Nelson Mandela vuelve a casa
El cad¨¢ver del expresidente llega a Qunu, donde ten¨ªa su hogar, para ser enterrado el domingo
Nelson Mandela ya est¨¢ en casa. Pasadas las cuatro de la tarde hora local (una menos en la Pen¨ªnsula), la comitiva f¨²nebre del expresidente de Sud¨¢frica lleg¨® a Qunu, la localidad del sureste del pa¨ªs donde ser¨¢ enterrado ma?ana en una ceremonia que empezar¨¢ a las 8.30 de la ma?ana. Hasta esa hora, los restos estar¨¢n en la residencia que se construy¨® poco despu¨¦s de salir de la prisi¨®n, en febrero de 1990, y donde acostumbraba a pasar temporadas antes de que su salud se deteriorara hasta el punto de que los m¨¦dicos le aconsejaron no abandonar Johannesburgo.
El cuerpo de Mandela sali¨® esta ma?ana de una base militar de Pretoria, donde durante tres d¨ªas fue expuesto en una capilla ardiente visitada por centenares de miles de ciudadanos, y vol¨® hasta el aeropuerto de Mthatha, capital comarcal en la provincia del Eastern Cape. All¨ª desde primeras horas las calles se han llenado de personas que no quer¨ªan perderse el ¨²ltimo adi¨®s al padre y libertador de Sud¨¢frica.
El habitual trasiego de los s¨¢bados se ha convertido en esta ciudad en una fiesta por la vida y el legado de Mandela, como se sucedido en todos los rincones del pa¨ªs desde que el Premio Nobel de la Paz falleci¨® el pasado 5 de diciembre en su casa del barrio de Houghton de Johannesburgo, a los 95 a?os.
Lo mismo pas¨® en Qunu, una aldea a unos 30 kil¨®metros del aeropuerto. Aqu¨ª Mandela pas¨® su infancia y se traslad¨® desde Mvezo, la vecina localidad donde naci¨® en 1918. Rodeada de verdes colinas poblada de casas de planta baja, se trata de un pueblo rural donde todo el mundo se conoce y puede explicar una an¨¦cdota de Mandela. Antes de ingresar en prisi¨®n ven¨ªa a ver a su madre y aqu¨ª trajo a sus tres esposas despu¨¦s de casarse en Johannesburgo.
La polic¨ªa cerr¨® el paso a la casa de Mandela desde primeras horas, y los vecinos intentaron mantener cierta rutina, a pesar de los inconvenientes de tener la localidad sitiada y con la presencia de centenares de periodistas de todo el mundo. Hoy es un d¨ªa grande para los vecinos, a pesar de que no est¨¢n autorizados a presenciar el funeral. ¡°Yo quer¨ªa despedirlo pero no estoy autorizada¡±, explic¨® Lulu, una adolescente que coincidi¨® con Mandela en diversas ocasiones. De hecho cuesta encontrar a alguien que no tenga una an¨¦cdota con este h¨¦roe global.
En la entrada del pueblo se situaron los vecinos y miembros de la seguridad del funeral. Otra vez se entonaron las canciones tradiciones y c¨¢nticos en honor a Mandela para hacer m¨¢s corta la larga espera. Dos helic¨®pteros anunciaron la llegada inminente del f¨¦retro, que iba en un coche f¨²nebre negro, rodeado de centenares de veh¨ªculos militares, policiales y de civiles, entre los que viajaba la familia e invitados de la ceremonia de ma?ana.
El cortejo no aminor¨® la marcha y fue casi visto y no visto. La decepci¨®n se apoder¨® de los que llevaban horas esperando. ¡°Amandla [fuerza] camarada¡±, gritaron los presentes al paso del coche en el que iba el ata¨²d cubierto por la bandera nacional y cuando desfilaron los veh¨ªculos militares.
La sorpresa del d¨ªa salt¨® cuando?Desmond Tutu, amigo personal de Mandela, anunci¨® que no ir¨¢ al funeral de Estado, al que s¨ª asistir¨¢ el Pr¨ªncipe de Gales y l¨ªderes africanos. Tuto estaba molesto porque no hab¨ªa recibido una invitaci¨®n formal. Horas despu¨¦s, el arzobispo anunci¨® que asistir¨¢ al sepelio: "El arzobispo em¨¦rito Desmond Tutu viajar¨¢ a Qunu ma?ana [por el domingo] pronto para asistir al funeral de Tata [padre, el nombre familiar como tambi¨¦n se conoce a Mandela]", anunci¨® su portavoz.
Tutu y Mandela eran muy buenos amigos y de hecho el arzobispo fue una de las primeras personas en recibir y saludar a Madiba cuando sali¨® de la prisi¨®n, aloj¨¢ndolo unas horas en su casa de Ciudad del Cabo. El pasado mes de junio, el religioso anglicano llam¨® al orden a las hijas y nieto de Mandela por sus constantes luchas delante de los focos de los medios de comunicaci¨®n y les reclam¨® que por respeto al patriarca, por aquel entonces ingresado en un hospital de Pretoria en estado cr¨ªtico, se callaran y solucionaran sus problemas en privado. En los ¨²ltimos tiempos, Tutu tambi¨¦n ha mostrado distanciamiento con el Gobierno sudafricano y el Congreso Nacional Africano (ANC, en ingl¨¦s), el partido de toda la vida de Mandela, al criticar su deriva en contra del esp¨ªritu de su viejo amigo y anunci¨® que no pensaba votarlo nunca m¨¢s.
Tutu acudi¨® el martes al funeral organizado en el estadio Soccer City de Soweto e intervino, como tambi¨¦n lo hizo al d¨ªa siguiente en la Fundaci¨®n Nelson Mandela, dirigiendo una celebraci¨®n donde adem¨¢s de glosar la figura del expresidente tambi¨¦n brome¨® con su bondad y su irrenunciable voluntad de reconciliar a un pa¨ªs que llevaba siglos segregado racialmente.
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