La presi¨®n pol¨ªtica acelera la resoluci¨®n del asesinato de la miss venezolana

Fue un operativo policial pocas veces visto y dirigido por el propio director del Cuerpo de Investigaciones Cient¨ªficas, Penales y Criminal¨ªsticas, Jos¨¦ Gregorio Sierralta. El resultado era predecible: la r¨¢pida captura de los presuntos responsables del doble homicidio de la actriz y 'miss' Venezuela 2004, M¨®nica Spear, y su exesposo Thomas Henry Berry.

Hay once personas involucradas, la gran mayor¨ªa de ellas pertenecientes a una banda que hac¨ªa vida en una invasi¨®n adyacente a la autopista Puerto Cabello-Valencia. Sierralta asegur¨® que el autor material se llama Jean Carlos Colina Alcal¨¢, de 19 a?os, la persona que dispar¨® siete veces contra sus v¨ªctimas, que decidieron encerrarse en el veh¨ªculo accidentado para evitar el robo. La hija menor de ambos, de cinco a?os, result¨® herida en una pierna. La bala no ha sido extra¨ªda por los m¨¦dicos porque no comprometi¨® ¨®rganos vitales en su trayectoria.

Era la respuesta que necesitaba el Gobierno, que suele exigir resultados r¨¢pidos a la polic¨ªa cuando ocurre un esc¨¢ndalo de esta magnitud. Nadie duda en Venezuela de que ¨¦stos son los culpables y asocian la pronta resoluci¨®n a la gran capacidad de los investigadores. Hay un consenso generalizado: los cuerpos de seguridad saben d¨®nde est¨¢n los delincuentes, qui¨¦nes son parte de las bandas de matones que roban y asesinan a quien se resiste a sus fechor¨ªas, pero est¨¢n impedidas de actuar como quisieran por ¨®rdenes pol¨ªticas. El chavismo siempre le ha temido al efecto que la represi¨®n genera entre los m¨¢s humildes, sus potenciales electores.

La r¨¢pida resoluci¨®n de este crimen contrasta con la alarmante impunidad de la mayor¨ªa de los casos. Cifras de la ONG Observatorio Venezolano de Violencia indican que nueve de cada diez homicidios que se comenten en el pa¨ªs quedan sin culpables. Es un problema complejo en el que se mezclan la inacci¨®n, la falta de personal ¨Cfiscales, jueces, polic¨ªas- abocado a investigar y resolver los asesinatos y cierta displicencia del Estado venezolano para hacer valer el principio de autoridad. Si bien reconoce la magnitud del problema, el gobierno hace una lectura distinta de su apogeo. Unos, los menos, como el diputado chavista Elvis Amoroso, culpan a la oposici¨®n de tener las armas. Otros, los m¨¢s, afirman que todo es consecuencia de los ¡°antivalores sembrados por la cultura capitalista¡± y del efecto perverso de la programaci¨®n de los medios de comunicaci¨®n.

Hasta ahora no se conoce la versi¨®n de los supuestos asesinos, quienes han sido condenados en el juicio sumario de la opini¨®n p¨²blica. Si son o no cabeza de turco parece ser lo de menos. En medio del funeral el padre de la ex miss Venezuela, Rafael Spear, respondi¨® a una pregunta sobre los presuntos responsables del hecho con una declaraci¨®n que resume parte del estado de ¨¢nimo nacional: ¡°Ellos me han destrozado el coraz¨®n¡±. Todos los involucrados han sido enviados a la prisi¨®n de Tocuyito en la ciudad de Valencia, 170 km al Occidente de Caracas.

Alcal¨¢ cometi¨® el homicidio con un arma robada que luego entreg¨® a un c¨®mplice, que est¨¢ fugado. Versiones policiales indican que ¨¦l y las cuatro personas que interceptaron a la actriz y a su familia fueron entregados a las autoridades por los mismos vecinos del sector donde resid¨ªan. Una mujer tambi¨¦n fue detenida porque ten¨ªa la c¨¢mara fotogr¨¢fica perteneciente a Spear.

Al parecer todos forman parte de la banda ¡°Los Sanguinarios¡± que act¨²a como piratas de carretera en el sector donde fue asesinada Spear. Los l¨ªderes env¨ªan siempre a una avanzada de hombres m¨¢s j¨®venes para cometer los delitos. Roban a los conductores que se quedan accidentados con llantas espichadas aprovechando el p¨¦simo estado de la vialidad, o atraviesan objetos en la v¨ªa para obligarlos a detenerse. Luego los jefes se encargan de revender los objetos robados. Esta tesis establece el robo como el m¨®vil del hecho y echa por tierra la tesis del sicariato que ha sugerido el presidente Nicol¨¢s Maduro.

El gobernante venezolano ha criticado el tratamiento informativo que algunos medios de comunicaci¨®n han dado al doble homicidio. Maduro ha opinado que se est¨¢ haciendo un ¡°show macabro¡± con la criminalidad y el caso de la actriz. ¡°Buscan dividirnos¡±, afirm¨®. ¡°Son campa?as de odio y desmoralizaci¨®n antivenezolanas que se adelantan en el mundo entero para hablar mal de nuestra patria¡±. La referencia parece dirigida a expresiones de actores venezolanos residentes en el exterior, quienes han prometido no volver al pa¨ªs mientras la delincuencia siga en su m¨¢ximo apogeo.