La tregua de las maras salvadore?as contin¨²a, seg¨²n los mediadores

¡°La tregua entre las pandillas salvadore?as se mantiene; es lo que nos han expresado los l¨ªderes pandilleros a nosotros los mediadores, a Monse?or Fabio Colindres y a mi persona. Decir lo contario me parece una declaraci¨®n temeraria por parte de las autoridades¡±, manifest¨® a EL PA?S, el excomandante guerrillero Ra¨²l Mijango, otro de los mediadores con las temibles bandas conocidas ya mundialmente como maras.

Las autoridades locales han afirmado que la tregua ya no est¨¢ vigente debido a la escala de los homicidios en los ¨²ltimos meses. Cuando se inici¨® el tambi¨¦n conocido "proceso de pacificaci¨®n¡±, en marzo de 2012, el promedio de homicidios baj¨® de 14 a 5,5? al d¨ªa. Poco a poco, ese promedio aument¨® a 6, 7 y, en la actualidad, se encuentar en 8,5 asesinatos diarios, en su mayor¨ªa atribuibles a ¡°pugnas y purgas¡± entre las maras Salvatrucha y Barrio 18. Socialmente, tampoco ha disminuido la percepci¨®n del temor a las pandillas, que contin¨²an con las? extorsiones y desaparici¨®n de sus v¨ªctimas, que luego son localizadas en cementerios clandestinos.

Eso ha motivado las recientes declaraciones de los m¨¢s altos mandos de la Seguridad P¨²blica en el sentido de que la tregua entre las maras era un proceso agotado o pr¨¢cticamente inexistente debido al incremente de los homicidios en los ¨²ltimos meses. ¡°No podemos asegurar realmente si la tregua entre esos grupos ha finalizado porque no somos part¨ªcipes; nosotros, por ley, perseguimos el delito. No hemos cambiado nuestros planes antidelincuenciales¡±, asegur¨® el subdirector de la Polic¨ªa Nacional Civil (PNC), Mauricio Ram¨ªrez Landaverde, quien fue enf¨¢tico en decir que ¡°existen amplias zonas en el territorio nacional en las que nunca cesaron ni los homicidios ni las extorsiones de las pandillas¡±.

Ram¨ªrez Landaverde sostiene que en los departamentos o provincias de la regi¨®n oriental (San Miguel, La Uni¨®n, Moraz¨¢n y Usulut¨¢n), as¨ª como en la regi¨®n central (La Paz y Cuscatl¨¢n) y en algunos municipios de San Salvador ¡°no ha habido ninguna conducta que nos oriente en decir que estos grupos han disminuido o eliminado su participaci¨®n en hechos delincuenciales. En algunos lugares s¨ª se han reducido o han cesado los asesinatos y las extorsiones, pero no lo atribuimos a la declaraci¨®n de la tregua¡±.

En contraste a lo que manifiesta el jefe policial, Mijango explica que ¡°los ¨²nicos que pueden clausurar la tregua son los jefes de las pandillas, que son quienes le dieron vida a este proceso. Ellos nos han expresado su voluntad de continuar con este esfuerzo. Pero vale decir que el proceso tiene problemas generados por las mismas autoridades de Seguridad Publica, porque en lugar de cooperar para que este proceso siga adelante, se han dedicado a sabotearlo¡±.

¡°Durante los primeros 15 meses de la tregua, los homicidios bajaron a 5,5 diarios. No obstante, se mantiene en 8,5 diarios, lo que es a¨²n significativo en comparaci¨®n a otras ¨¦pocas¡±, afirma Mijango, quien reitera que las actuales autoridades de Seguridad P¨²blica ahora niegan la mediaci¨®n o facilitaci¨®n entre los l¨ªderes que est¨¢n presos y los que est¨¢n en las calles, no permiten a Monse?or Colindres y a Mijango el acceso al interior de las c¨¢rceles y la polic¨ªa tienen una ¡°actitud guerrerista¡± contra los pandilleros.

¡°Y reafirmo: para resolver el problema de la violencia en El Salvador, se requiere no s¨®lo de una tregua, sino del involucramiento de todos los sectores de la vida nacional y del acompa?amiento de la comunicad internacional para darle la sustentabilidad que el proceso necesita¡±, apunt¨® finalmente Mijango.

La tregua en el terreno

El sacerdote de origen espa?ol Antonio Rodr¨ªguez - conocido como Padre To?o - es el p¨¢rroco de una iglesia cat¨®lica del municipio de Mejicanos, en la periferia de San Salvador. All¨ª funciona un Centro de Servicio Social Pasionista que tiene un exitoso programa de prevenci¨®n de la violencia y de reinserci¨®n de pandilleros. ¡°Lo m¨¢s hermoso que se ha dado es que hay lugares donde se combina la tregua con programas de reinserci¨®n. Es nuestro caso: aqu¨ª, en mi zona, ¨Cantes considerada una de las m¨¢s letales de El Salvador- hoy podemos decir que hay tranquilidad. Han disminuido los asesinatos y trabajamos para que disminuyan las extorsiones¡±.

¡°El gran problema que existe a nivel nacional es que no hay pol¨ªticas claras de prevenci¨®n, rehabilitaci¨®n y reeducaci¨®n. Estas solo se dan en algunas localidades. Es por eso que la tregua se ha debilitado y contin¨²an los hechos delincuenciales. Contrario a ello nosotros impulsamos elementos b¨¢sicos para la prevenci¨®n: proceso psicosocial y espiritual; el di¨¢logo, la formaci¨®n y el empleo, as¨ª como la reconstrucci¨®n del tejido social comunitario, y es por eso que la violencia en mi zona ha disminuido¡±, seg¨²n el Padre To?o.