Los directivos petroleros crearon docenas de empresas opacas
Los altos cargos de las tres grandes empresas energ¨¦ticas, muchos educados en Occidente, son un poder dentro del Politbur¨® chino
Los altos ejecutivos de las grandes petroleras chinas abrieron docenas de empresas en las Islas V¨ªrgenes Brit¨¢nicas, las Islas Cook y otros para¨ªsos fiscales entre 1995 y 2008, seg¨²n la base de datos del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigaci¨®n (ICIJ, seg¨²n sus siglas en ingl¨¦s) a la que ha tenido acceso EL PA?S. La opacidad del sistema de los refugios fiscales y la negativa de las empresas a responder a las preguntas en el marco de la investigaci¨®n period¨ªstica, hacen imposible saber el fin para el que fueron constituidas estas empresas, si ocultaban activos de las sociedades o de los directivos, y ni siquiera si el Gobierno chino estaba informado de estas operaciones.
Lo cierto es que el poder del sector energ¨¦tico es tal que hay analistas que hablan de la existencia de una ¡°facci¨®n petrolera¡± dentro del Partido Comunista Chino (PCCh), compuesta por los dirigentes que han combinado puestos jer¨¢rquicos tanto en las empresas como en el aparato pol¨ªtico. Las petroleras han sido la punta de lanza y el sustento del trepidante crecimiento econ¨®mico (9% de media en el ¨²ltimo decenio) de China.
El sector es el encargado de saciar el enorme apetito chino por la energ¨ªa: el pa¨ªs era hasta 1993 un pa¨ªs exportador de hidrocarburos y, 20 a?os despu¨¦s, es el mayor importador del mundo. La tr¨ªada energ¨¦tica se compone de China National Petroleum Corporation (Petrochina), dedicada a la exploraci¨®n y producci¨®n de crudo. Emplea a m¨¢s de 1,5 millones de personas (550.000 pertenecen a la filial Petrochina) y est¨¢ entre las cinco mayores del sector por capitalizaci¨®n burs¨¢til. Le siguen China Petroleum and Chemical Corp. (Sinopec), centrada en el negocio de refino y petroqu¨ªmico ¡ªentre las diez primeras del mundo por valor en Bolsa¡ª; y China National Offshore Oil Company (CNOOC), especializada en la explotaci¨®n de los yacimientos submarinos.
Las tres petroleras han protagonizado unas de las mayores y m¨¢s r¨¢pidas expansiones internacionales conocidas en la industria. Desde que el ex presidente Jiang Zemin declarara la ¡°pol¨ªtica de salir al exterior¡± en el 16 Congreso del PCCh en 2002, las petroleras chinas han desembarcado en m¨¢s de 30 pa¨ªses y por lo menos en 20 de ellos tienen importantes participaciones en operaciones de producci¨®n petrol¨ªfera.
La ¡°pol¨ªtica de salir al exterior¡± fue reforzada cinco a?os m¨¢s tarde, en el 17 Congreso del PCCh, por el entonces presidente Hu Jintao. El discurso fue el paso definitivo con el que China se entreg¨® a la globalizaci¨®n y supuso un nuevo impulso a la internacionalizaci¨®n de las empresas energ¨¦ticas, respaldadas con mayor ah¨ªnco por el Gobierno a trav¨¦s del apoyo financiero de los grandes bancos p¨²blicos, el Banco de Desarrollo de China (BDC), el Banco Industrial y Comercial de China (BICC), y el Banco de Exportaciones e Importaciones (Exim).
En esos a?os se dispar¨® tambi¨¦n la llamada ¡°diplomacia petrolera¡±, que puso el servicio exterior chino a disposici¨®n de las empresas energ¨¦ticas. Muchos expertos creen que esta pol¨ªtica demuestra que el Gobierno y el Comit¨¦ Central del partido siguen marcando la gran estrategia de las petroleras aun cuando ¨¦stas tengan cierta autonom¨ªa de gesti¨®n y financiera. Otros apuntan a que son las petroleras las que eligen sus objetivos exteriores y las que obligan al aparato pol¨ªtico y financiero p¨²blico a buscar los medios para facilitarles el camino. Parte de la expansi¨®n decidida por la tr¨ªada energ¨¦tica, sobre todo en los primeros tiempos (como las adquisiciones de Petrochina en Per¨² en 1992 y Sud¨¢n y Venezuela en 1996), se hizo sin la aprobaci¨®n previa del Politbur¨®. Las empresas decid¨ªan la operaci¨®n e informaban al Gobierno cuando las negociaciones estaban casi concluidas, seg¨²n un conocedor del sector chino que, como otros consultados, prefiere mantener el anonimato.
Con mayor o menor autonom¨ªa, hay situaciones que dejan claro el estrecho marco de relaci¨®n que subsiste entre el poder p¨²blico y la industria petrolera. Un ejemplo es la operaci¨®n entre Sinopec y la petrolera espa?ola Repsol en Brasil. Cuando en 2009 Sinopec sufri¨® un serio rev¨¦s en su cuenta de resultados ante la imposibilidad de subir los precios de los carburantes por orden del Gobierno, Su Shulin, el mandam¨¢s de la empresa por entonces, decidi¨® dar un golpe de tim¨®n con una gran operaci¨®n internacional. Sinopec protagoniz¨® entonces una de las mayores adquisiciones en el sector en 2010 con la compra a Repsol del 40% de sus activos energ¨¦ticos en Brasil por 7.100 millones de d¨®lares.
La jugada no solo dio a Sinopec una considerable participaci¨®n en uno de los proyectos petrol¨ªferos m¨¢s prometedores del pa¨ªs sudamericano, sino que permiti¨® a la firma china poner un pie en ese mercado de la mano de una empresa espa?ola ya conocida por el Gobierno brasile?o. Tras la operaci¨®n, muy bien valorada por el Ejecutivo de Pek¨ªn, Su Shulin fue designado vicesecretario del partido y gobernador de la provincia de Fujian, una de las m¨¢s pr¨®speras del pa¨ªs. La promoci¨®n de Su demuestra, para expertos como Erica Downs del Brookings Institution de EE?UU, que la c¨²pula del PCCh mantiene el control sobre los altos directivos de las empresas p¨²blicas y premia al dirigente que sabe conjugar el ¨¦xito empresarial con los intereses del partido: Su se abstuvo de subir los precios de los carburantes internamente, lo que hubiese incrementado el descontento popular, y al mismo tiempo cumpli¨® con el objetivo de ¡°salir al exterior¡± con una buena adquisici¨®n en una zona considerada prioritaria por el Ejecutivo.
Ante las dificultades para comprar activos petroleros en pa¨ªses como Rusia, Canad¨¢ o los del golfo P¨¦rsico, la industria petrolera china se ha centrado en regiones m¨¢s abiertas a sus inversiones como Am¨¦rica Latina y ?frica. La estrategia para copar esos mercados ha tenido tres patas: compras directas de activos energ¨¦ticos, cr¨¦ditos por petr¨®leo, y giras de los l¨ªderes chinos por los pa¨ªses productores de gas y crudo.
Las inversiones y contratos suscritos por empresas chinas en el extranjero superaron los 780.000 millones de d¨®lares en 2013, de los cuales 370.000 se destinaron al sector energ¨¦tico, seg¨²n la base de datos de la Heritage Foundation. No es f¨¢cil rastrear estas inversiones porque el grueso de los desembolsos procede de firmas constituidas por las grandes petroleras chinas en Hong Kong o los para¨ªsos fiscales del mar Caribe como las Islas V¨ªrgenes Brit¨¢nicas. A pesar de la opacidad, los datos de la Heritage Foundation dan buena muestra del aumento de los flujos de dinero chino hacia pa¨ªses ricos en recursos naturales de Am¨¦rica Latina (Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia, Colombia, Venezuela), ?frica Subsahariana (Nigeria, N¨ªger, Tanzania), y Asia Central (Kazajist¨¢n, Turkmenist¨¢n).
China quiere reducir dr¨¢sticamente su dependencia energ¨¦tica de los productores de Oriente Pr¨®ximo ¡ªm¨¢s de la mitad de su suministro procede de ese ¨¢rea geogr¨¢fica¡ª porque la ruta de transporte desde estos puntos hacia China necesariamente pasa por el estrecho de Malaca, un ¨¢rea bajo vigilancia militar estadounidense. Para asegurar esta ruta, el Gobierno de Pek¨ªn ha dise?ado una estrategia que consiste en construir bases navales o puestos de observaci¨®n en Pakist¨¢n, Sri Lanka y Myanmar, que permitir¨¢n a la Armada china de alta mar proteger a los buques tanque. A?adido a esto, China pretende aumentar las importaciones de crudo desde Am¨¦rica Latina a trav¨¦s del Pac¨ªfico y ampliar la red de oleoductos y gasoductos que conectan la regi¨®n aut¨®noma de Xinjiang con los pa¨ªses centroasi¨¢ticos ricos en hidrocarburos.
En paralelo a la adquisici¨®n de activos energ¨¦ticos, China ha desarrollado la estrategia del ¡°pr¨¦stamo por petr¨®leo¡±, un mecanismo que ha funcionado muy bien en pa¨ªses productores que se mantienen al margen de los circuitos tradicionales de financiaci¨®n internacional. Pek¨ªn da a estos gobiernos de pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo cr¨¦ditos blandos a cambio de garant¨ªas de suministro. Venezuela, Ecuador o Sud¨¢n se han comprometido a entregar a las petroleras chinas ingentes cantidades de su producci¨®n durante los pr¨®ximos a?os para saldar la deuda. Los cr¨¦ditos e inversiones suelen concretarse tras una gira del presidente chino, en la que generalmente va acompa?ado de altos cargos de las tres grandes petroleras. Entre 2009 y el a?o pasado, los sucesivos presidentes Hu Jintao y Xi Jinping realizaron cinco grandes giras por pa¨ªses latinoamericanos y africanos.
El objetivo del tr¨ªo petrolero chino y del PCCh sigue siendo la seguridad energ¨¦tica del pa¨ªs asi¨¢tico. Con este fin siempre en la mira, el aparato pol¨ªtico nunca ha dejado de tener un ojo sobre la gesti¨®n del negocio a pesar de que haya dado cierto margen de libertad a las petroleras. Las firmas son un fiel reflejo de la dualidad del sistema. Por un lado, las empresas son responsables sobre sus beneficios y p¨¦rdidas, desarrollan estrategias de inversiones, y hasta cotizan en las Bolsas de Hong Kong y Nueva York. Por el otro, al contrario que Exxon o BP, no est¨¢n presionadas para pagar dividendos a sus accionistas ni sus consejos de administraci¨®n eligen a sus directivos. El nombramiento de los responsables de las petroleras es potestad exclusiva del Politbur¨® y a menudo los ascensos y defenestraciones en las empresas responden a la necesidad del partido de recordar a la ¡°facci¨®n petrolera¡± qui¨¦n manda.
La ¡°facci¨®n petrolera¡± dentro del PCCh ha evolucionado desde los ejecutivos de la econom¨ªa planificada en los a?os ochenta, que s¨®lo hab¨ªan trabajado con sus pares de la antigua URSS, hasta los directivos con estudios superiores en universidades de Occidente y amplia experiencia internacional. Muchos observadores creen que la presencia cada vez mayor de estos profesionales, que tanto ocupan puestos en las empresas p¨²blicas como en el aparato pol¨ªtico, tender¨¢ a fortalecer su influencia en la econom¨ªa y a pluralizar al monol¨ªtico PCCh.
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