Ginebra II

?Supondr¨¢ la llamada reuni¨®n de Ginebra II un giro en la horrible tragedia que padece el pueblo sirio? Nada es menos seguro, tan alejada es la postura de unos y de otros. Sin embargo, lo que es cierto es que el tribunal ante el que ser¨¢n juzgados los participantes en este conflicto ensangrentado son los 130.000 muertos, los 500.000 heridos, los 2,4 millones de refugiados, todos v¨ªctimas de una guerra civil que ha pervertido una revuelta democr¨¢tica leg¨ªtima. El clan dirigido por Bachar el Asad es el principal culpable de este crimen de masas. Pero los yihadistas, los islamistas conservadores y otras pandillas de voluntarios fanatizados cargan asimismo con una pesada responsabilidad.

Ginebra II constituye, bajo los auspicios de la comunidad internacional, el primer encuentro entre representantes del poder y miembros de la oposici¨®n. Ninguno de los participantes en este encuentro es neutral. A ambos extremos, EE UU y Rusia poseen la clave del conflicto. Tambi¨¦n est¨¢n Europa, impotente; Arabia Saud¨ª y Qatar, actores de la guerra; Ir¨¢n y Turqu¨ªa, que apoyan o a el Asad o a los rebeldes. El poder sirio considera este conflicto como ¡°una agresi¨®n terrorista venida del extranjero¡±. Por su parte, la oposici¨®n no quiere una soluci¨®n que mantendr¨ªa a el Asad en el poder, ni siquiera de manera transitoria. Estas dos actitudes no pueden servir de base para la negociaci¨®n, tanto m¨¢s cuanto que la oposici¨®n ha perdido mucho terreno y que rusos y americanos est¨¢n ya confabulados, pues lo que les interesa es la integraci¨®n de Ir¨¢n en el sistema de seguridad regional.

Ser¨¢, por tanto, dif¨ªcil hacer admitir a los protagonistas sirios que no puede haber vencedores ni vencidos. La soluci¨®n es pol¨ªtica, no militar. Es una evidencia irrefutable que la destrucci¨®n del Estado sirio precipitar¨ªa la creaci¨®n de un nuevo Irak y la expansi¨®n del caos, ya incontrolable, en toda la regi¨®n, pudiendo comportar una confrontaci¨®n cruzada donde estar¨ªan implicados L¨ªbano e Israel. ?Quiere esto decir que hay que salvar a el Asad so pretexto de mantener en pie lo que queda del Estado sirio? Por supuesto que no. El objetivo debe ser expulsarlo del poder buscando una soluci¨®n transitoria que permita organizar su salida. Este habla de organizar elecciones. ?No deber¨ªa la comunidad internacional tomarle la palabra? ?Por qu¨¦ no ponerse de acuerdo sobre un alto el fuego bajo el control de la ONU y la organizaci¨®n de elecciones democr¨¢ticas bajo supervisi¨®n internacional? ?Hay que esperar todav¨ªa a que los extremistas de ambos bandos masacren a miles de inocentes para llegar a esta soluci¨®n de sentido com¨²n?