La OEA, incapaz de mostrar una postura un¨¢nime sobre Venezuela
La violencia en el pa¨ªs muestra la fractura en el seno de la organizaci¨®n Manifestantes a favor y en contra de Maduro se concentran frente a su sede en
Mientras frente a la sede de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) en Washington la centena de manifestantes, partidarios y detractores del Gobierno que preside Nicol¨¢s Maduro,?mostraban el cisma social que se vive en Venezuela, dentro del edificio, sus Estados miembros evidenciaban la fractura existente en el seno del organismo regional, incapaz de encontrar una respuesta un¨¢nime a la violencia que se vive en el pa¨ªs sudamericano, desatada con la manifestaci¨®n estudiantil del pasado 12 de febrero. El debate, est¨¦ril en cuanto a efectos pr¨¢cticos porque no se vot¨® resoluci¨®n ninguna al no estar incluido el conflicto venezolano en el orden del d¨ªa, dej¨® constancia de la divisi¨®n que el chavismo suscita en el continente.
Fue Estados Unidos quien sac¨® a colaci¨®n la situaci¨®n de violencia en Venezuela, en un movimiento muy poco habitual por parte de su delegaci¨®n, poco dada a promover propuestas en la OEA y, mucho menos, relacionadas con los pa¨ªses del ALBA para evitar dar p¨¢bulo a sus acusaciones de imperialismo. En los ¨²ltimos a?os, EE UU no ha acudido a la OEA para ventilar sus inquietudes hemisf¨¦ricas pero, en esta ocasi¨®n, parece que Washington ha decidido optar por esta v¨ªa para abordar la crisis venezolana en un intento de recuperar su voz en Am¨¦rica Latina -ahogada tras la ¨²ltima cumbre de la CELAC en La Habana-, y por contentar a la bancada republicana, ¨¢vida de que EE UU ofrezca una respuesta contundente al chavismo y que cuestiona la eficacia de la OEA.
El debate, est¨¦ril en cuanto a efectos pr¨¢cticos, dej¨® constancia de la divisi¨®n que el chavismo suscita en el continente
La embajadora estadounidense ante el organismo, Carmen Lomellin, solicit¨® a ambas partes a ¡°trabajar para restaurar la calma¡± y pidi¨® al Gobierno venezolano que ¡°respetara la libertad de expresi¨®n y el derecho de reuni¨®n pac¨ªfica y la seguridad de todos los ciudadanos¡±. A diferencia del secretario de Estado, John Kerry, Lomellin no responsabiliz¨® expresamente al Ejecutivo de Maduro de las agresiones, una cautela premeditada para tratar de amainar la r¨¦plica de su hom¨®logo venezolano. Tampoco cit¨® la Carta Democr¨¢tica Interamericana, que es la que permitir¨ªa activar medidas en el pa¨ªs venezolano y por lo que abogaban los manifestantes antichavistas que se congregaban a las puertas de la sede y que han remitido sendas cartas al secretario general de la organismo, Jos¨¦ Miguel Insulza, y a los embajadores al respecto.
El embajador de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton, sin embargo, respondi¨® con la ret¨®rica ¨¢gil y ¨¢cida que le caracteriza. En un discurso plagado de referencias hist¨®ricas a la intromisi¨®n ¡°del imperio¡± ¨Cnunca aludi¨® espec¨ªficamente a EE UU- en asuntos de Am¨¦rica Latina y del resto del mundo, Chaderton se refiri¨® a las protestas de los ¨²ltimos d¨ªas como ¡°un golpe de Estado callejero y medi¨¢tico que ha generado el aquelarre m¨¢s tenebroso por parte de la comunidad internacional¡±.
Washington ha decidido optar por la OEA para abordar la crisis venezolana en un intento de recuperar su voz en Am¨¦rica Latina, ahogada tras la ¨²ltima cumbre de la CELAC en La Habana
A la petici¨®n de di¨¢logo de EE UU, Chaderton respondi¨® asegurando que el ¡°Gobierno chavista permanece abierto a hablar con el sector democr¨¢tico de la oposici¨®n, entre la legitimidad y la legalidad y la disidencia responsable¡±, en un claro gui?o al ala opositora que representa el excandidato presidencial, Henrique Capriles, cuyo liderazgo ha sido eclipsado estos ¨²ltimos d¨ªas por la emergencia de Leopoldo L¨®pez y Mar¨ªa Corina Machado, los dirigentes opositores que abogan por las protestas en la calle como estrategia para derrocar a Maduro.
Las intervenciones de los embajadores que se sucedieron tras el discurso de Chaderton fueron un espejo de los comunicados que, en los ¨²ltimos d¨ªas, han emitido los distintos l¨ªderes de Am¨¦rica Latina y organismos regionales, como Mercosur y la CELAC, y que ha llamado la atenci¨®n sobre la divisi¨®n de opiniones que la situaci¨®n en Venezuela genera en la regi¨®n, una discordia que hace a?os que ha echado ra¨ªces en la OEA y que demuestra que, pese a que muchos la consideren superflua o ineficaz, es el ¨²nico organismo que, al aglutinar a todos los pa¨ªses del hemisferio, permite tomar el pulso geopol¨ªtico y estrat¨¦gico del continente.
Pese a que muchos la consideren superflua o ineficaz, la OEA es el ¨²nico organismo que, al aglutinar a todos los pa¨ªses del hemisferio, permite tomar el pulso geopol¨ªtico y estrat¨¦gico del continente
Todos los pa¨ªses llamaron al di¨¢logo entre las partes, pero la extensi¨®n y el ¨¢mbito del mismo variaron. Canad¨¢ y Panam¨¢ se alinearon con EE UU; Ecuador, Bolivia y Nicaragua insistieron en calificar las protestas de los ¨²ltimos d¨ªas de ¡°intento de golpe de Estado¡±; Chile y M¨¦xico ofrecieron una reacci¨®n tibia, como la manifestada por sus respectivos Gobiernos en las ¨²ltimas horas; el embajador de Colombia, Andr¨¦s Gonz¨¢lez, reiter¨® las declaraciones de su presidente, Juan Manuel Santos, pero fue muy tajante con la denuncia del trato dispensado a los colombianos, se?alando que, en 2013, Venezuela hab¨ªa deportado a 2.500 compatriotas; Argentina fue el portavoz de Mercosur y defendi¨® por igual el respeto a la libertad de expresi¨®n y a la soberan¨ªa popular, puesta en jaque, de acuerdo con su embajadora, Nilda Garr¨¦, por las protestas. Tanto Argentina como Costa Rica pidieron una investigaci¨®n de las muertes en Venezuela.
Washington, espejo de las calles de Venezuela
La reuni¨®n en la OEA termin¨® sin consenso, decepcionando a los venezolanos que esperaban afuera reclamando de la organizaci¨®n una respuesta contundente ante la violencia en su pa¨ªs. Alrededor de un centenar de antichavistas vestidos de negro ¨C"guardamos luto por los estudiantes de nuestro pa¨ªs", explicaban- se congregaron desde media ma?ana frente a la sede de la organizaci¨®n con banderas de Venezuela y pancartas en apoyo a Leopoldo L¨®pez, encarcelado desde el d¨ªa anterior.
¡°En Venezuela se est¨¢ dando la batalla por la libertad de Am¨¦rica¡±, se?alaba Carlos Brise?o, agente de bienes ra¨ªces que lleva 20 a?os en Washington y cuya familia reside en su pa¨ªs. A su alrededor, j¨®venes estudiantes, parejas, expatriados se mostraban esperanzados de que, esta vez s¨ª, las manifestaciones en Venezuela pudieran derrocar al chavismo. ¡°Esto no es m¨¢s que el inicio y el despertar del pueblo venezolano, es el inicio de un proceso que va a terminar, tarde o temprano, con un proceso electoral, ya sea por la renuncia de Maduro o con una revocatoria¡±, aseguraba Luis Pati?o, un venezolano que lleg¨® a EE UU hace 11 a?os.
Del otro lado de la calle, otros compatriotas ¨Cmenores en n¨²mero- defend¨ªan al Gobierno de Maduro y su legitimidad. ¡°Ganamos el 14 de abril y mejoramos nuestros resultados en las municipales, la mayor¨ªa del pueblo venezolano dio un respaldo al chavismo y la espalda a la ultraderecha¡±, defend¨ªa, enardecida, Carolina Rodr¨ªguez. A su lado, dos hombres, que no se quisieron identificar, aseguraban que quienes se manifestaban enfrente ¡°estaban pagados por EE UU y la CIA¡±.
Las manifestaciones a favor y en contra del Gobierno de Maduro se est¨¢n replicando en el resto del mundo ¨Cel s¨¢bado hay convocadas concentraciones de detractores del chavismo en medio centenar de ciudades estadounidenses- y este mi¨¦rcoles encontraron eco en Washington. Una resonancia que se reeditaba a nivel regional en el interior de la OEA.
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