¡°En Brasil es la sociedad la que sirve al Estado y no al rev¨¦s¡±
Uno de los mejores antrop¨®logos brasile?os analiza la situaci¨®n politica del gigante suramericano y asegura que el partido gobernante no ha cumplido con las promesas de honestidad
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Roberto Da Matta (Niter¨®i, 1936), uno de los m¨¢s prestigiosos antrop¨®logos brasile?os, analiza el momento por el que atraviesa su pa¨ªs en este a?o electoral. El autor de obras fundamentales como ?Qu¨¦ es Brasil?, La casa y la calle: espacio, ciudadan¨ªa, mujer y muerte en Brasil o Carnavales, malandros y h¨¦roes, cl¨¢sicos todos de la antropolog¨ªa urbana, en los que ha interpretado el qu¨¦ y el c¨®mo de Brasil, afirma que el gigante suramericano, en una encrucijada econ¨®mica, social y pol¨ªtica, tiene ¡°un partido en el poder que promet¨ªa un gobierno honesto y avanzado, pero que que ha hecho justo lo opuesto". Por razones de salud, Da Matta contest¨® por email a las preguntas de EL PA?S.
Pregunta: Se cumplen 10 a?os de la publicaci¨®n de ?Qu¨¦ es Brasil? ?Qu¨¦ ha cambiado desde entonces??Qu¨¦ corregir¨ªa?
Respuesta: No corregir¨ªa nada porque mi objetivo en aquel libro no fue "definir" o "explicar" Brasil, sino caracterizarlo o interpretarlo. Quien quiera entender Brasil tendr¨¢ que analizarlo desde la dicotom¨ªa o la oposici¨®n que existe entre la casa y la calle, considerar el trabajo como un castigo y no como un valor como ocurre en el mundo moderno, europeo y americano, y ver las fiestas como una riqueza, como algo positivo, lo mismo que ocurre con la comida.
P. ?Por qu¨¦ desde fuera se ve a Brasil con tanta simpat¨ªa?
Brasil pas¨® de monarqu¨ªa a rep¨²blica sin abandonar la jerarqu¨ªa y la desigualdad?
R. Porque es un pa¨ªs que uni¨® a pueblos distintos, pese a que existen separaciones. De una forma muy desigual, a buen seguro, pero la segregaci¨®n no se hizo desde las instituciones. Pasamos de ser una naci¨®n basada en una econom¨ªa esclavista a la libertad, pero sin guerra civil como Estados Unidos. Conciliamos o construimos puentes entre posiciones extremadas e irreconciliables que nos hacen, a la vez, impacientes y pacientes. Brasil no ha protagonizado tampoco guerras imperialistas sistem¨¢ticas en sus fronteras y siempre ha puesto el ¨¦nfasis en aquello que un¨ªa a las disttintas clases y estratos sociales: la m¨²sica, la playa, el cuerpo, la sensualidad, el baile, el carnaval y, en el siglo XX, el f¨²tbol. Creo que esos "defectos" contribuyen, parad¨®jicamente, a despertar esos sentimientos de simpat¨ªa mundial. Somos maestros de las relaciones personales y maestros en deshonestidad p¨²blica cuando estamos en el gobierno.
P. ?Brasil vive una crisis de madurez? ?De cansancio, despu¨¦s del ¨¦xito? ?Cu¨¢les ser¨ªan los motivos de ese malestar y de esa incertidumbre que parecen palpables?
El Brasil es m¨¢s impaciente que pasivo en lo que concierne al gobierno
R. Tenemos una enorme disfunci¨®n entre instituciones que funcionan muy bien (como el sistema bancario, las comunicaciones y la prensa) y un Estado que no se corresponde o no responde con eficacia a las nuevas demandas. Hace m¨¢s de una d¨¦cada que el partido en el poder [el Partido de los Trabajadores, PT, centroizquierda] que promet¨ªa un gobierno honesto y avanzado ha hecho lo opuesto.
P. Parece que las protestas de junio de 2013 cambiaron el humor de los brasile?os. ?Cree que ese esp¨ªritu influir¨¢ en las elecciones legislativas y presidenciales de octubre, que se articular¨¢ o se consolidar¨¢ de alguna forma?
De la dictadura, queda? la arrogancia de quien ocupa cargos en el Estado
R. Ciertamente, influir¨¢n. Todo depender¨¢ de los meses venideros y del proyecto que presente la oposici¨®n.
P. En casi diez meses se elige un presidente. ?Cu¨¢les son las atribuciones que debe tener para liderar un pa¨ªs tan grande y diverso?
R. Pienso que lo ideal en Brasil es tener un presidente (mujer u hombre) capaz de lidiar bien con las crisis. Cosa que Dilma Rousseff no tiene. Es m¨¢s, esperamos un presidente en el poder coherente con ciertos valores. Y la democracia liberal, que pocos entienden en el mundo ib¨¦rico en general, no es algo f¨¢cil, porque somete a todos a un mismo conjunto de reglas y es una afrenta formal contra la premisa aristocr¨¢tica y jer¨¢rquica que rige en Brasil y en toda Latinoam¨¦rica.
P. ?C¨®mo ve a la sociedad civil? ?A¨²n la ve articulada y compacta?
R. Es uno de los pocos pa¨ªses del mundo con una sola lengua y un solo sistema de valores. Y ese es un patrimonio incre¨ªble y poderoso.
P. A un extranjero le llama la atenci¨®n la reverencia al poder, p¨²blico y privado. ?A qu¨¦ lo atribuye?
R. Entre otras razones, como afirmo en mi obra, est¨¢ que Brasil pas¨® de la monarqu¨ªa a la rep¨²blica sin abandonar la jerarqu¨ªa y la desigualdad. Hoy, sufrimos las dificultades de ese dilema que, a veces, se revela sin m¨¢scaras.
P. Usted escribi¨® en La casa y la calle que hab¨ªa una dicotom¨ªa en Brasil entre el espacio p¨²blico y el privado. ?Contin¨²a con ese pensamiento?
R. Ese es el mayor problema del pa¨ªs. En Brasil, es la sociedad la que sirve al Estado y no al rev¨¦s, como ser¨ªa de esperar en una rep¨²blica.
P. ?Cu¨¢l ser¨ªa el pecado original de Brasil?
R. El dilema de no escoger de modo m¨¢s claro la igualdad, la descentralizaci¨®n y la educaci¨®n como valores fundamentales.
P. ?Estamos ante un pa¨ªs bipolar, triste y festivo? ?Un pa¨ªs que celebra el sexo, pero es machista y conservador?
R. Es m¨¢s festivo y confiado que triste. Hoy es m¨¢s sexista que machista. Es m¨¢s impaciente que que pasivo en lo que concierne al gobierno y a sus administradores p¨²blicos y sus pol¨ªticas.
P. Jorge Amado dije que era "un pa¨ªs no racista, con racistas".?Est¨¢ de acuerdo? Lo es?
R. Es un pa¨ªs racista sin segregaci¨®n. Tenemos muchos prejuicios, pero no legislamos sobre y a favor de esos prejuicios. De ah¨ª la observaci¨®n de Jorge Amado.
P. Casi treinta a?os despu¨¦s del final de la dictadura, ?qu¨¦ queda de ella, si es que a¨²n queda algo?
R. Quedan la arrogancia de quien ocupa cargos en el Estado, la certeza de ciertas ¨¦lites en el poder de que son ellas la que tienen las soluciones, el gusto por f¨®rmulas gastadas y viejas y una inmensa ignorancia sobre lo que es una democracia igualitaria.
P. Usted es un gran aficionado al f¨²tbol, ?qu¨¦ suceder¨ªa si se repitiera el "Maracanazo" en este Mundial?
R. No creo que eso vaya a ocurrir.
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