El PAN arma su puzzle

En la p¨¢gina de Internet del Partido Acci¨®n Nacional (PAN), el principal organismo de la derecha, figura una cuenta regresiva para su vuelta a Los Pinos, el despacho oficial que aloja al Presidente de M¨¦xico. Las 232 semanas que marca el contador parecen remotas. El retorno a esa residencia, que la derecha mexicana ocup¨® por doce a?os y que termin¨® abandonando el 30 de noviembre de 2012 despu¨¦s de perder las elecciones frente al PRI, podr¨ªa percibirse m¨¢s cercana si el partido libra con ¨¦xito una prueba vital que comienza esta ma?ana en su Consejo Nacional.

Con la cita el partido deber¨¢ afinar las reglas y determinar los plazos para renovar su dirigencia. La elecci¨®n, que a¨²n no tiene fecha pero podr¨ªa realizarse en mayo, ser¨¢ hist¨®rica porque por primera vez los militantes elegir¨¢n a trav¨¦s del voto directo. Esto supone un cambio dr¨¢stico comparado a la forma anterior, donde el presidente del partido era designado por un n¨²mero de consejeros, al estilo de un caucus estadounidense.

Los panistas acudir¨¢n al Consejo con nuevos estatutos que fueron aprobados el a?o pasado tras un proceso marcado por se?alamientos e impugnaciones. La pol¨¦mica radic¨® en la creaci¨®n de una Comisi¨®n Permanente compuesta por 40 notables que tendr¨¢n mucho peso a nivel nacional. ¡°Va a ser un ¨®rgano bastante fuerte que podr¨¢ revertir las decisiones que se tomen a nivel municipal y estatal las directivas del PAN. Es uno de los grandes cambios que tiene la estructura¡±, dice Mari Carmen Nava, una polit¨®loga que ha estudiado de cerca al PAN y a su militancia. La Comisi¨®n Permanente seguir¨¢ siendo elegida por un n¨²mero reducido de distinguidos militantes.

Con los nuevos estatutos se hizo una depuraci¨®n de la estructura. El propio organismo dio a conocer que tras el proceso perdi¨® el 80% de sus militantes al pasar de m¨¢s de un mill¨®n de personas a unas 217.000. ¡°Se tiene una militancia completamente diferente. Me atrever¨ªa a decir que el mismo partido pol¨ªtico no tiene conocimiento de quienes son los nuevos panistas¡±, asegura Nava.

Algunos consideraron la reforma de los estatutos de agosto de 2013 como una burla a los integrantes del partido. Jorge Manzanera, un panista que oper¨® pol¨ªticamente para el expresidente de M¨¦xico Felipe Calder¨®n, se?al¨® que la modificaci¨®n de los documentos del PAN ¡°adelgazaba¡± las facultades del Comit¨¦ Ejecutivo Nacional (la dirigencia) y las transfer¨ªa a la nueva Comisi¨®n Permanente. ¡°La participaci¨®n activa de la militancia se ver¨¢ circunscrita a la elecci¨®n de ¨®rganos partidistas decorativos¡±, se?al¨® en ese entonces.

Existen dos principales corrientes en el panismo actual. La de Gustavo Madero, el actual dirigente del partido, que busca su reelecci¨®n y la formada por los leales al expresidente Calder¨®n, cuyo dirigente m¨¢s visible es el senador Ernesto Cordero. Estos grupos, hoy enfrentados entre acusaciones de corrupci¨®n y autoritarismo, tratar¨¢n de imponer la mayor¨ªa de miembros posibles en esa comisi¨®n de 40 notables. Ser¨¢ ese organismo el que tenga la llave y la ¨²ltima palabra en la repartici¨®n de las candidaturas de diputados que contender¨¢n en las elecciones intermedias de 2015.

La disyuntiva que tendr¨¢ que tratar quien llegue a dirigir el PAN es qu¨¦ estrategia pol¨ªtica tomar¨¢ el partido. Hay dos opciones. La de Madero, de continuar una relaci¨®n cercana al presidente Pe?a Nieto, que ayud¨® a las reformas del Pacto por M¨¦xico, o la de Cordero, que busca el protagonismo de la interlocuci¨®n con el Gobierno. ¡°Hasta ahora la decisi¨®n de seguir colaborando con el Gobierno puede ser m¨¢s costosa en t¨¦rminos de votos. El electorado (del PAN) no est¨¢ muy contento con las reformas estructurales aprobadas, al menos con la parte de impuestos¡±, explica Nava. La reforma hacendaria, prevista en el Pacto por M¨¦xico, aprobada hacia finales del a?o pasado por el PRI y la izquierda elimin¨® beneficios fiscales para las zonas fronterizas, regiones donde el empresariado (generalmente vinculado con el PAN) tiene una fuerte presencia. Los diputados y senadores panistas, que hab¨ªan aprobado el resto de las reformas contenidas del Pacto por M¨¦xico, se opusieron al aumento de impuestos.

La derecha mexicana comienza a armar un puzzle que hasta el momento no tiene forma. Lo hacen en n¨²meros m¨ªnimos y con los nuevos estatutos como ¨²nico instructivo en medio de una divisi¨®n muy notoria entre sus principales corrientes. Los panistas tienen una ¨²nica certeza. Quieren volver a Los Pinos en 2018. A¨²n falta ver qu¨¦ camino eligen para comenzar ese trayecto.