¡°La oposici¨®n de los grupos medi¨¢ticos es m¨¢s fuerte que la oposici¨®n pol¨ªtica¡±

Momentos antes de conceder su primera entrevista como presidente reci¨¦n reelegido del Partido de los Trabajadores (PT), el pasado 15 de noviembre, d¨ªa festivo en Brasil, el diputado Rui Falc?o acababa de recibir la noticia del encarcelamiento de uno de sus antecesores en ese cargo, Jos¨¦ Genoino, adem¨¢s del exministro Jos¨¦ Dirceu por su implicaci¨®n en el caso Mensalao de compra de votos de diputados de otros partidos. No cancel¨® la entrevista, pero no quiso opinar sobre el asunto.

Futuro coordinador de la campa?a para la reelecci¨®n de la presidenta Dilma Rousseff, Falc?o no esconde su reserva en relaci¨®n a los medios - ¡°hay una preferencia por la toma de partido¡±- e insiste en la necesidad de aprobar una ley para su democratizaci¨®n.

Pregunta: ?Cu¨¢les son los principales retos del PT?

El combate a la corrupci¨®n es un gran anhelo de la sociedad

Respuesta: El primer desaf¨ªo es la reelecci¨®n de la presidenta Dilma Rousseff. Para eso, necesitamos crear condiciones en la sociedad, y no solo para que sea reelegida, sino para ampliar nuestros esca?os en el Congreso y en los de los Gobiernos estatales, para que, con esa base social y ese respaldo institucional, pueda tener un segundo mandato, mejor incluso que el primero, y pueda hacer las reformas estructurales que el pa¨ªs hace tanto tiempo anhela.

P: ?Qu¨¦ reformas, por ejemplo?

R: La reforma del sistema pol¨ªtico y electoral, que incluye el fin de la financiaci¨®n privada de los partidos y el combate a la corrupci¨®n; mejorar la participaci¨®n de las mujeres y ampliar los mecanismos de participaci¨®n popular, previstos en la Constituci¨®n. Otra reforma es la democratizaci¨®n de los medios de comunicaci¨®n. No se trata de restringir la libertad de expresi¨®n, sino de reglamentar los art¨ªculos de la Constituci¨®n que velan por el derecho social a la comunicaci¨®n. Y principalmente el art¨ªculo que proh¨ªbe los monopolios en la comunicaci¨®n. Y tambi¨¦n la reforma de los sindicatos, el problema de la movilidad urbana y la reforma tributaria.

La realidad pol¨ªtica, social, cultural y econ¨®mica de Argentina es totalmente diferente de la nuestra

P: Cuando habla de acabar con los monopolios de los medios, la primera cosa que viene a la mente es la intervenci¨®n de la presidenta Cristina Fern¨¢ndez en la prensa argentina. ?Cu¨¢l es el plan del PT?

R: La realidad pol¨ªtica, social, cultural y econ¨®mica de Argentina es totalmente diferente de la nuestra. No proponemos ninguna expropiaci¨®n de la industria del papel ni ning¨²n tipo de control de contenidos. No estamos pensando en el periodismo impreso, donde hay competencia, sino en los medios electr¨®nicos, en las televisiones, que son de concesi¨®n p¨²blica. Y que como cualquier servicio necesita una agencia reguladora, como ocurre en Inglaterra, en Italia o en Francia. Queremos discutir sobre pluralidad y prohibici¨®n de monopolios. Un ¨²nico grupo controla medios que suponen el 50% o el 60% de la audiencia y recibe, por tanto, m¨¢s del 50% de los presupuestos de publicidad oficiales.

P: ?Se refiere a la red Globo?

R: Es un monopolio, y es de esa reglamentaci¨®n de lo que se trata. Y prohibir tambi¨¦n que aquellos que conceden el servicio puedan beneficiarse de ¨¦l. Hay pol¨ªticos que dominan los medios de comunicaci¨®n porque autorizan la concesi¨®n para s¨ª mismos.

P: Sorprende ver el PT en la defensiva. ?Tras 13 a?os en el poder, descubren que la democratizaci¨®n de los medios est¨¢ en el mismo nivel de prioridad que la reforma tributaria?

R: Hay una diferencia entre el PT y el Gobierno. El PT tiene esa bandera de democratizaci¨®n de los medios desde su fundaci¨®n (en los a?os 80). Y tiene sentido porque nosotros nacemos combatiendo la censura, denunciando la tortura. El PT es fruto de la uni¨®n de personas que lucharon contra la dictadura, de las comunidades de base de la Iglesia Cat¨®lica, del sindicalismo. Tenemos por tanto un compromiso con la profundizaci¨®n de la democracia que no es compatible con los actuales monopolios. Lo que ocurre es que los Gobiernos que sucedieron a la dictadura ya estaban asociados a esos medios y no ten¨ªan inter¨¦s en cambiarlos. El presidente Lula, a finales de su Gobierno, concluy¨® una propuesta en ese sentido y dej¨® el proyecto de ley para el Gobierno Dilma que, posteriormente, cambi¨® de idea. Nosotros estamos insistiendo en esa bandera. Si la presidenta Dilma es reelegida, queremos que env¨ªe ese proyecto al Congreso.

P: Hab¨ªa grandes expectativas de que se avanzara en el desarrollo de las infraestructuras durante el mandato de la presidenta Rousseff. Pero a¨²n se invierte poco en Brasil y en cambio se le colg¨® el cartel de Gobierno intervencionista. ?C¨®mo librarse de eso?

R: Se trata de un r¨®tulo, no de la realidad. Tenemos en varios tramos del pa¨ªs carreteras casi concluidas, nuevos puertos que est¨¢n siendo lanzados¡­ No existe intervencionismo. Para que las prioridades del pa¨ªs sean llevadas a cabo, el Estado apunta las ¨¢reas que pueden ser abiertas y el sector privado mide el riesgo y y el coste-beneficio. Es fundamental que haya inversi¨®n privada, pues el Estado no tiene c¨®mo proporcionar todos los recursos sin perjudicar ¨¢reas como la salud o la educaci¨®n.

P: ?Como podr¨¢n desarrollar las infraestructuras en un momento de desaceleraci¨®n econ¨®mica, y con previsiones poco optimistas para el a?o que viene?

R: Actualmente en todo el mundo hay una desaceleraci¨®n de la econom¨ªa. Nosotros tuvimos dos crisis en cadena, la de 2008 fue m¨¢s f¨¢cil para que los pa¨ªses pudieran reaccionar, como fue nuestro caso, con el est¨ªmulo al mercado interno. Y luego la de 2011, que llev¨® a una recesi¨®n m¨¢s profunda, con pa¨ªses europeos cayendo en recesi¨®n. Estados Unidos a¨²n vive una recuperaci¨®n d¨¦bil y eso genera inseguridad en el mundo sobre la pol¨ªtica de est¨ªmulos. Brasil ha escapado relativamente ileso en lo que concierne a empleo, distribuci¨®n de renta, etc¨¦tera.

P: ?Brasil escapar¨¢ ahora ileso tambi¨¦n?

R: Escapa en lo que son los intereses fundamentales para la gente. Consumo, empleo, renta y la inflaci¨®n bajo control. Es evidente que PIB fue bajo el a?o pasado, diferente del que quer¨ªamos, pero comprado con la media de crecimiento mundial, fue positivo.

P: Hay gente agradecida al expresidente Lula que a la vez quiere un cambio. ?C¨®mo explica eso?

R: Lo considero natural, porque gracias al Gobierno de Lula y de Dilma, cerca de 40 millones de personas ascendieron socialmente. Conquistaron nuevos derechos y nuevas condiciones de vida. Y vemos con naturalidad, dentro del PT, que cada derecho y cada conquista puedan crear nuevos derechos y nuevas conquistas.

P. Es un hecho que se produjo un milagro social, pero da la sensaci¨®n de que el futuro del PT est¨¢ en el pasado.

R: Nosotros valoramos el pasado y el presente. A cada momento recordamos esas conquistas, que no son milagros sino resultados de pol¨ªticas efectivas. Pero las recordamos para hacer comparaci¨®n con el pasado. Porque el pasado al que pretende volver la oposici¨®n es un pasado de exclusi¨®n, de desempleo, de miseria... Por eso, esa comparaci¨®n es siempre necesaria, y la haremos durante la campa?a tambi¨¦n. Pero tenemos tambi¨¦n propuestas de construcci¨®n del futuro, como la creaci¨®n de empleo de mejor calidad, que es una aspiraci¨®n de los j¨®venes.

P: ?Le sorprendieron personalmente las manifestaciones de junio?

R: S¨ª, todos fuimos sorprendidos porque hac¨ªa mucho tiempo que no hab¨ªa manifestaciones callejeras, algo que nosotros fomentamos durante mucho tiempo. La sorpresa es que comenzaron con el movimiento Pase Libre, en el cual nosotros mismos particip¨¢bamos, y fue ganando la adhesi¨®n de fracciones de clases con intereses diferentes, y en un determinado momento, los propios medios, que hab¨ªan llamado a la represi¨®n de esos movimientos, tom¨® partido por ellos. Y esa represi¨®n hizo crecer al movimiento. Como nunca tememos la voz de las calles, creo que la respuesta que la presidenta Dilma dio fue muy positiva.

P: ?Tendr¨¢ el expresidente Lula un papel destacado en la campa?a de Dilma?

R: Con seguridad. Antes, ¨¦l era presidente de la Rep¨²blica, y ten¨ªa que medir sus discursos. Ahora, no tiene impedimentos de ninguna clase y ya se dispone a entrar fuerte en la campa?a, principalmente a partir de marzo viajando por todo el pa¨ªs.

P: ?C¨®mo son las relaciones entre Dilma y Lula?

R: Muy positivas.

P: ?Positivas es lo mismo que buenas?

R: S¨ª, mejor que buenas. Ella tiene un profundo respeto por ¨¦l, que pr¨¢cticamente garantiz¨® su elecci¨®n, y ¨¦l por ella, hasta tal punto de que Lula dice: ¡°No hay ninguna divergencia entre ella y yo. Si alguna vez surgiera alguna, ella tendr¨ªa raz¨®n¡±.

P: El papa Francisco ha criticado duramente la corrupci¨®n pol¨ªtica. ?Cree que puede influir en la campa?a?

R: El combate a la corrupci¨®n es un gran anhelo de la sociedad, y nadie m¨¢s que el PT ha combatido la corrupci¨®n. Los principales instrumentos de combate fueron reactivados o creados durante el Gobierno de Lula y mantenidos en el de Dilma. Mucha de la corrupci¨®n existente hace siglos apareci¨® ahora y fue combatida. Estamos preparados para hacer comparaciones.

P: ?Teme m¨¢s a la oposici¨®n de los medios que a la oposici¨®n pol¨ªtica?

R: M¨¢s fuerte que la oposici¨®n partidaria son un conjunto de sectores del gran capital, de los monopolios medi¨¢ticos y de altos funcionarios del aparato de Estado, presentes en la Judicatura y el Ministerio P¨²blico. Esa oposici¨®n es m¨¢s poderosa que la de los otros partidos pol¨ªticos juntos.