El fantasma de la abstenci¨®n se adue?a de las presidenciales de Chile
Las candidatas Michelle Bachelet y Evelyn Matthei se enfrentan a un electorado ap¨¢tico en la segunda vuelta de los comicios
Hace buen tiempo este fin de semana en la mayor parte Chile. Demasiado bueno para el gusto de los pol¨ªticos chilenos que aprobaron por unanimidad hace dos a?os la reforma del voto voluntario. Ahora mucha gente puede verse tentada de tomarse el d¨ªa en la playa, en un parque o en cualquier sitio que no sea un colegio electoral. Cada ciudadano ser¨¢ libre de atender sus deberes c¨ªvicos con la democracia. Estas ser¨¢n las primeras elecciones presidenciales celebradas en segunda vuelta donde la inscripci¨®n es autom¨¢tica ¨Cnadie ha tenido que ir a ning¨²n lado a registrarse- y donde la ley no obliga a nadie a votar. El experimento sali¨® regular en la primera vuelta, que se celebr¨® el 17 de noviembre, cuando se qued¨® en casa casi la mitad de los electores. Y ahora, el temor a una abstenci¨®n masiva es tan grande que ya hay voces dentro de la izquierda que se plantean dar marcha atr¨¢s y volver al voto obligatorio.
Cuando el sufragio era obligatorio hab¨ªa 8,5 millones de personas registradas, aunque en realidad votaban alrededor de 7,5 millones. El pasado 17 de noviembre, con el voto voluntario, se quedaron en casa 6,7 millones de electores, el 49,3 % del censo electoral. Fue la participaci¨®n m¨¢s baja desde la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
La apat¨ªa del electorado se ha visto reflejada en el inter¨¦s por los debates en televisi¨®n. En la campa?a de 1999, cuando triunf¨® el expresidente Ricardo Lagos frente al derechista Joaqu¨ªn Lav¨ªn, el rating promedio fue de 49,1. En esta campa?a, ha llegado apenas a un 30.
El equipo de Bachelet da la victoria por sentada pero le preocupa que Evelyn Matthei se acerque a un 40%
La expresidenta Michelle Bachelet, candidata de la formaci¨®n de centro-izquierda Nueva Mayor¨ªa, obtuvo el 47% de los votos, muy por encima del 25% que cosech¨® la conservadora Evelyn Matthei, representante de la Alianza por Chile. Ahora se da casi por sentado que Bachelet ganar¨¢. Pero ella busca la legitimidad de los grandes n¨²meros para acometer las grandes reformas tributarias, en educaci¨®n y de reforma de la Constituci¨®n que prometi¨®. Evelyn Matthei, sin embargo, cultiva la posibilidad del milagro, el ¡°s¨ª se puede¡±. Y para eso, ambas necesitan luchar contra los elementos, contra estas ma?anas veraniegas y tardes de 30 grados en Santiago de Chile. Contra los parques llenos de gente humilde y de clase media tendida al sol. Por eso Matthei ha promovido una campa?a para que cada uno de sus votantes se proponga llevar a otra persona a las urnas. Y por eso Bachelet reitera en sus mensajes que nadie debe quedarse en casa.
En las calles no se aprecia mucho ambiente electoral y la gente parece m¨¢s concentrada en sus compras navide?as en los centros comerciales. La decepci¨®n que sufri¨® el equipo de Bachelet al no lograr la mitad m¨¢s uno de los votos que le habr¨ªan garantizado la presidencia sin recurrir a una segunda vuelta sirvi¨® de lecci¨®n. Ahora se muestran muy cautos y aseguran que esperan vencer con un margen de entre el 56% y el 60% de los votos. La victoria se da por sentada, pero al equipo de Bachelet le preocupa que Evelyn Matthei se acerque a un 40%. Ese ser¨ªa un mal resultado para el centro-izquierda porque, de alguna forma, mantendr¨ªa la correlaci¨®n de fuerzas que hist¨®ricamente han tenido los dos principales conglomerados de este pa¨ªs desde 1990.
Los analistas y expertos electorales, sin embargo, casi no se animan a hacer pron¨®sticos p¨²blicos: para todos es una inc¨®gnita ¨Cy deber¨¢ ser objeto de estudio en el futuro- el nuevo comportamiento electoral de la sociedad chilena. Pero todo indica que la poblaci¨®n no est¨¢ m¨¢s movilizada despu¨¦s de las protestas sociales de 2011, sino al contrario.
Durante estos escasos 30 d¨ªas transcurridos desde la primera vuelta, Bachelet ha conseguido importante alianzas: con la Central Unitaria de Trabajadores; con candidatos de la primera vuelta, como el ecologista Alfredo Sfeir; con el movimiento Revoluci¨®n Democr¨¢tica, del antiguo l¨ªder estudiantil y actual diputado electo Giorgio Jackson; e incluso con algunos pol¨ªticos del centro-derecha, como el senador Antonio Horvath, cuyo respaldo ser¨¢ clave para sacar adelante algunas iniciativas en el Parlamento.
En el equipo de Bachelet explican que en la segunda vuelta gana quien es capaz de sumar m¨¢s fuerzas a su molino y que a ello se ha dedicado la candidata socialista, lo que deber¨ªa pesar a su favor el domingo. Tendr¨¢ mayor¨ªa en ambas c¨¢maras, pero la fuerza parlamentaria har¨¢ compleja la reforma a la Constituci¨®n, uno de los ejes de su programa. El diputado electo de Izquierda Aut¨®noma y exdirigente del movimiento estudiantil, Gabriel Boric, lo explic¨® hace unos d¨ªas a trav¨¦s de Twitter: ¡°En el nuevo Congreso, Bachelet tendr¨¢ una mayor¨ªa matem¨¢tica, pero no pol¨ªtica. Las contradicciones internas son demasiado profundas¡±, dijo sobre el conglomerado que abarca desde la Democracia Cristiana al Partido Comunista.
En el ¨²ltimo debate televisado del mi¨¦rcoles, Matthei fue la clara vencedora ante una Bachelet que insisti¨® en su estrategia de contestar de forma vaga a las preguntas sobre su programa de Gobierno para evitar la confrontaci¨®n. La derecha ha cambiado su estrategia en esta segunda etapa, con la incorporaci¨®n de figuras nuevas y m¨¢s j¨®venes, y espera que esta inyecci¨®n de ¨¢nimo sirva para movilizar a su electorado en esta fase final. En el equipo de Bachelet resintieron el golpe del mi¨¦rcoles, pero la candidata parece convencida de que su t¨¢ctica ha sido la correcta- ¡°En esta campa?a decidimos jugar limpio. No crecer a costa de la descalificaci¨®n. Y lo hicimos sabiendo que esta forma de hacer pol¨ªtica resulta para muchos aburrida¡±, dijo la m¨¦dico socialista la noche del jueves, cuando cerr¨® su campa?a en una fiesta ciudadana en el Estadio Nacional.
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