¡°Espero que la justicia de mi pa¨ªs condene a Uribe por delitos contra la humanidad¡±
El pol¨ªtico de izquierda denuncia la connivencia entre el procurador, que lo est¨¢ investigando, y el expresidente para hacer fracasar el proceso de paz con las FARC
En el marem¨¢gnum de v¨ªctimas en el que se ha convertido a Colombia tras m¨¢s de medio siglo de conflicto, Iv¨¢n Cepeda (Bogot¨¢, 1962) se ha erigido en la voz de quienes han sufrido la violencia de Estado. El asesinato de su padre, Manuel Jos¨¦ Cepeda, miembro del movimiento Uni¨®n Patri¨®tica, a manos de los paramilitares en 1994 llev¨® al actual representante en el Congreso colombiano del Polo Alternativo Democr¨¢tico, a iniciar una cruzada por el reconocimiento de los derechos de los afectados por los ataques de esos grupos ilegales y por llevar ante la justicia a sus integrantes y c¨®mplices. En ese empe?o, las investigaciones de Cepeda han puesto en el punto de mira al expresidente ?lvaro Uribe a quien denunci¨®, junto a su hermano, Santiago, y a otros colaboradores,? ante la Fiscal¨ªa que este mes de enero ha reabierto la investigaci¨®n por el supuesto v¨ªnculo de Uribe con los paramiliatres. El ex jefe de Estado contraatac¨®, demandando al dirigente de izquierdas ante la Corte Suprema de Colombia por abuso de funci¨®n p¨²blica, obstrucci¨®n a la justicia y calumnia, unos cargos similares por los que la Procuradur¨ªa colombiana ha iniciado otra investigaci¨®n contra Cepeda.
El pol¨ªtico y activista colombiano no est¨¢ dispuesto a seguir la misma suerte que el alcalde de Bogot¨¢, Gustavo Petro, a quien el procurador, Alejandro Ord¨®?ez, ha destituido de su cargo y, como Petro, el pasado 14 de diciembre solicit¨® medidas cautelares ante la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para suspender un procedimiento que podr¨ªa poner fin a su futuro pol¨ªtico. Cepeda ha cambiado la primavera eterna bogotana por el fr¨ªo cerval de Washington para informarse del estado de su solicitud ante el organismo de la OEA y defender el proceso de paz con las FARC en un foro sobre las negociaciones celebrado en la American University.
Pregunta. ?Qu¨¦ sensaciones tiene tras su encuentro con los responsables de la CIDH?
Respuesta. Yo conozco el Sistema Interamericano de Derechos Humanos desde hace tiempo. El caso de mi padre fue estudiado durante 15 a?os en la CIDH y algo s¨¦ de c¨®mo opera la Comisi¨®n y la Corte [en 2010, conden¨® al Estado colombiano por el asesinato de Manuel Jos¨¦ Cepeda]. Mi experiencia me ha ense?ado que cuando la CIDH no quiere tratar de un tema, sencillamente no demuestra ning¨²n inter¨¦s pero, en este caso, he advertido que ese inter¨¦s est¨¢ all¨ª y que la Comisi¨®n est¨¢ mostrando una preocupaci¨®n por lo que est¨¢ sucediendo y eso para m¨ª es un s¨ªntoma positivo.
Estoy totalmente convencido de que el procurador tiene un plan de actuaci¨®n para lesionar gravemente a la izquierda y a sus dirigentes"
P. ?Cree que la atenci¨®n que ha suscitado el caso Petro puede beneficiar su propia causa?
R. Una vez que el procurador comenz¨® a acelerar el proceso de mi investigaci¨®n tomamos la decisi¨®n inmediata de acudir al Sistema Interamericano, lo que pasa es que ha habido una coincidencia con relaci¨®n al momento en el que se ha producido la destituci¨®n e inhabilitaci¨®n del alcalde. Ahora, creo que es una feliz coincidencia y que lo que ocurra en el caso Petro puede marcar la situaci¨®n de mi caso.
P. La senadora Piedad C¨®rdoba, el alcalde Petro, usted mismo, son destacados representantes de la izquierda colombiana que se han visto afectados por las decisiones del procurador. ?Es coincidencia u obedece a la ideolog¨ªa pol¨ªtica del procurador, como sostienen sus detractores?
R. Estoy totalmente convencido de que el procurador tiene un plan de actuaci¨®n para lesionar gravemente a la izquierda y a sus dirigentes. Es cierto que ha sancionado a figuras pol¨ªticas de la derecha, pero en esos casos estas personas hab¨ªan sido condenadas antes por un juez. En el caso de los funcionarios y de los elegidos de izquierda no ha habido ninguna resoluci¨®n judicial previa, sino una decisi¨®n disciplinaria que no solamente se limita a sancionar, sino que decreta una especie de muerte pol¨ªtica al privar a las personas de cualquier posibilidad de ejercer puestos de poder pol¨ªtico.
P. ?Persigue el procurador, como tambi¨¦n defienden sus cr¨ªticos, lesionar el proceso de paz al investigar a los miembros de la izquierda favorables a las negociaciones?
R. ?Claro que busca lesionar el proceso! El procurador ha sido muy expl¨ªcito al manifestar su animadversi¨®n al proceso de paz, incluso ha amenazado con investigar disciplinariamente a los miembros del Gobierno que est¨¢n dialogando con la guerrilla en la mesa de La Habana. Su intenci¨®n es buscar, de una u otra forma, obstruir y en lo posible romper el proceso. Yo creo que ¨¦l hace parte de un bloque o un frente de personas que no quisieran ver la posibilidad de un ¨¦xito de las conversaciones de paz.
Entre el procurador y Uribe hay una alianza para acabar con la posibilidad de un cambio en Colombia"
P. El expresidente Uribe es una de las principales voces en contra del proceso negociador con la guerrilla de las FARC ?Insin¨²a una connivencia entre el procurador y Uribe para hacer fracasar el di¨¢logo?
R. No es un secreto que en Uribe le propuso al procurador que renunciara y que fuera el candidato a la presidencia de la derecha. As¨ª que no, estas no son ni especulaciones ni intuiciones. All¨ª hay una alianza para acabar con la posibilidad de un cambio en Colombia.
P. ?C¨®mo cree que la reconciliaci¨®n entre Uribe y el expresidente Andr¨¦s Pastrana, ambos contrarios al proceso de paz, puede afectar a la gesti¨®n de un potencial postconflicto, de alcanzarse un acuerdo con la guerrilla?
R. Yo creo que se le debe prestar atenci¨®n a este tipo de alianzas pol¨ªticas de la derecha y tambi¨¦n a si act¨²an dentro de la legalidad y emplean m¨¦todos l¨ªcitos para controvertir lo que se est¨¢ haciendo o si emplean otro tipo de mecanismos. El expresidente Uribe se ha caracterizado por, cuando las cosas no le funcionan en el plano legal o por las v¨ªas constitucionales, emplear otras al margen, como ya ha hecho en este proceso de paz, como cuando en su cuenta de Twitter revel¨® las coordenadas de una operaci¨®n militar en la que se iba a habilitar la salida del pa¨ªs de unos de los comandantes guerrilleros a La Habana. Son situaciones que muestran que la derecha que encabeza el expresidente Uribe est¨¢ dispuesta a hacer todo y a utilizar cualquier clase de m¨¦todos para atraves¨¢rsele a este proceso de paz.
Disputas con Uribe
P. Usted ha denunciado a Uribe ante la fiscal¨ªa de su pa¨ªs por sus supuesta relaci¨®n con los grupos paramilitares y ante la Corte Penal Internacional por persecuci¨®n pol¨ªtica a ra¨ªz del espionaje que sufri¨® por parte de los servicios de inteligencia de su pa¨ªs durante su mandato. ?Cree que el expresidente podr¨ªa acabar siendo juzgado por delitos de lesa humanidad?
R. Yo espero que sea la justicia colombiana la que condene a Uribe por delitos de lesa humanidad. Nosotros cumplimos con la tarea de defensores de derechos humanos que consiste en entregar a la fiscal¨ªa de manera met¨®dica y paciente todas aquellas evidencias, documentos, declaraciones y pruebas que muestran, no uno, sino una infinidad de hechos que cubren toda la historia pol¨ªtica del exgobernador, excongresista, y expresidente ?lvaro Uribe V¨¦lez. En todas esas circunstancias, en distintos momentos de su vida, aparecen hechos supremamente preocupantes, nexos con narcotraficantes, con paramilitares, abuso de sus funciones, desviaci¨®n de recursos del Estado para su beneficio y el de sus familiares... En alg¨²n momento, ese tipo de hechos que se acumulan en una monta?a gigantesca tendr¨¢n que producir alg¨²n resultado.
La derecha que encabeza el expresidente Uribe est¨¢ dispuesta a hacer todo y a utilizar cualquier clase de m¨¦todos para atraves¨¢rsele a este proceso de paz"
P. Muchos en Colombia sostienen que el asesinato del padre del expresidente Uribe por las FARC es lo que explica el rencor que el mandatario muestra hacia la guerrilla y su negativa a dialogar con ella. ?Podr¨ªa extrapolarse esta especie de psicoan¨¢lisis a su propio caso y a su obstinaci¨®n por denunciar los abusos de los paramilitares?
R. Yo perdon¨¦ al Estado colombiano por el asesinato de mi padre en una sesi¨®n solemne y no lo hice como un acto de simple diplomacia. Yo acuso al expresidente Uribe con relaci¨®n a circunstancias de tiempo, modo y lugar que pueden ser demostradas. As¨ª que aqu¨ª no hay ninguna cruzada vengativa de un hu¨¦rfano, sino una situaci¨®n en la cual una figura pol¨ªtica y un defensor de los derechos humanos, como soy yo, act¨²a frente a un caso concreto.
P. Se le recrimina de que s¨®lo reivindique los derechos de las v¨ªctimas de los paramilitares y no los de las guerrillas.
R. Yo soy una v¨ªctima del Estado colombiano y como tal me he reivindicado y he creado un movimiento nacional [Movimiento de V¨ªctimas y Cr¨ªmenes de Estado] porque ellas son las v¨ªctimas realmente discriminadas. Ser reconocido como v¨ªctima del Estado colombiano nos ha costado, no digo esfuerzos, sino vidas humanas. Ahora, no he vacilado tambi¨¦n en defender a otras v¨ªctimas, cuando as¨ª se ha requerido y he participado en operaciones humanitarias para que las FARC liberen a los secuestrados. He denunciado a las FARC y al ELN cuando ha sido necesario y, en general, con relaci¨®n a todos los hechos de violencia he expresado una condena. Pero yo estoy ubicado en una situaci¨®n concreta.
Negociaciones con las FARC
P. ?Qu¨¦ diferencia a este proceso de paz de otros anteriores?
R. Una decisi¨®n y una voluntad de ambos, de la guerrilla y del Gobierno, de llegar a este prop¨®sito que ha mostrado ser perseverante y que creo que va a culminar definitivamente con un acuerdo por primera vez en nuestra historia contempor¨¢nea.
P. ?Por qu¨¦ hay que creer ahora en la palabra de unas FARC que no han entregado las armas y que, en el pasado, han demostrado que han empleado otras negociaciones similares para rearmarse?
He denunciado a las FARC y al ELN cuando ha sido necesario y, en general, con relaci¨®n a todos los hechos de violencia he expresado una condena, pero yo estoy ubicado en una situaci¨®n concreta"
R. No se trata de un asunto simplemente de creencias sino de los hechos. Y los hechos de este proceso son que por primera vez hay una agenda, que hay una conversaci¨®n en torno a asuntos concretos, que de esa agenda se ha llegado a dos acuerdos parciales y que la guerrilla ha venido dando pasos que son verificables. Ha dicho que va a renunciar al secuestro y, tal vez se produzcan algunos, pero en buena parte ha renunciado a esa industria.
P. ?Es conveniente que en La Habana el Gobierno est¨¦ negociando con la guerrilla asuntos de Estado que deber¨ªan debatirse en el Congreso, como el problema rural o el narcotr¨¢fico?
R. La guerra en Colombia no ha existido de manera caprichosa durante tantas d¨¦cadas. Tiene unas causas pol¨ªticas y sociales y dos de ellas fundamentales son la inmensa desigualdad, la aberrante desigualdad que hay en el campo y el hecho de que en Colombia no se ha podido ejercer la oposici¨®n pol¨ªtica sin que se presenten cr¨ªmenes, persecuciones e incluso la desaparici¨®n de todo un movimiento pol¨ªtico, la Uni¨®n Patri¨®tica. As¨ª que, si eso no se resuelve, ser¨¢ muy dif¨ªcil pensar o imaginar que se acabe la guerra.
La izquierda unida en Colombia debe ser un sujeto fundamental para la construcci¨®n de una transici¨®n en Colombia"
P. Si se llega a un acuerdo, parte del mismo deber¨¢ ser desarrollado en el Parlamento, en un Senado en el que estar¨¢n usted y el expresidente Uribe ?Se ve trabajando con ¨¦l en ese ¨¢mbito?
R. En el estado actual no hay una voluntad para contribuir por parte del sector que representa Uribe a construir la paz. Ahora, si en el d¨ªa de ma?ana deciden entrar en la construcci¨®n de la paz y renunciar a los m¨¦todos que se han utilizado, reconocen las responsabilidades y los cr¨ªmenes que se han cometido, ser¨¢ posible construir un consenso nacional para llegar a la paz, por supuesto.
P. Parece que el presidente Juan Manuel Santos vaya a ganar las elecciones casi por inercia ante la falta de un candidato opositor con suficiente respaldo popular y la atomizaci¨®n de la izquierda colombiana. ?Podr¨¢ esa izquierda llegar unida a pr¨®ximas citas electorales y convertirse en una alternativa seria?
R. Eso es fundamental, lo he pedido de muchas formas y en muchas oportunidades, no s¨®lo como una opci¨®n para presentarse a las elecciones sino para la construcci¨®n de una posguerra, de una transici¨®n en Colombia. La izquierda unida y fortalecida debe ser un sujeto fundamental de ese proceso.
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