Men¨² indigesto en Bruselas
Lo que permite a Renzi hacer ya lo que Rajoy pospone es que Italia ha reducido ya su d¨¦ficit hasta el ansiado 3% del PIB
![Alejandro Bola?os](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Ffeea00e5-b137-42b1-ba1b-f5ebf33d151f.png?auth=bfe8b0a84668bb5389bc2cc6006bab5ee7b912875154facd406e86599ce27674&width=100&height=100&smart=true)
![El primer ministro de Italia, Matteo Renzi.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/R2EGLKBAAPHX2TYJ3DK5VIY4TY.jpg?auth=c45d447895d988baac3834d6f5690b6bf891bc97e94654e391f180b41a774849&width=414)
Hace apenas una semana, la Comisi¨®n Europea se?alaba a Italia como el nuevo enfermo de la zona euro, y le prescrib¨ªa la receta habitual: austeridad, no ya para contener el d¨¦ficit, sino para rebajar cuanto antes la voluminosa deuda p¨²blica (133% del PIB); y reformas, para levantar la renqueante productividad y, a medio plazo, el crecimiento y el empleo. Bajar impuestos es siempre una decisi¨®n agradecida, pero adem¨¢s del respaldo popular, el primer gran gesto econ¨®mico de Matteo Renzi, pareci¨® prestar m¨¢s atenci¨®n a otro mensaje que Bruselas tambi¨¦n dio, aunque en clave muy menor: el riesgo inminente de que la recuperaci¨®n no despegue, el consumo siga bloqueado y los precios se estanquen, a tiro de piedra de la deflaci¨®n.
Lo que permite a Renzi hacer ya lo que el Gobierno de Mariano Rajoy pospone ¡ªbajar impuestos para paliar la catarata de recargos fiscales con los que se afrontaron los enormes agujeros presupuestarios legados por la crisis¡ª es que Italia ha reducido ya su d¨¦ficit p¨²blico hasta el ansiado 3% del PIB (el espa?ol sigue en el 6,5%). La cuesti¨®n es que, para Bruselas, en el caso italiano, la reducci¨®n del d¨¦ficit debe proseguir a buen paso hasta convertirse en super¨¢vit (excluido el gasto en intereses), para empezar a bajar la deuda p¨²blica cuanto antes. Pero el primer ministro italiano demostr¨® este mi¨¦rcoles que lo que es prioridad para la Comisi¨®n Europea, no lo es para ¨¦l.
La rebaja de impuestos se concentra en tributos directos (al trabajador y a la empresa), lo que contribuye a perfilar el sistema fiscal hacia donde recomienda la Comisi¨®n: m¨¢s impuestos indirectos (el IVA pas¨® del 21% al 22% en octubre), menos directos. En todo lo dem¨¢s, Renzi, m¨¢s preocupado por reactivar el crecimiento ¡ªla previsi¨®n es que el PIB italiano crezca este a?o la mitad que el espa?ol¡ª, hizo o¨ªdos sordos a las recetas comunitarias.
Porque el primer ministro italiano aclar¨® que no piensa proseguir con el recorte del d¨¦ficit (hasta el 2,6% este a?o), lo que le da margen para compensar parte de la ca¨ªda de ingresos asociada a la bajada de impuesto. Porque, adem¨¢s, fue muy expl¨ªcito en detallar las bajadas de impuestos, pero no de d¨®nde van a salir los recortes de gastos ¡ªm¨¢s all¨¢ de nuevos ajustes en contratos militares¡ª que deber¨ªan evitar un repunte del d¨¦ficit m¨¢s all¨¢ del 3%. Porque lo que se ahorra en gasto de intereses por la mejora del mercado tampoco se destinar¨¢ a reducir el d¨¦ficit. Y porque el grueso de la nueva reforma laboral, que tambi¨¦n estaba anunciada, se emplaza al Parlamento.
De la reforma laboral, Renzi solo adelant¨® que limitar¨¢ por decreto la duraci¨®n de los contratos temporales (tres a?os), pero no exigir¨¢ causa para hacerlos ¡ªlo que anticipa un aumento de este tipo de contrataci¨®n a corto plazo¡ª y simplificar¨¢ los contratos de aprendizaje. En suma, el primer ministro italiano ha parado el reloj del ajuste presupuestario, ha primado las bajadas de impuestos sobre los recortes de gastos, y ha condicionado el grueso de la reforma laboral al respaldo parlamentario, en Italia siempre incierto. Muy del gusto de Bruselas no parece.
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