Colombia y ?frica: unidos por una taza de caf¨¦
Productores colombianos y africanos buscan la receta del mejor ¡°caf¨¦ bajo sombra¡±, de gran sabor y amable con el medio ambiente
?Caf¨¦ de Colombia o caf¨¦ de ?frica? Seg¨²n los conocedores, cada cual tiene sus virtudes, y las preferencias por uno o por otro dependen del paladar de cada consumidor. Lo concreto es que Colombia y las nacionescafeteras de ?frica figuran entre los 10 mayores productores del mundo y, de un tiempo a esta parte, est¨¢n aunando esfuerzos para producir una mejor taza de caf¨¦, y con beneficios que van mucho m¨¢s all¨¢ de su gran sabor.
La historia de este matrimonio de ideas se origina al otro lado del Atl¨¢ntico, cuando unos productores de caf¨¦ de Ruanda y Burundi empiezan a explorar c¨®mo lograr buena calidad del grano sin descuidar el medio ambiente. En otras palabras buscaban un caf¨¦ bueno por donde se le mire: con sostenibilidad del cultivo a largo plazo, con potencial para el turismo rural y con bienestar de quienes se dedican a su producci¨®n.
Por eso no resulta extra?o que al poco tiempo se interesaran en el llamado ¡°eje cafetero¡± en el centro de Colombia, una regi¨®n de verdes intensos y hermosas monta?as, que fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.
¡°Toda una vida¡± de caf¨¦
Para llegar a la finca de Fabiola Vega, en el departamento del Valle del Cauca, hay que hacerlo en un Jeep ¡°Willys¡±. El legendario veh¨ªculo -originalmente dise?ado para la guerra- es el ¨²nico con la fuerza y la resistencia necesarias para subir por las estrechas carreteras serpenteantes de estas monta?as.
A sus 65 a?os, Fabiola cuenta que su experiencia con el caf¨¦ es la de ¡°toda una vida¡±, mientras muestra con orgullo las ¡°cerezas¡± (frutas del caf¨¦) que comienzan a madurar bajo los platanales y otros ¨¢rboles de generosa sombra, que ayudan a evitar plagas, a ahorrar fertilizantes y a producir un caf¨¦ de primera calidad.
Adem¨¢s del cultivo del caf¨¦, y con la asesor¨ªa de una fundaci¨®n especializada en proyectos sostenibles, en la finca se cr¨ªa ganado vacuno y se siembran unos 600 ¨¢rboles al a?o para reforestar el lugar. Estos otros productos -adem¨¢s de los turistas que llegan a esta regi¨®n atra¨ªdos por su belleza - significan m¨¢s fuentes de ingresos para los caficultores.
¡°En este lote no echo nada. Vive as¨ª como lo est¨¢ viendo, uno va reforestando y con la misma hojarasca, yo abono¡±, le explica Fabiola a un grupo de visitantes poco usual: caficultores y expertos en caf¨¦ de tres pa¨ªses africanos:Burundi, Ruanda y Etiopia.
Tradici¨®n cafetera
Aparte del clima tropical, una topograf¨ªa monta?osa, y de haber padecido conflictos armados, estas naciones tambi¨¦n tienen en com¨²n con Colombia el ser grandes productoras de caf¨¦.
Sin embargo, del otro lado del Atl¨¢ntico, los m¨¦todos son diferentes. En Etiop¨ªa, pa¨ªs donde se origin¨® el caf¨¦, todav¨ªa se encuentran cafetales silvestres en los bosques, pero en Ruanda y Burundi, por ejemplo, el cultivo de caf¨¦ en sombra apenas est¨¢ comenzando. Mientras en Colombia, donde hay alrededor de 560 mil familias cafeteras es una tradici¨®n centenaria, a pesar de que durante algunos a?os se alent¨® el cultivo bajo sol.
En Burundi, la mitad de sus casi 9 millones de habitantes dependen del caf¨¦, y todav¨ªa se cultiva bajo sol. ¡°Y con los cambios clim¨¢ticos, hemos visto que con las sequ¨ªas la producci¨®n baja¡±, explica Jumaine Hussein, consultor del Banco Mundial en manejo de recursos naturales.
Colombia produjo en 2013 m¨¢s de 650 millones de kilos de caf¨¦. Cerca de 40% del ¨¢rea total de siembra es caf¨¦ bajo sombra. El objetivo de la visita de la delegaci¨®n africana fue venir a conocer personalmente las experiencias exitosas de producci¨®n de caf¨¦ que respetan el medio ambiente y contribuyen a mejorar el paisaje y las condiciones de vida de sus productores.
Un buen sistema
¡°Una de las cosas m¨¢s interesantes que he visto en Colombia es la combinaci¨®n de cultivos, el hecho de asociar pl¨¢tano y caf¨¦. Es un sistema que funciona muy bien¡±, dice Joseph Bigirimana, del consejo agr¨ªcola de Ruanda, donde medio mill¨®n de personas viven del caf¨¦ -en muchos casos como monocultivo- y donde la producci¨®n de pl¨¢tanos est¨¢ muy desarrollada.
En su finca cafetalera cerca de Pijao, en el departamento de Qu¨ªndio, y con su machete colgado a la cintura, Ricardo D¨ªaz explica que ¡°la ventaja (de tener diferentes cultivos) es que le cae menos plagas al pl¨¢tano. Los otros ¨¢rboles sirven para conservar el suelo y la sombra¡±. D¨ªaz tambi¨¦n cultiva aguacates y maderas preciosas, como el nogal, con el apoyo de un programa de producci¨®n rural.
Al final del recorrido, los visitantes de los tres pa¨ªses africanos se fueron con una lecci¨®n aprendida. ¡°Voy a animar a los miembros de nuestra asociaci¨®n a sembrar otros cultivos para que tengan m¨¢s beneficios¡±, dijo Th¨¦opiste Nyiramahoro, la presidenta de la Uni¨®n de Cooperativas de Caficultores de Kirehe, en el este de Ruanda.
Pero como en todo intercambio, los colombianos tambi¨¦n tienen la oportunidad de aprender de sus colegas africanos. De modo que no parece estar lejana la fecha en la que una misi¨®n de caficultores y expertos colombianos desembarque en alg¨²n paisaje similar a este, pero en el continente africano.
Isabelle Schaeffer es productora online del Banco Mundial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.