La ONU vincula a altos oficiales sirios con los cr¨ªmenes de la guerra civil

La Comisi¨®n de Derechos Humanos de Naciones Unidas tiene pruebas que incriminan ¡°a altos escalafones del gobierno, incluido el jefe de Estado¡± de Siria en cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad, serias violaciones de los derechos humanos durante los m¨¢s de dos a?os y medio de guerra que se han cobrado m¨¢s de 100.000 v¨ªctimas y han provocado ya m¨¢s de seis millones de refugiados internos y externos. Pero no s¨®lo en ese bando se han cometido excesos. ¡°El alcance de la brutalidad de los abusos que se han cometido en ambas partes es dif¨ªcil de creer¡±, dijo en conferencia de prensa en Ginebra Navi Pillay, Alta Comisionada de la ONU para Derechos Humanos, seg¨²n ese organismo internacional.

Es la primera ocasi¨®n en que la ONU responsabiliza directamente a la c¨²pula del r¨¦gimen de cr¨ªmenes de guerra. La Comisi¨®n de Derechos Humanos cre¨® un grupo de investigaci¨®n sobre el conflicto sirio cinco meses despu¨¦s de que estallaran las primeras manifestaciones contra el r¨¦gimen de Bachar el Asad en marzo de 2011. Ese grupo, integrado por el brasile?o Paulo S¨¦rgio Pinheiro, la norteamericana Karen Koning AbuZayd, el turco Yakin Erturk, la suiza Carla del Ponte y el tailand¨¦s Vitit Muntarbhorn, ha efectuado ya m¨¢s de 2.000 entrevistas a sirios y ha emitido cuatro informes en los que detalla atrocidades como la tortura o la ejecuci¨®n sumaria de civiles, entre ellos mujeres y ni?os.

La Comisi¨®n dispone ahora de una lista de funcionarios, militares y rebeldes sospechosos de haber cometido u ordenado esos excesos. Seg¨²n Pillay esos nombres ¡°estar¨¢n en un sobre lacrado hasta que se entreguen para una investigaci¨®n exhaustiva¡±, que podr¨ªa ser ¡°nacional o internacional¡±. La preferencia de la Comisi¨®n es que sea el Tribunal Penal Internacional el que asuma los cr¨ªmenes de guerra cometidos durante el conflicto que, seg¨²n el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres y afiliado a la oposici¨®n, se ha cobrado ya m¨¢s de 126.000 vidas, una cifra a¨²n no corroborada por la ONU. De hecho Pillay ha propuesto al Consejo de Seguridad de la ONU que refiera el caso sirio al TPI. En ¨¦l Rusia, firme aliado del r¨¦gimen sirio, tiene poder de veto.

De las cifras de bajas estimadas por el Observatorio Sirio, un tercio son civiles. De entre los combatientes muertos 50.000 luchaban con el ej¨¦rcito del r¨¦gimen y 28.000 en el bando rebelde levantado en armas. Se incluyen en ese listado adem¨¢s a 500 libaneses de la milicia chi¨ªta Hezbol¨¢, que lucha en Siria en defensa del r¨¦gimen y a instancias de Ir¨¢n, aliado de ambos. De los fallecidos, 6.600 son ni?os y 4.500 mujeres.

La ONU participa tambi¨¦n en una misi¨®n conjunta junto a la Organizaci¨®n para la Prohibici¨®n de Armas Qu¨ªmicas para destruir los arsenales de gases t¨®xicos de El Asad. En septiembre la Secretar¨ªa General present¨® un informe en el que revela que dispone de pruebas ¡°claras y convincentes¡± de que se han usado armas qu¨ªmicas en el conflicto sirio, aunque no atribuy¨® claramente responsabilidad alguna al r¨¦gimen o a los rebeldes. Ninguno de los dos ha admitido la autor¨ªa de una serie de ataques con misiles cargados de cantidades peque?as de gas sar¨ªn que han provocado cientos de muertos.

Pillay expres¨® en su rueda de prensa algo que llevan meses denunciando los detractores del r¨¦gimen de El Asad: que las armas qu¨ªmicas han provocado s¨®lo un 2% de las bajas en Siria. ¡°Mi preocupaci¨®n es que la investigaci¨®n sobre el uso de armas qu¨ªmicas, que es algo muy necesario, acabe us¨¢ndose combo distracci¨®n sobre el hecho de que m¨¢s de 100.000 personas han muerto como resultado del uso de armas convencionales¡±, dijo Pillay,

Desde el pasado verano el r¨¦gimen ha ganado terreno y ha evitado un ataque con misiles de EE UU gracias a su disposici¨®n de librarse de sus arsenales qu¨ªmicos, algo que deber¨¢ hacer antes de mediados de 2014. En enero tendr¨¢ lugar una conferencia de paz en Ginebra a la que han confirmado su asistencia tanto el gobierno de El Asad como los rebeldes moderados. El bando opositor se halla fragmentado, con un creciente poder de milicias islamistas muchas de las cuales han jurado fidelidad a Al Qaeda.