Sol¨ªs no se f¨ªa: ¡°La campa?a en Costa Rica no ha terminado¡±
El candidato opositor quiere evitar que la decisi¨®n de Araya de apartarse de la carrera presidencial debilite su mandato
La decisi¨®n del candidato oficialista Johnny Araya de no buscar la victoria en la segunda vuelta de las elecciones que se disputar¨¢n el 6 de abril en Costa Rica ha dejado el camino libre a su contendiente, Luis Guillermo Sol¨ªs. El problema es que Sol¨ªs no se f¨ªa y no da la batalla por ganada.?
El candidato del Partido Acci¨®n Ciudadana (PAC), que antes fung¨ªa de analista pol¨ªtico en los medios que ahora escriben sobre esta coyuntura ins¨®lita en la pol¨ªtica costarricense, se sacude de cualquier t¨ªtulo de ¡°presidente electo¡±, ¡°virtual presidente¡± ni ¡°casi presidente¡±, como dijo este mi¨¦rcoles tras analizar por cuatro horas el anuncio de Araya de no participar m¨¢s en la campa?a. ¡°Yo soy candidato presidencial, la campa?a electoral en Costa Rica no ha terminado¡±, respondi¨® Sol¨ªs con toda la contundencia posible, antes de anunciar que pedir¨¢ votos con m¨¢s ah¨ªnco que nunca.
Esta es la reacci¨®n recelosa de Luis Guillermo Sol¨ªs tras el anuncio repentino de Araya y de cara a los comicios de abril, que se deben celebrar por obligaci¨®n constitucional con los dos candidatos m¨¢s votados de la primera ronda, el 2 de febrero. La papeleta llevar¨¢ la cara de Sol¨ªs y la de Araya, quieran o no y los 3,1 millones de electores podr¨ªan hacer ganador al oficialista, pero esto no es lo que preocupa al candidato del PAC, que conf¨ªa en que Araya ya no es su adversario.
¡°Ahora el enemigo es el abstencionismo¡±, se?al¨® Sol¨ªs consciente de que una contienda sin contendor puede alejar a los electores de las urnas y darle un mandato d¨¦bil para sustituir a Laura Chinchilla el 8 de mayo para los pr¨®ximos cuatro a?os. Ya en febrero la abstenci¨®n fue de 31,8% a pesar de la campa?a re?ida entre 13 candidatos. Sol¨ªs fue el ganador, pero con solo el 31% de los votos v¨¢lidos (sin blancos ni nulos), lo que equivale solamente a uno de cada cinco ciudadanos costarricense.
El 20% del electorado apoy¨® a Sol¨ªs y no podr¨¢ contar con m¨¢s de trece esca?os enla Asamblea Legislativa, de 57 posibles. Una baja afluencia en las urnas ser¨ªa un grillete para el gobierno que pretende impulsar Sol¨ªs, cuyo plan de gobierno se centra en el combate a la corrupci¨®n, acabar con la pobreza extrema (7% de la poblaci¨®n) y la reducci¨®n de la desigualdad social, sin descuidar el desarrollo econ¨®mico, como teme un sector de la clase empresarial y como ha criticado Johnny Araya.?
Para Sol¨ªs, el anuncio de Araya , adem¨¢s de ser un agravio para un pa¨ªs que exalta su tradici¨®n democr¨¢tica en las urnas, es ¡°una estratagema¡±, como ha dicho en la ma?ana del jueves en una entrevista con la emisora de radio ADN. As¨ª lo ve, como una jugarreta para falsearle el triunfo en apariencia inevitable. Lo dice basado en la lectura cuidadosa del discurso de Araya: va a recorrer el pa¨ªs antes del 6 de abril para ¡°agradecer el apoyo¡± y ya no llama a ejercer el voto, que en Costa Rica es obligatorio. Dice que ser¨¢ l¨ªder en oposici¨®n, pese a las innegables luchas intestinas que le complicaron el manejo de la campa?a al partido m¨¢s grande del pa¨ªs.
Hasta el momento, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) ha manifestado que mantendr¨¢ su campa?a de llamado al voto y todos los preparativos parala elecci¨®n. Tambi¨¦nla presidenta Laura Chinchillaexpres¨® su preocupaci¨®n por el efecto que estos incidentes pueden detener en el clima econ¨®mico y las inversiones, aunque conf¨ªa en la solidez del sistema pol¨ªtico para garantizar una normal transici¨®n al pr¨®ximo gobierno.
Costa Rica ha una sola vez un balotaje, en 2002 en la que ir¨®nicamente el perdedor fue Rolando Araya, hermano del actual candidato oficialista. En esa ocasi¨®n la abstenci¨®n pas¨® de 31,2% en primera vuelta, similar a los comicios de este febrero, a un 39% en segunda ronda. Sol¨ªs no ha mencionado a¨²n un porcentaje de participaci¨®n electoral ideal para considerarse con una legitimidad aceptable, pero no se quita de su atuendo un broche que muestra un viejo lema del PAC ¡°sal¨ª a votar¡±.San Jos¨¦. Ahora el adversario es la abstenci¨®n electoral. El oficialista Johnny Araya ha tirado la toalla y le ha dejado el camino libre hacia la victoria en la segunda vuelta, este 6 de abril, pero a Luis Guillermo Sol¨ªs le preocupa el tama?a de esa victoria.
El candidato del Partido Acci¨®n Ciudadana (PAC), que antes fung¨ªa de analista pol¨ªtico en los medios que ahora escriben sobre esta coyuntura ins¨®lita en la pol¨ªtica costarricense, se sacude de cualquier t¨ªtulo de ¡°presidente electo¡±, ¡°virtual presidente¡± ni ¡°casi presidente¡±, como dijo este mi¨¦rcoles tras analizar por cuatro horas el anuncio de Araya de no participar m¨¢s en la campa?a. ¡°Yo soy candidato presidencial, la campa?a electoral en Costa Rica no ha terminado¡±, respondi¨® con toda la contundencia posible, antes de anunciar que pedir¨¢ votos con m¨¢s ah¨ªnco que nunca.
Esta es la reacci¨®n recelosa de Luis Guillermo Sol¨ªs tras el anuncio repentino de Araya y de cara a los comicios del 6 de febrero, que se deben celebrar por obligaci¨®n constitucional con los dos candidatos m¨¢s votados de la primera ronda, el 2 de febrero. La papeleta llevar¨¢ la cara de Sol¨ªs y la de Araya, quieran o no y los 3,1 millones de electores podr¨ªan hacer ganador al oficialista, pero esto no es lo que preocupa al candidato del PAC, que conf¨ªa en que Araya ya no es su adversario.
¡°Ahora el enemigo es el abstencionismo¡±, se?al¨® Sol¨ªs consciente de que una contienda sin contendiente puede alejar a los electores de las urnas y darle un mandato d¨¦bil para sustituir a Laura Chinchilla el 8 de mayo para los pr¨®ximos cuatro a?os. Ya en febrero la abstenci¨®n fue de 31,8% a pesar de la campa?a re?ida entre 13 candidatos. Sol¨ªs fue el ganador, pero con solo el 31% de los votos v¨¢lidos (sin blancos ni nulos), lo que equivale solamente a uno de cada cinco ciudadanos costarricense.
El 20% del electorado apoy¨® a Sol¨ªs y no podr¨¢ contar con m¨¢s de trece esca?os en la Asamblea Legislativa, de 57 posibles. Una baja afluencia en las urnas ser¨ªa un grillete para el gobierno que pretende impulsar Sol¨ªs, cuyo plan de gobierno se centra en el combate a la corrupci¨®n, acabar con la pobreza extrema (7% de la poblaci¨®n) y la reducci¨®n de la desigualdad social, sin descuidar el desarrollo econ¨®mico, como teme un sector de la clase empresarial y como ha criticado Johnny Araya.
Para Sol¨ªs, el anuncio de Araya , adem¨¢s de ser un agravio para un pa¨ªs que exalta su tradici¨®n democr¨¢tica en las urnas, es ¡°una estratagema¡±, como ha dicho en la ma?ana del jueves en una entrevista con la emisora de radio ADN. As¨ª lo ve, como una jugarreta para falsearle el triunfo en apariencia inevitable. Lo dice basado en la lectura cuidadosa del discurso de Araya: va a recorrer el pa¨ªs antes del 6 de abril para ¡°agradecer el apoyo¡± y ya no llama a ejercer el voto, que en Costa Rica es obligatorio. Dice que ser¨¢ l¨ªder en oposici¨®n, pese a las innegables luchas intestinas que le complicaron el manejo de la campa?a al partido m¨¢s grande del pa¨ªs.
Hasta el momento, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) ha manifestado que mantendr¨¢ su campa?a de llamado al voto y todos los preparativos para la elecci¨®n. Tambi¨¦n la presidenta Laura Chinchilla expres¨® su preocupaci¨®n por el efecto que estos incidentes pueden detener en el clima econ¨®mico y las inversiones, aunque conf¨ªa en la solidez del sistema pol¨ªtico para garantizar una normal transici¨®n al pr¨®ximo gobierno.
Costa Rica ha vivido una sola vez un balotaje, en 2002 en la que ir¨®nicamente el perdedor fue Rolando Araya, hermano del actual candidato oficialista. En esa ocasi¨®n la abstenci¨®n pas¨® de 31,2% en primera vuelta, similar a los comicios de este febrero, a un 39% en segunda ronda. Sol¨ªs no ha mencionado a¨²n un porcentaje de participaci¨®n electoral ideal para considerarse con una legitimidad aceptable, pero no se quita de su atuendo un broche que muestra un viejo lema del PAC: ¡°sal¨ª a votar¡±.
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