¡°Si fuera presidente de Colombia, habr¨ªa un golpe de Estado¡±
Gustavo Petro sostiene que su destituci¨®n de la alcald¨ªa de la capital colombiana es un ejemplo de que el pa¨ªs no est¨¢ preparado para un Gobierno de izquierdas
Entre el equipo que ha acompa?ado al alcalde de Bogot¨¢, Gustavo Petro, a Washington se ha instalado un moderado optimismo ante la posibilidad de que el regidor logre esquivar, aunque sea temporalmente, el fallo de la Procuradur¨ªa General de Colombia que el pasado 9 de diciembre decidi¨® destituirlo de su cargo e inhabilitarlo durante 15 a?os por presuntas irregularidades en el proceso de desprivatizaci¨®n de basuras de la capital colombiana. Las declaraciones del fiscal general colombiano a una radio nacional a primera hora del viernes, asegurando que una sentencia de la Corte Constitucional le faculta para suspender la decisi¨®n del procurador, Alejandro Ord¨®?ez, si constata que se excedi¨® en sus funciones o incumpli¨® la ley al adoptar su resoluci¨®n, se percibe entre los asesores del regidor como una confirmaci¨®n velada de que la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) podr¨ªa otorgar las medidas cautelares para suspender su destituci¨®n que Petro le solicit¨® el pasado mi¨¦rcoles.
El exguerrillero del M19, sin embargo, prefiere mantener la cautela. ¡°No me quiero crear falsas ilusiones y, si algo saqu¨¦ de mi educaci¨®n cat¨®lica, es que prefiero ver los hechos antes de pronunciarme¡±, asegura a EL PA?S en el ¨²ltimo d¨ªa de su visita a la capital de EE UU, donde entre sus m¨²ltiples reuniones, se ha encontrado con el secretario general de la OEA. Petro ha presentado su caso como el detonante para abordar la regeneraci¨®n democr¨¢tica que, sostiene, necesita Colombia. En pocos d¨ªas, el alcalde ha conseguido movilizar a la ciudadan¨ªa, tanto a su favor como en contra del pol¨¦mico procurador, con quien ha entablado un pulso pol¨ªtico cuyo ¨²ltimo ¨®rdago se dirimir¨¢ en la CIDH antes del 3 de enero, cuando se hace efectiva la destituci¨®n de Petro. Aunque ha apelado a las v¨ªas legales, el regidor tambi¨¦n invoca a la suerte para que le ayude en el desenlace de su envite, cuyo resultado espera tranquilo.
Pregunta. ?Le ha pedido usted al fiscal general que inicie el proceso para lograr la suspensi¨®n del fallo de la Procuradur¨ªa?
Respuesta. Yo no he activado ning¨²n proceso ante la Fiscal¨ªa. Se trata de una actuaci¨®n de oficio, es una posibilidad jur¨ªdica que debe valorar el fiscal.
P. En todo caso, esa decisi¨®n, de producirse, nunca llegar¨ªa antes del 3 de enero
Los mismos sectores que ahora me han destituido, ante un ascenso al Gobierno de la Rep¨²blica de un proyecto de izquierdas, har¨ªan lo mismo que en Chile, porque no est¨¢n preparados para eso"
R. Es ¨¦se l¨ªmite cronol¨®gico de la aplicaci¨®n de la decisi¨®n del procurador lo que hace que hayamos optado por solicitar las medidas cautelares ante la CIDH para que suspenda provisionalmente mi destituci¨®n. Si no se hace antes de que se haga efectivo el fallo de la Procuradur¨ªa, no s¨®lo se producir¨ªa un da?o irreparable a mi propio derecho de acabar mi Gobierno o ser elegido para otro cargo p¨²blico en el futuro, sino a los derechos pol¨ªticos de mis electores y para evitar eso es para lo que hemos venido a Washington
P. S¨®lo existe un antecedente de otorgamiento de medidas cautelares por la CIDH en un caso de protecci¨®n de derechos pol¨ªticos y, de otorgarlas, lo cual evitar¨ªa al presidente Juan Manuel Santos la inc¨®moda posici¨®n de tener que ejecutar la decisi¨®n del procurador, podr¨ªa provocarse un efecto domin¨®, empezando por los centenares de cargos p¨²blicos destituidos, como usted, por la Procuradur¨ªa, y por otros ciudadanos en pa¨ªses como M¨¦xico o Per¨², donde tambi¨¦n se contempla la destituci¨®n administrativa. ?Habl¨® de ello con el secretario ejecutivo de la Comisi¨®n, Emilio ?lvarez Icaza?
R. Planteamos varios de esos temas. Que no existan grandes antecedentes no significa que la CIDH no pueda otorgar medidas cautelares. Pero lo que aqu¨ª se ha producido de manera clara es una violaci¨®n del art¨ªculo 23 de la Convenci¨®n Americana de Derechos Humanos que establece que exclusivamente se puede limitar por ley el derecho a elegir y ser elegido por causas espec¨ªficas, entre ellas, la condena por un fallo judicial emitido por un juez de lo Penal, no por medidas disciplinarias y, mucho menos, por una autoridad administrativa como el procurador. El procurador contravino un proceso judicial, los hechos de los que se me acusa no son constitutivos de delito. Lo que ¨¦l est¨¢ haciendo es sancionar una pol¨ªtica p¨²blica que no le gusta, que es la desprivatizaci¨®n del servicio de basura.
El pulso pol¨ªtico con el procurador
P. Si, como usted sostiene y defienden muchos otros juristas colombianos y extranjeros, es tan evidente que con su decisi¨®n el procurador ha infringido la Constituci¨®n, ?por qu¨¦ cree que ¨¦l adopt¨® una medida aparentemente tan dr¨¢stica y desproporcionada, seg¨²n coinciden la mayor¨ªa de analistas?
Cuando t¨² le dices a una sociedad que no puede disputar el poder pac¨ªficamente, cuando se plantea algo as¨ª, generalmente, en la historia no se producen procesos pac¨ªficos"
R. Creo que en Colombia, en general, no hay claridad jur¨ªdica alrededor del peso del derecho convencional, pero, en medio de esa situaci¨®n de desconocimiento, el procurador est¨¢ atravesado por varios tipos de presiones. Una proviene de ¨¦l mismo. ?l es un integrista que pertenece a una secta excomulgada por la Iglesia cat¨®lica, que es el lefebvrismo, que reivindica el concilio de Trento. Yo respeto las creencias del procurador, si no fuera porque en su concepci¨®n religiosa del Estado se contempla la lucha contra los imp¨ªos y, de todos ellos, yo soy el imp¨ªo mayor, porque me levant¨¦ en armas, fui un insurgente de izquierdas y, despu¨¦s de firmar la paz, redactamos una Constituci¨®n que ellos no respetan porque all¨ª se consagran derechos a favor de las personas discriminadas. Al frente de la alcald¨ªa yo he desarrollado pol¨ªticas inclusivas que han provocado la reacci¨®n del procurador. Mirando otros casos de personas que han sido destituidas por ¨¦l, s¨ª hay una l¨®gica que nos lleva a pensar que ha transformado la Procuraduria en un aparato de polic¨ªa pol¨ªtico-religiosa.
P. ?Es posible que perder su pulso con el procurador acabe siendo beneficioso para su futuro pol¨ªtico? Si no se paralizara el proceso de destituci¨®n, usted podr¨ªa ser restituido en sus derechos dentro de tres o cuatro a?os -de acuerdo con los plazos que suele tardar en pronunciarse la CIDH y la Corte Interamericana- en condiciones muy ventajosas para aspirar a un alto cargo pol¨ªtico, como la presidencia, sin el lastre del desgaste pol¨ªtico de la alcald¨ªa de Bogot¨¢ y con el apoyo popular de los que ven en la decisi¨®n del procurador una maniobra para acabar con su carrera pol¨ªtica intacto...
Si a un hombre que deja las armas y decide el camino del voto y gana en ese camino, se le suspende arbitrariamente, entonces ?qu¨¦ va a pasar con los que hoy est¨¢n en armas?
R. [Risas] Es un c¨¢lculo bien hecho pero ingenuo. Porque, si no se cambia la situaci¨®n estructural de un r¨¦gimen que permite que se pueda destituir a un alcalde simplemente porque no gustan sus pol¨ªticas, sin intervenci¨®n de un juez y violando el derecho al voto, hay que proyectar ese c¨¢lculo. Si no se resuelven esas causas estructurales y yo fuera presidente de la Rep¨²blica, lo que sobrevendr¨ªa es un golpe de Estado. No hay una diferencia entre un golpe de Estado cl¨¢sico y lo que ha pasado aqu¨ª. Pero estos mismos sectores que ahora me han destituido, ante un ascenso al Gobierno de la Rep¨²blica de un proyecto de izquierdas, har¨ªan lo mismo que en Chile, porque no est¨¢n preparados para eso y lo del alcalde de Bogot¨¢ es una demostraci¨®n. Si no son capaces de resistir el que un proyecto alternativo gobierne en la capital por cuatro a?os, c¨®mo iban a resistir el que por cuatro a?os, con opci¨®n de reelecci¨®n, un proyecto de esa misma calidad gobierne el pa¨ªs. Plantearse ese c¨¢lculo es l¨ªcito, pero yo vivo en un pa¨ªs en el que s¨¦ lo que pasa e, independientemente de lo que ocurra conmigo, lo que es necesario es profundizar en las reformas democr¨¢ticas antes de pensar en otra cosa.
Vinculaci¨®n de la destituci¨®n con el proceso de paz
P. Manteni¨¦ndonos en el peor de los escenarios posibles para usted, si no prosperaran las medidas cautelares solicitadas ante la CIDH, ni la fiscal¨ªa instara la suspensi¨®n del fallo del procurador, ?qu¨¦ tiene planeado hacer?
R. Seguir¨ªa por los procesos ordinarios que me dar¨¢n la recuperaci¨®n de mis derechos en dos, tres a?os, quiz¨¢s m¨¢s, pero s¨®lo los m¨ªos. Nunca se podr¨¢n recuperar los derechos conculcados a mis electores, a m¨¢s de 700.000 ciudadanos, y eso tiene una consecuencia grave en la historia de Colombia y es que, por ese tipo de hechos, llevamos dos siglos de guerra.
Quienes han impulsado mi destituci¨®n lo que quieren es que no haya proceso de paz"
P. ?Augura usted movilizaciones ciudadanas que puedan acabar en brotes de violencia?
R. Hemos provocado una movilizaci¨®n permanente que ha llenado la plaza de Bol¨ªvar cinco veces. La movilizaci¨®n pac¨ªfica sin ning¨²n hecho de violencia es un derecho. El problema de fondo es lo que va gener¨¢ndose en la mentalidad de la juventud en el sentido de constatar que los mecanismos pac¨ªficos en la disputa del poder no son posibles. Eso nos da?a. Me pas¨® a m¨ª cuando era joven.
P. ?Insin¨²a que podr¨ªa producirse un nuevo 19 de abril?
R. Esa es una pregunta de la prensa colombiana que trata de demostrar que quiero volver a las armas. Yo hice un compromiso al contrario.
P. Pero acaba de decir que ha sido la frustraci¨®n ante decisiones pol¨ªticas como la que le afecta a usted la que ha provocado 200 a?os de guerra civil en Colombia.
R. El mensaje que ha mandado el procurador es un mensaje violento. Cuando t¨² le dices a una sociedad que no puede disputar el poder pac¨ªficamente, cuando se plantea algo as¨ª, generalmente, en la historia no se producen procesos pac¨ªficos. Esa es la historia de la propia Espa?a. Yo lo que quiero es sentar unas bases s¨®lidas que, con la excusa del ataque que yo he sufrido, permitan demostrar que el ejercicio de poder en Colombia se puede hacer de manera pac¨ªfica y ese es el dilema de fondo.
El procurador ha transformado la Procuraduria en un aparato de polic¨ªa pol¨ªtico-religiosa"
P. ?C¨®mo afectar¨ªa una protesta social generalizada a su favor al clima social de Colombia, ahora que est¨¢ en medio de un proceso para poner fin a uno de los conflictos m¨¢s sangrientos y divisorios de su pa¨ªs? ?Cree que podr¨ªa da?ar el proceso de paz con las FARC?
R. No lo va a da?ar pero s¨ª le afecta. Es evidente que es un contra mensaje. Si a un hombre que deja las armas y decide el camino del voto y gana en ese camino, se le suspende arbitrariamente, entonces ?qu¨¦ va a pasar con los que hoy est¨¢n en armas? Obviamente, se trata de un mensaje negativo.
P. Se ha empezado a criticar que est¨¦ vinculando su caso con el proceso de paz
R. Eso es lo que insin¨²an varios sectores de la prensa colombiana, que est¨¢ en manos de los hombres m¨¢s ricos del pa¨ªs que no comulgan con mi planteamiento. Pero es que es un hecho que mi caso est¨¢ articulado a las negociaciones con las FARC. Hay pronunciamientos al respecto desde La Habana y el mismo embajador de Colombia en EE UU ha manifestado que mi destituci¨®n podr¨ªa perjudicar a las negociaciones.
P. ?Estar¨ªa usted dispuesto a rebajar o a solicitar que se suspendieran las manifestaciones de apoyo a su causa en aras de beneficiar el desarrollo de los di¨¢logos en La Habana?
Hay pronunciamientos al respecto desde La Habana y el mismo embajador de Colombia en EE UU ha manifestado que mi destituci¨®n podr¨ªa perjudicar a las negociaciones"
R. La prensa que me ataca hoy era la misma que cuando gan¨¦ dec¨ªa que mi caso era un ejemplo de paz. Parte de mi esfuerzo y de mi lucha, que es por lo que estoy aqu¨ª, es para promover ese ejemplo. El que no se me destituya por delito, como ordenan las normas sino por una pol¨ªtica p¨²blica que congenia con lo que estaba en mi programa, todo eso da un mensaje profundamente negativo hacia la paz y quienes lo han promovido lo hacen precisamente por eso. No es que desconozcan este tema, no es que yo lo est¨¦ manipulando, es que quienes han impulsado mi destituci¨®n lo que quieren es que no haya proceso de paz.
P. ?El procurador, entonces, ha actuado contra usted porque ¨¦l mismo se opone a ese di¨¢logo o porque quiere contentar a esa parte pol¨ªtica de su pa¨ªs que usted sostiene que no quiere que prosperen las negociaciones?
R. Ambas cosas. El procurador tiene la convicci¨®n del que el proceso de paz en La Habana no sirve, de hecho, fue a La Haya a quejarse sin consultar al presidente. Y tambi¨¦n hace parte de agrupaciones pol¨ªticas y sociales que no quieren ese proceso a las que pertenece el anterior presidente de la rep¨²blica.
Reforma democr¨¢tica
P. Volviendo a su reivindicaci¨®n de una regeneraci¨®n democr¨¢tica, ?cree factible que en plenas negociaciones de paz, un proceso electoral en marcha y la implacable oposici¨®n del expresidente ?lvaro Uribe, Colombia puede llevar a cabo esa reforma democr¨¢tica, ese cambio de la Constituci¨®n de 1991, que apoy¨® el M19, que usted demanda?
Desde un escenario optimista, ahora se pueden conjugar las condiciones para esa reforma democr¨¢tica, pero habr¨ªa que ver si Santos est¨¢ dispuesto a dar ese paso audaz"
R. Vi¨¦ndolo desde lo positivo, que tambi¨¦n es un albur, esto que acaba de acontecer da la oportunidad de acometer un profundo proceso de regeneraci¨®n democr¨¢tica, que adem¨¢s se conjuga con el actual proceso de paz en marcha. Y la paz es una democratizaci¨®n del pa¨ªs, no es solo que unos se?ores armados dejen de estarlo. Desde un escenario optimista, ahora se pueden conjugar las condiciones para esa reforma democr¨¢tica, pero habr¨ªa que ver si Santos est¨¢ dispuesto a dar ese paso audaz.
P. ?Y usted ve en el presidente esa predisposici¨®n? Iniciar el proceso de di¨¢logo con las FARC demuestra cierta audacia...
R. El del di¨¢logo fue un paso audaz, pero quienes hagan ese proceso deben tener un respaldo ciudadano muy fuerte. El presidente dio ese paso nada m¨¢s ser elegido e, inmediatamente, le respondieron sus antiguos compa?eros sociales y pol¨ªticos, y empez¨® a haber titubeos. El pa¨ªs va polariz¨¢ndose, pero creo que construir un movimiento ciudadano a favor de la paz y la democracia, como el que se ha generado estos d¨ªas en las calles de Bogot¨¢, es fundamental para darle la solidez y la contundencia al axioma que es la democratizaci¨®n del pa¨ªs.
Excesiva victimizaci¨®n
P. La Procurador¨ªa lo ha sancionado, la Registradur¨ªa ha convocado un refer¨¦ndum revocatorio y el fiscal general tambi¨¦n lo est¨¢ investigando por el proceso de desprivatizaci¨®n de basuras. ?Reconoce errores en esa gesti¨®n o se equivocan todas las instituciones p¨²blicas al centrarse en ese tema?
R. En una pol¨ªtica p¨²blica siempre habr¨¢ fallas, no existe en el mundo una pol¨ªtica p¨²blica infalible. Toda planificaci¨®n, toda pol¨ªtica p¨²blica es atravesada por el conflicto social que se puede tratar de predecir pero nunca al m¨¢ximo. Errores indudablemente hay, hubo y habr¨¢.
P. ?Sigue sosteniendo, entonces, que el principal causante de la crisis sanitaria de Bogot¨¢ en 2012 lo provoc¨® un boicot de las anteriores empresas privadas concesionarias del servicio de basuras?
La mala gesti¨®n es un calificativo que nos dan las clases medias-altas"
R. El sabotaje lo hubo y nosotros lo denunciamos. Antes de la finalizaci¨®n de los contratos reclamamos la devoluci¨®n de los camiones para garantizar la continuidad del servicio. Lo operadores privados deb¨ªan completar la entrega paulatina al distrito de la flota? para no provocar problemas y eso no sucedi¨®.
P. Muchos se quejan de que est¨¢ pecando de excesivo victimismo con este caso para ocultar, as¨ª, una mala gesti¨®n al frente del Ayuntamiento de Bogot¨¢
R. Las estad¨ªsticas sociales claves indican que hemos logrado muchos ¨¦xitos en la ciudad. La mala gesti¨®n es un calificativo que nos dan las clases medias-altas. Hemos hecho una pol¨ªtica diferente que fue previamente discutida en las elecciones y que estaba consignada en nuestro programa de Gobierno con el que ganamos la alcald¨ªa y del cual nadie se deber¨ªa extra?ar porque, simplemente, lo estamos aplicando.
P. Pero hasta su destituci¨®n, s¨®lo el 35% de los bogotanos aprobaban su gesti¨®n, de acuerdo con una encuesta de Gallup, y ahora el nivel de respaldo casi roza el 50%
R. Esa es una encuesta. Nosotros hacemos sondeos internos para medir momentos dif¨ªciles y son mucho m¨¢s optimistas y hay otras encuestas p¨²blicas similares a las nuestras. Antes de la destituci¨®n ten¨ªamos el 50% de apoyo y el 39% en contra del Gobierno, que no es un mal guarismo. No he tenido resultados despu¨¦s de entonces, pero todas coinciden en que son mejores.
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