Otra oportunidad con Ucrania
Para responder a los anhelos de los ucranios, la Uni¨®n Europea debe enfrentarse a sus propias rigideces y errores
Los manifestantes proeuropeos de Kiev han despertado la simpat¨ªa de la Uni¨®n Europea, satisfecha por una vez de desatar pasiones positivas. El contraste con Rusia resulta halagador, y reparador despu¨¦s del sonado tanto geopol¨ªtico que se apunt¨® Mosc¨² con Ucrania antes de la cumbre de Vilna. Por eso, en el llamado Euromaid¨¢n, los l¨ªderes de la oposici¨®n ucrania reciben visitas y palabras de apoyo de ministros de exteriores y parlamentarios europeos. Y es que, derrotada por las h¨¢biles y contundentes maniobras del Kremlin, a la UE solo le queda encomendarse al poder de las calles para poder optar a un nuevo intento con Ucrania. De nada servir¨¢ una nueva ocasi¨®n si Bruselas no hace antes autocr¨ªtica del modo en que est¨¢ estructurando la relaci¨®n e insiste en echarle todas las culpas a Rusia y a los propios ucranios.
A falta de consenso interno para una perspectiva de adhesi¨®n, la oferta europea a Ucrania es el llamado Acuerdo de Libre Comercio Profundo y Exhaustivo. M¨¢s que oferta, es casi una amenaza: la amplia liberalizaci¨®n de intercambios comerciales muy probablemente acentuar¨ªa el ya abultado d¨¦ficit comercial ucranio con la UE (actualmente, Ucrania importa del mercado com¨²n un 60% m¨¢s de lo que de all¨ª exporta); una parte sustancial de la econom¨ªa ucrania quedar¨ªa en situaci¨®n de franca desventaja y el coste social del ajuste ser¨ªa alt¨ªsimo. No parece que la UE est¨¦ en disposici¨®n de ofertar a Ucrania la ayuda econ¨®mica que ¨¦sta precisar¨ªa para absorber el impacto social y regional de una r¨¢pida liberalizaci¨®n comercial. No basta con decir que con Rusia las cosas ir¨ªan peor: la inversi¨®n y los efectos beneficiosos de la competencia y la imprescindible reestructuraci¨®n tardar¨ªan, en el mejor de los casos, a?os en equilibrar el choque.
La precaria situaci¨®n financiera de Ucrania se est¨¢ agravando con la crisis pol¨ªtica: desde que el presidente Victor Yan¨²kovich anunciara que el pa¨ªs no firmar¨ªa con la UE, el coste de la deuda se ha disparado hasta niveles solo superados por Venezuela y Argentina. Sin embargo, los pa¨ªses europeos no parecen m¨¢s dispuestos a trabajar por suavizar los t¨¦rminos de un hipot¨¦tico pr¨¦stamo del Fondo Monetario Internacional de lo que lo estuvieron con sus propios socios comunitarios. Los costes sociales y econ¨®micos de la reestructuraci¨®n fiscal, o de la industrial, en Ucrania raramente figuran en los documentos preparados en Bruselas, pero las consecuencias a corto y medio plazo pueden ser devastadoras para amplios sectores de la poblaci¨®n.
La narrativa de las dos ucranias, una prorrusa (este y sur) y otra proeuropea (oeste y centro), ha distorsionado la aproximaci¨®n europea a la situaci¨®n del pa¨ªs. Pocas voces se oyen en la UE contra los nacionalistas ucranios m¨¢s radicales, ultraconservadores, xen¨®fobos e incluso partidarios de expulsar a los rus¨®fonos del pa¨ªs; ?alguien les dej¨® claro que sus valores nada tienen que ver con los que inspiran a la integraci¨®n europea? Adem¨¢s, los esfuerzos europeos de di¨¢logo se han concentrado en Kiev y las regiones occidentales, dejando de lado a millones de ucranios del sur y el este cuyas aspiraciones, hast¨ªo con el sistema pol¨ªtico y anhelos de cambio en poco difieren de los expresados por los manifestantes de Euromaid¨¢n.
Por ¨²ltimo, la UE ha perdido atractivo al dificultar hasta la exasperaci¨®n las visitas de los ucranios a su territorio. Emigrar, estudiar, viajar por placer o simplemente ir de compras a Rusia es infinitamente m¨¢s sencillo que a territorio comunitario. La peregrinaci¨®n por embajadas europeas para conseguir el visado que permita asistir a un concierto, un seminario, un tratamiento m¨¦dico o una visita familiar es una rutina humillante para la clase media de un pa¨ªs que siente el rechazo de la familia europea, a la que siente pertenecer.
Una UE con problemas de autoestima se entusiasma viendo la bandera azul estrellada representar la aspiraci¨®n a una plena democracia y una promesa de un futuro mejor. Los ucranios que la ondean aspiran a la integraci¨®n europea como oportunidad para tener un pa¨ªs m¨¢s justo, menos arbitrario y menos corrupto. Pero el integrismo ideol¨®gico del libre comercio y el monetarismo, la rigidez de una pol¨ªtica de visados miope y la interpretaci¨®n maniquea de la compleja sociedad ucrania han llevado a Bruselas y a los estados miembros a construir m¨¢s obst¨¢culos de los que han superado. Se enga?a quien crea que el desaf¨ªo ucranio se hubiese resuelto con la firma del acuerdo en Vilna, o que su soluci¨®n pasa solo por un cambio de rumbo en Kiev. Para responder a los anhelos de los ucranios, la UE debe enfrentarse a sus propias rigideces y errores. Solo as¨ª podr¨¢ aprovechar esta nueva oportunidad que generosamente, con valent¨ªa, le est¨¢n brindando los ucranios con Euromaid¨¢n.
S¨ªgame en @jordivaquer
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