La guerra de los 220 millones de d¨®lares
El Gobierno de M¨¦xico ha aumentado su gasto en seguridad en el Estado de Michoac¨¢n sin lograr reducir la violencia
La violencia en Michoac¨¢n es un incendio que no ha podido extinguirse con el gasto de recursos p¨²blicos federales. El presupuesto destinado a la seguridad p¨²blica de este Estado en el occidente de M¨¦xico ha ido en aumento desde 2004 sin que se aprecien visos contundentes de mejor¨ªa en la paz p¨²blica. Hasta el momento se libra una guerra que ha costado al Gobierno federal m¨¢s de 222 millones de d¨®lares (2.900 millones de pesos). Hace falta algo m¨¢s que dinero para poder ganar terreno a los criminales.
En M¨¦xico, los Estados y municipios cuentan con fondos especiales otorgados por el Gobierno federal. Los recursos est¨¢n etiquetados para diferentes destinos. El Fondo de Aportaciones para la Seguridad P¨²blica (FASP) es el que m¨¢s dinero concentra. Sus recursos deben usarse para depurar los cuerpos policiales, pagar a polic¨ªas y personal judicial y a comprar armas y veh¨ªculos, etc.
En el sexenio de Felipe Calder¨®n (2006-2012) el fondo para el Estado de Michoac¨¢n aument¨® seis millones de d¨®lares, de 14 millones en 2006 a 20.5 en 2012. De hecho, desde 2004 el FASP no ha sufrido recortes, lo que s¨ª sucedi¨® en 2002 y 2003. En 2008, cuando la violencia comenz¨® a recrudecer a ra¨ªz del combate a los grupos de la delincuencia organizada por parte de las fuerzas del Estado, la cifra aument¨® y rebas¨® los 15 millones de d¨®lares. Un informe de la C¨¢mara de Diputados estima que entre 1999 y 2008 Michoac¨¢n ha recibido m¨¢s de 122 millones de d¨®lares ¨²nicamente por este fondo. Otros 100 millones han sido destinados en los ¨²ltimos seis a?os.
¡°No hay relaci¨®n entre un ?mayor gasto y disminuci¨®n de la violencia", explica la analista Edna Jaime
Ese fondo y otros (SUBSEMUN, FORTAMUN) son complementarios a una serie de gastos que se realizan en la materia. Cada Estado prev¨¦ cada a?o el presupuesto que destinar¨¢ a combatir a la delincuencia. En Michoac¨¢n, los recursos disponibles para la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica tambi¨¦n han ido en crecimiento constante desde 2010. En ese entonces el Gobierno de Leonel Godoy, del izquierdista Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD), destin¨® 145 millones de d¨®lares al organismo. Para 2014, el Gobierno de Fausto Vallejo, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ha contemplado 165 millones. Ha sido un aumento de 20 millones de d¨®lares en cuatro a?os. A pesar de esto los homicidios en el Estado han pasado de 1.349 en 2006 a 2.368 en 2013.
¡°No hay una relaci¨®n entre mayor gasto y disminuci¨®n de la violencia", explica Edna Jaime, de M¨¦xico Eval¨²a, un centro de estudios de pol¨ªticas p¨²blicas. ¡°A trav¨¦s del SUBSEMUN y el FASP se ha estado invirtiendo mucho dinero en Estados y en municipios y basta con ver la incidencia delictiva para ver que no hay una correlaci¨®n favorable¡±, asegura.
El problema no es de recursos, sino de ideas. ¡°Es m¨¢s importante que haya proyecto y voluntad pol¨ªtica. Que haya liderazgo. As¨ª como tenemos claro un liderazgo para promover reformas en materia econ¨®mica yo creo que necesitamos al presidente involucrado en estos temas. Necesitamos el liderazgo presidencial, necesitamos a Pe?a haciendo un posicionamiento, involucr¨¢ndose en Michoac¨¢n¡±, asegura Jaime.
En febrero de 2010 Felipe Calder¨®n lanz¨® el programa Todos somos Ju¨¢rez, que ten¨ªa como objetivo rescatar la ciudad fronteriza del Estado de Chihuahua de las manos de la delincuencia. Las autoridades federales, junto a los gobiernos estatales y municipales se aliaron con la sociedad civil para tratar de reconstruir el tejido social. El esfuerzo llev¨® programas de salud, activaci¨®n econ¨®mica, educaci¨®n, cohesi¨®n social y comunitaria. ¡°La inversi¨®n en dinero fue muy costosa, pero s¨ª marc¨® un parte aguas¡±, dice Jaime. "Aunque los ejemplos son distintos, la situaci¨®n en Michoac¨¢n amerita una intervenci¨®n, un rescate multifac¨¦tico¡±, agrega.
Las inversiones en seguridad han adolecido de falta de transparencia
Suhayla Bazbaz asegura que el problema no es ¡°cu¨¢nto se gasta sino c¨®mo se invierten los recursos¡±. La presidenta de la ONG Cohesi¨®n Comunitaria e Innovaci¨®n Social AC asegura que la mayor¨ªa del dinero se destina a gastos por inseguridad (c¨¢maras de vigilancia, armas, patrullas, botones de p¨¢nico) en lugar de invertir en seguridad y que esta solo se puede hacer construyendo ciudadan¨ªa. ¡°Si nosotros mejoramos esto suceden varias cosas: bajan los delitos violentos y no violentos y reduce los factores de violencia y delincuencia en el mediano y largo plazo¡±. Record¨® que en 2011 un an¨¢lisis del Centro Nacional de Prevenci¨®n del Delito y Participaci¨®n Ciudadana determin¨® que el 20% de los recursos del FASP se utilizaban en botargas, panfletos y otros materiales que ten¨ªan poco impacto en la seguridad de las comunidades
La falta de transparencia en el uso de recursos destinados a seguridad tambi¨¦n es un problema. En un informe de 2011 elaborado por la Auditor¨ªa Superior de la Federaci¨®n, el organismo que investiga el uso y destino de cada peso que sale del presupuesto federal a las entidades, se se?ala que Michoac¨¢n ¡°no proporcion¨® la comprobaci¨®n de los pagos¡± de 238.728.900 millones de pesos (18.2 millones de d¨®lares). Adem¨¢s detect¨® ¡°errores y omisiones¡± en la informaci¨®n financiera de otros 12 millones de d¨®lares.
Bazbaz asegura que la prevenci¨®n de la inseguridad debe de cobrar fuerza en este sexenio a diferencia del pasado, donde la mayor¨ªa de las reacciones del Estado significaban el aumento de polic¨ªas y militares en las zonas de conflicto. ¡°No hab¨ªamos invertido en la seguridad, hab¨ªamos gastado en la inseguridad, que es diferente. Se reacciona ante los focos rojos y no se invierte en la reducci¨®n del riesgo¡±, afirma.
Para 2013 el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto destin¨® 191 millones de d¨®lares (2.500 millones de pesos) para prevenci¨®n de los delitos en 57 municipios del pa¨ªs. La cifra aument¨® casi siete millones de pesos para 2014 y se espera que crezca a lo largo del sexenio.
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