Sud¨¢n del Sur se encamina hacia la guerra civil

El conflicto entre las dos facciones del Ej¨¦rcito enfrentadas en Sud¨¢n del Sur, que se desencaden¨® el pasado domingo en la capital, Yuba, y que provoc¨® en los dos primeros d¨ªas al menos entre 400 y 500 muertos y 800 heridos, se ha extendido ya a otras regiones del pa¨ªs.Los rebeldes partidarios del exvicepresidente Riek Machar se han hecho con el control de la ciudad de Bor, en el Estado de Jonglei ¡ªa unos 200 kil¨®metros al norte de la capital¡ª. En esa misma zona, ayer fue atacada una base de la misi¨®n de paz de Naciones Unidas en la localidad de Akobo. En ella se hab¨ªan refugiado? civiles. La ONU cree que que se han registrado v¨ªctimas.

Asimismo, se registran choques armados en otros Estados, como Ecuatoria Oriental y Unidad, en el este y norte del pa¨ªs. La ONG Human Rights Watch (HRW) ha alertado de que militares de ambas facciones asesinan a civiles, incluso mujeres y ni?os, en funci¨®n de su etnia.

20.000 personas buscan protecci¨®n en las dependencias de la ONU

Sud¨¢n del Sur, el pa¨ªs m¨¢s joven del planeta, se desliza por la pendiente de una guerra civil. El enfrentamiento entre dos grupos en el seno del Ej¨¦rcito, uno partidario del presidente Salva Kiir, de la etnia dinka, y el otro de su exvicepresidente y rival pol¨ªtico, Riek Machar, de la etnia nuer, estall¨® el pasado domingo por la noche cuando Kiir intent¨®, sin ¨¦xito, detener a Machar acus¨¢ndole de un supuesto intento de golpe de Estado. El mi¨¦rcoles, los soldados rebeldes partidarios de Machar tomaron la ciudad de Bor. De igual modo, se han producido choques violentos en Ecuatoria Oriental y Unidad, Estado del que procede buena parte del petr¨®leo sursudan¨¦s, y en concreto en la ciudad de Bentiu, as¨ª como enfrentamientos entre civiles en varios de sus campos petrol¨ªferos con el resultado de al menos 16 muertos.

Ayer, Human Rights Watch alert¨® de la existencia de asesinatos selectivos por el origen ¨¦tnico. Seg¨²n ha explicado Daniel Bekele, director de la oficina para ?frica de este organismo de derechos humanos, los soldados y la polic¨ªa pr¨®ximos al presidente Kiir preguntaban a la gente acerca de su etnia y, en caso de pertenecer a la nuer, disparaban contra ellos, incluso contra mujeres y ni?os. De igual modo, HRW ha recibido testimonios en el sentido contrario, es decir, que los rebeldes que apoyan a Machar tambi¨¦n disparaban contra civiles de la etnia dinka, tanto en Yuba como en Bor. En algunos casos, se identificaba la etnia de las v¨ªctimas por sus marcas faciales. Mientras Machar acusa a Kiir de ¡°encender una guerra ¨¦tica¡±, el Gobierno de este insiste en que ha habido un intento de golpe de Estado y que el conflicto es pol¨ªtico.

La evacuaci¨®n de personal de embajadas occidentales y de ciudadanos extranjeros es generalizada. Pese a que Yuba vive una relativa calma, lo que ha permitido la reapertura del aeropuerto, la deriva ¨¦tnica del conflicto hace temer un empeoramiento. M¨¢s de 20.000 sursudaneses han pedido refugio a las instalaciones de Naciones Unidas, tanto en Yuba como en Bor y Bentiu.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban ki Moon, alert¨® del riesgo de que la violencia contra los civiles se extienda. Los ministros de Exteriores de cuatro pa¨ªses vecinos, Kenia, Yibuti, Etiop¨ªa y Uganda, han iniciado contactos para intentar mediar.