La C¨¢mara de Representantes de EEUU aprueba un presupuesto bipartidista
La medida aleja el riesgo de cierre de Gobierno, como el que paraliz¨® la Administraci¨®n federal en octubre, por dos a?os
Un resultado contundente en la votaci¨®n en la C¨¢mara de Representantes del Congreso garantizaba a ¨²ltima hora de la tarde de este jueves un futuro a corto plazo en Estados Unidos libre de amenazas ¨Cy concreciones- de shutdown, el cierre del Gobierno que el pasado octubre paraliz¨® durante 16 d¨ªas la Administraci¨®n federal con un alto coste social y econ¨®mico.
Con 332 legisladores a favor y 94 en contra, la C¨¢mara aprobaba el plan bipartidista presentado el pasado martes por los l¨ªderes del Congreso y que contempla una modesta reducci¨®n del d¨¦ficit de 23.000 millones de d¨®lares sin aumentar los impuestos y reduciendo partidas de gastos de manera m¨¢s moderada a como impuso el secuestro econ¨®mico en marzo a falta de acuerdo. El nuevo presupuesto se aprueba tras tres a?os de gobernar a golpe de crisis y garantiza la tranquilidad presupuestaria por dos a?os. El plan fue aprobado casi por igual n¨²mero de congresistas republicanos -169- que dem¨®cratas -163-.
¡°Consideramos lo sucedido un paso en la direcci¨®n adecuada hacia nuestro objetivo final¡±, ha dicho el presidente del Comit¨¦ Presupuestario, el legislador Paul Ryan, quien esboz¨® el plan junto a su contraparte en el Senado, Patty Murray, dem¨®crata por Washington.
Con el calendario ya sin hojas lectivas para los legisladores que ma?ana inician sus vacaciones navide?as, el presupuesto deb¨ªa de haberse votado en la C¨¢mara pasado el mediod¨ªa de hoy. Pero seis horas m¨¢s tarde segu¨ªa sin haber votaci¨®n, debido al intento de descarrilamiento del plan por parte de los sectores m¨¢s radicales de la derecha afines al Tea Party, que consideran que supone un giro en la direcci¨®n equivocada, como expres¨® el senador Ted Cruz.
En esta ocasi¨®n y a diferencia de las luchas vividas en los ¨²ltimos tres a?os, la tregua firmada por dem¨®cratas y republicanos a principios de semana fue el pistoletazo de salida para que el presidente de la C¨¢mara, John Boehner, desenterrara el hacha de guerra y plantara cara a los grupos conservadores que operan tras las bambalinas del Congreso intentando torpedear el acuerdo que ofrece, al menos, dos a?os de paz presupuestaria. Todo apunta a que Boehner ha decidido dar un paso al frente y dejar de ser la marioneta que maneja el reaccionario Tea Party.
Boehner acus¨® a Heritage Action, FreedomWorks y el Club for Growth de enga?ar a sus bases y oponerse a un plan del todo razonable con el simple objetivo de hacer crecer sus perfiles pol¨ªticos y mejorar sus cuentas de recaudaci¨®n de fondos. ¡°Francamente¡±, dijo el presidente Boehner visiblemente molesto, ¡°creo que han perdido toda credibilidad¡±.
Tras muchos desencuentros, amenazas de suspensi¨®n de pagos y 16 d¨ªas de paralizaci¨®n de la Administraci¨®n federal, los sondeos no pintaban bien para los republicanos, a quienes los votantes castigaban, lo que hizo que incluso republicanos recalcitrantes tiraran la toalla en una pelea ya muy larga y optaran por el consenso, por muy modesto que sea, pero consenso, tras las muchas tensiones, rupturas y reproches vividos en los ¨²ltimos tres a?os.
La siguiente parada del proceso es el Senado, donde tanto el plan presupuestario como las leyes de defensa aprobadas hoy por la C¨¢mara ¨Cque entre otras cosas refuerzan la protecci¨®n a los militares v¨ªctimas de asaltos sexuales y deja abierto y en funcionamiento el centro de detenci¨®n de Guant¨¢namo ¨Ca lo que se opon¨ªa Obama- deber¨¢ votarse la semana que viene, antes de que los senadores inicien el receso navide?o. Sin embargo, el voto de la conocida como Farm Bill ¨Cque incluye la financiaci¨®n de los cupones alimentarios- tendr¨¢ ya que esperar a que el Capitolio vuelva a sus sesiones el a?o que viene.
Las nuevas cuentas aprobadas por la C¨¢mara eliminan 63.000 millones de recortes autom¨¢ticos que estaban en marcha desde marzo como parte del tristemente famoso ¡®sequester¡¯ (secuestro), una medida que se implant¨® de forma provisional para evitar lo que nadie quer¨ªa y que acab¨® por concretarse, da?ando en especial al ingente presupuesto del Pent¨¢gono.
El plan se financiar¨¢ no con un aumento de ingresos a trav¨¦s de impuestos ¨Cdefendido por los dem¨®cratas- sino recortando salarios y beneficios a los empleados federales y militares para lograr un equilibrio. El nivel de gasto se sit¨²a as¨ª a medio camino entre lo que ped¨ªan los dem¨®cratas y los republicanos, con 1.012 billones de d¨®lares en el a?o fiscal 2014 (en marcha) y 1.014 billones de d¨®lares en el pr¨®ximo ejercicio.
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