Se reaviva la guerra de las telecomunicaciones en M¨¦xico

Las acusaciones entre Televisi¨®n Azteca, la segunda mayor empresa de televisi¨®n abierta en M¨¦xico, y Dish, la segunda firma de televisi¨®n privada, han subido de tono en la ¨²ltima semana. Este es uno de los s¨ªntomas de la tensi¨®n que comienza a registrarse en la industria mexicana de las telecomunicaciones, que se encuentra a la espera de la legislaci¨®n secundaria de la reforma constitucional en la materia que impuls¨® el gobierno de Enrique Pe?a Nieto a mediados de 2013 y que tiene como objetivo regular el sector, debilitar los monopolios y fomentar la competencia.

Este lunes directivos de Tv Azteca, propiedad de Ricardo Salinas Pliego, presentaron una denuncia ante el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel, el ¨®rgano regulador) para revocar la concesi¨®n a Dish, propiedad de Multivisi¨®n, de Joaqu¨ªn Vargas. La televisora se ha quejado de que la empresa de televisi¨®n privada toma las se?ales de sus dos canales abiertos ¡°de manera furtiva¡± y ha demandado la intervenci¨®n del Ifetel para corregir la supuesta anomal¨ªa.

¡°A partir de esta denuncia se declarar¨¢ de forma muy n¨ªtida el hecho de que Telmex y Dish son un mismo grupo empresarial y que, por lo tanto, independientemente de otros argumentos, no procede que se favorezcan del beneficio de gratuidad en la retransimisi¨®n de las se?ales de televisi¨®n abierta¡±, dijo este lunes Eduardo Ruiz, de Televisi¨®n Azteca.

Aunque esta es una pugna solo entre dos compa?¨ªas refleja la din¨¢mica de una industria donde otros dos gigantes tiene gran peso: Televisa, de Emilio Azc¨¢rraga y Am¨¦rica M¨®vil, del magnate Carlos Slim.

Am¨¦rica M¨®vil es l¨ªder en telefon¨ªa m¨®vil con Telcel y telefon¨ªa fija con Telmex, que concentra el 85% del sector. Este grupo podr¨ªa interesarse en alguno de los canales de televisi¨®n que se licitar¨¢n, un mercado dominado por Televisa, que acapara el mercado abierto y el 80% de la televisi¨®n privada a trav¨¦s de Sky. La compa?¨ªa de Emilio Azc¨¢rraga, a su vez, quiere probar suerte en la industria de la telefon¨ªa con Iusacell, donde tiene el 50% de las acciones. La otra mitad es propiedad de Televisi¨®n Azteca.

La pugna entre Azteca y Dish hace referencia a los t¨¦rminos must carry y must offer, conceptos que han generado pol¨¦mica en la industria y que obligan a las empresas de televisi¨®n abierta, Televisa y Tv Azteca entre ellas, a ceder las se?ales que tengan m¨¢s del 50% de cobertura en el pa¨ªs a las compa?¨ªas de televisi¨®n privada. Las televisoras se han quejado de que esto les representa p¨¦rdidas millonarias pues han dejado de cobrar por se?ales que antes vend¨ªan para ser retransmitidas en sistemas de paga.

Esta medida entr¨® en vigor en septiembre de 2013 como parte de la reforma de telecomunicaciones, un paquete de modificaciones constitucionales para transformar la industria y permitir mayor competencia. La reforma fue ideada en la mesa de negociaciones del Pacto por M¨¦xico e impulsada por los partidos de oposici¨®n. El Congreso la vot¨® en junio de 2013 y debi¨® haber aprobado su legislaci¨®n secundaria para el 9 de diciembre, cosa que hasta la fecha no ha sucedido.

La falta de regulaci¨®n secundaria, que detallar¨¢ muchas de las operaciones del sector, ha generado zonas grises. Los apoderados de Televisi¨®n Azteca argumentan que Dish debi¨® de haber esperado hasta que existieran estas normativas para utilizar sus se?ales. ¡°TV Azteca est¨¢ consciente de que existe la ley de gratuidad, pero deben cumplir algunos requisitos, y ninguno lo cumple Dish¡±, se?al¨® Eduardo Ruiz, director de Asuntos Regulatorios de la televisora. Otros funcionarios de esta empresa aseguran que la se?al ¡°debe ser tomada con el permiso¡± de Azteca.

Dish ha respondido a los se?alamientos asegurando que no existen otras formas de interpretar la ley. ¡°La retransmisi¨®n de se?ales con m¨¢s del 50% de cobertura en el pa¨ªs era obligatoria¡±, dijo Peter Bauer, apoderado legal de la empresa al portal econ¨®mico CNN Expansi¨®n.

De esta forma comienzan a darse uniones estrat¨¦gicas y formarse bandos que pelean por mantener su estatus en una industria que sufrir¨¢, a lo largo de 2014, un proceso de transformaci¨®n y regulaci¨®n nunca antes visto en M¨¦xico.