La Liga ?rabe afronta en Kuwait sus crecientes divisiones internas

Los jefes de Estado o de Gobierno de los 22 miembros de la Liga ?rabe se re¨²nen hoy martes en Kuwait en su 25? cumbre. Esta cita, que se hizo anual a partir de 2001, siempre ha sido un escaparate de las diferencias pol¨ªticas entre sus integrantes. Pero en esta ocasi¨®n, la suma de conflictos regionales, desde el desacuerdo sobre Egipto a la guerra civil en Siria, pasando por el enfrentamiento diplom¨¢tico entre Arabia Saud¨ª y Catar, plantea una dificultad casi insuperable a su objetivo de ofrecer una imagen sino de unidad, al menos de entendimiento.

El propio ministro kuwait¨ª de Asuntos Exteriores, el jeque Sabah Jaled al Sabah, reconoci¨® la semana pasada durante una conferencia de prensa que la cumbre se celebraba ¡°en circunstancias muy delicadas¡±. El inalcanzable objetivo de agradar a todos hace que sus debates y conclusiones queden muy alejados de las preocupaciones de los 370 millones de personas a los que en principio representan.

Para empezar, tres a?os despu¨¦s de haber suspendido al r¨¦gimen de Damasco a causa de la violencia utilizada contra la revuelta popular, a¨²n no se ha entregado su silla a la Coalici¨®n Nacional, tal como se acord¨® en Doha el a?o pasado. Aunque su l¨ªder, Ahmad al Jarba, ha sido invitado a dirigirse al plenario, el retraso refleja en buena medida las diferencias que el grupo suscita entre el resto de los miembros.

Otro motivo de contenci¨®n es Egipto, donde el golpe de Estado militar que el a?o pasado depuso al presidente Mohamed Morsi ha sido apoyado por Arabia Saud¨ª, Emiratos ?rabes Unidos (EAU) y Kuwait, pero condenado por Catar. Esas posiciones son fruto de la distinta relaci¨®n que cada uno de esos pa¨ªses mantiene con los Hermanos Musulmanes, a cuya organizaci¨®n pertenece Morsi.

La reciente retirada de los embajadores de Arabia Saud¨ª, Emiratos ?rabes Unidos y Bahr¨¦in de Doha ¡°a?ade otra capa de dificultad al esfuerzo de la Liga ?rabe para alcanzar un consenso sobre las crisis regionales¡±, escrib¨ªa ayer Hugh Naylor en el peri¨®dico emirat¨ª The National. Esos pa¨ªses acusan a su socio en el Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo (CCG) de apoyar a esa cofrad¨ªa que, aunque fundada en Egipto, tiene simpatizantes en todo el mundo ¨¢rabe.

¡°No espero que nos vayamos de Kuwait con las partes convencidas de que se ha resuelto la situaci¨®n porque la herida es profunda¡±, admiti¨® ayer el ministro egipcio de Exteriores, Nabil Fahmy. ¡°Incluso si llegamos a una [soluci¨®n], lo que es improbable, todos necesitamos un tiempo para convertirla en un compromiso real y dar los pasos que reflejen un cambio de pol¨ªtica¡±, a?adi¨® en un inusitado ejercicio de realismo.

En el estilo habitual de la Liga ?rabe, sus ministros de Exteriores aseguraron el pasado domingo que, a pesar de las diferencias, se hab¨ªan puesto de acuerdo en el borrador de las resoluciones que deber¨¢n adoptar los participantes.

¡°No hubo tensi¨®n alguna en la reuni¨®n. De hecho, el pa¨ªs anfitri¨®n, Kuwait, ha suavizado las relaciones¡±, asegur¨® el ministro iraqu¨ª de Exteriores, Hoshyar Zebari, con su talante conciliador. Seg¨²n su versi¨®n de la sesi¨®n preparatoria, no se mencion¨® la retirada de los embajadores, ni hubo asuntos controvertidos. ¡°La atm¨®sfera fue muy positiva¡±, subray¨® Zebari.

Tal vez como ha declarado el ministro argelino de Exteriores, Ramtan Lamamra, la clave est¨¦ en que ¡°no todos los asuntos se discuten en el plenario; algunos se debaten en los pasillos, fuera de los focos¡±.

Sin embargo, las ausencias a la cumbre rebajan de antemano su alcance. Aunque la inasistencia de cuatro jefes de Estado se atribuye a su salud, resulta significativo que quien va a sustituir al rey Abdal¨¢ de Arabia Saud¨ª no sea su heredero sino su ministro de Exteriores y que en lugar del jeque Jalifa de Abu Dhabi acuda el emir de Fujaira, uno de los miembros menores de EAU. Tampoco asisten ni el sult¨¢n de Om¨¢n, ni los reyes de Bahr¨¦in y Marruecos.

Para Kuwait no deja de ser una afrenta que s¨®lo uno de sus socios del CCG, Catar, est¨¦ representado al m¨¢ximo nivel por su joven emir. El jeque Tamin Bin Hamad Bin Jalifa al Thani, que accedi¨® al poder tras la sorprendente abdicaci¨®n de su padre en junio del a?o pasado, se estrenar¨¢ en esta cumbre, aunque ya pudo conocer de cerca la mec¨¢nica durante la celebrada en 2013 en Doha.