante, algunos analistas dudan de que esta sea realmente una Constituci¨®n m¨¢s garantista. ¡°Sin ser ideal, el contenido estricto del borrador es mejor que la anterior Carta Magna. Pero el gran problema reside en su aplicaci¨®n¡±, explica Ziad Ali, un experto en derecho constitucional. Sin un poder judicial independiente, la Constituci¨®n puede convertirse en papel mojado, y sus libertades en una especie de espejismo en mitad del desierto. La deriva autoritaria del r¨¦gimen actual, con su restrictiva ley de manifestaciones y su campa?a de arrestos masivos, no invita precisamente al optimismo.
La principal novedad del borrador es que elimina las provisiones de corte m¨¢s islamista, como la que reconoc¨ªa la jurisprudencia de la shar¨ªa o ley isl¨¢mica como fuente de derecho, y otorgaba a la instituci¨®n teol¨®gica de Al Azhar la capacidad de interpretarla. El borrador actual retorna al modelo de la Constituci¨®n de 1971, y simplemente designa ¡°los principios de la shar¨ªa¡± como fuente de inspiraci¨®n del ordenamiento jur¨ªdico.
Otro de los cambios importantes es que proh¨ªbe la formaci¨®n de partidos de base religiosa, lo que podr¨ªa excluir de manera permanente a las fuerzas islamistas del sistema pol¨ªtico, y refuerza el papel del Ej¨¦rcito. Entre los art¨ªculos m¨¢s controvertidos est¨¢ el que otorga derecho de veto al Consejo Superior de las Fuerzas Armadas sobre el nombramiento del ministro de Defensa durante los pr¨®ximos ocho a?os. Adem¨¢s, los uniformados podr¨¢n determinar su propio presupuesto, y habr¨¢ juicios militares a civiles, lo que representa una sonada derrota para los activistas revolucionarios. ¡°Esto equivale a que el Ej¨¦rcito se convierta en un Estado dentro del Estado¡±, lament¨® Gamal Eid, responsable de una conocida organizaci¨®n de derechos humanos.
La mayor¨ªa de los art¨ªculos fueron aprobados con un alto grado de consenso en la votaci¨®n final, que se inici¨® el s¨¢bado y se prolong¨® durante dos d¨ªas. Sin embargo, cuatro no consiguieron el qu¨®rum requerido y tuvieron que ser debatidos de nuevo a puerta cerrada. Se trata de los dedicados al calendario y el sistema electoral de las pr¨®ximas elecciones legislativas, y a la representaci¨®n de las minor¨ªas y los trabajadores en el Parlamento.
Cuando el presidente interino del pa¨ªs, Adly Mansur, reciba el borrador definitivo, deber¨¢ convocar un refer¨¦ndum en un plazo de un mes. Los Hermanos Musulmanes han calificado el proceso constituyente de ileg¨ªtimo, pero a¨²n no han decidido si llamar¨¢n a sus seguidores a boicotear el refer¨¦ndum o har¨¢n campa?a por el no.
El refer¨¦ndum ser¨¢ la primera vez que el pueblo egipcio podr¨¢ manifestar su opini¨®n sobre el proceso pol¨ªtico iniciado el 3 de julio. Las encuestas, poco fiables en Egipto, han ofrecido resultados dispares. La ¨²ltima, elaborada por la fundaci¨®n estadounidense Zogby, describe un pa¨ªs partido en dos mitades pr¨¢cticamente iguales. Mientras que la popularidad del general Abdelfat¨¢ al Sisi se sit¨²a en el 46%, el depuesto presidente islamista Mohamed Morsi le pisa los talones, con un 44%.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.