Los n¨¢ufragos de la antigua URSS
Crimea se suma al grupo de territorios rusos no reconocidos por Naciones Unidas
Tras la anexi¨®n rusa, Crimea se suma al grupo de territorios legados por la Uni¨®n Sovi¨¦tica, cuyas realidades pol¨ªticas y militares sobre el terreno no son reconocidas por la ONU ni encajan en los mapas trazados tras la desintegraci¨®n del imperio. La integraci¨®n en Rusia no podr¨¢ proteger a Crimea de algunos de los problemas que afectan al Alto Karabaj, Abjazia, Osetia del Sur y el Transdnistria, los cuatro n¨¢ufragos de la URSS (otrora denominados ¡°conflictos congelados¡±) que se conectan con el mundo por cordones umbilicales estrechos.
El pago con tarjetas de cr¨¦dito occidentales y las transferencias al extranjero son operaciones complicadas en los territorios ¡°n¨¢ufragos¡±, donde no operan las multinacionales de la hamburguesa o la pizza ni las l¨ªneas a¨¦reas internacionales. La poblaci¨®n local, ducha en identidades m¨²ltiples, emplea pasaportes armenios, georgianos, rusos (repartidos generosamente en ¨¦poca de Vlad¨ªmir Putin), moldavos, ucranianos, seg¨²n el caso, para viajar fuera de su entorno. Los ¡°n¨¢ufragos¡± no tienen dominios de Internet, ni moneda, con excepci¨®n del rublo de Transdnistria. El rublo ruso circula en Abjazia y Osetia del Sur y el dram armenio en el Alto Karabaj.
El apoyo ruso es clave para la supervivencia de Abjazia y Osetia del Sur, que se independizaron unilateralmente de Georgia, y tambi¨¦n de Transdnistria, zona industrial poblada sobre todo por eslavos, que en el pasado fue ucrania y que se rebel¨® contra la pol¨ªtica prorumana de Moldavia. El Alto Karabaj, controlado por armenios, pertenece jur¨ªdicamente a Azerbay¨¢n y es objeto de un litigio entre Yerev¨¢n y Bak¨².
El apoyo ruso es clave para Abjazia
En conjunto, los cuatro ¡°n¨¢ufragos¡± suman algo m¨¢s de 21.000 kil¨®metros cuadrados y m¨¢s de un mill¨®n de personas. Sus agravios afloraron en la perestroika, la fallida reforma de la URSS, emprendida por Mija¨ªl Gorbachov en los ochenta del pasado siglo. El origen de los conflictos est¨¢ en el arbitrario trazado de las divisiones administrativas de la URSS y en la estructura jer¨¢rquica escalonada de aquel Estado, comparable con las matrioshkas o mu?ecas rusas.
Solo las 15 rep¨²blicas federadas (las unidades de rango superior) fueron aceptadas en la ONU. Desbordada por la crisis de Yugoslavia a principios de los noventa, la comunidad internacional no entr¨® en detalles sobre los nuevos Estados postsovi¨¦ticos. Los problemas persisten casi un cuarto de siglo desp¨²es. A la incomprensi¨®n cultural o ¨¦tnica se a?aden las tensiones de la guerra fr¨ªa, cuyos protagonistas no quieren ceder ni un palmo de su esfera de influencia. En Mosc¨², Bruselas o Washington, los intereses geoestrat¨¦gicos tienen prioridad sobre el bienestar de los habitantes de los territorios hu¨¦rfanos.
Algunos foros para tratar los conflictos desaparecieron forzados por las circunstancias. La OSCE est¨¢ implicada en el Alto Karabaj (Grupo de Minsk, integrado por Francia, EE?UU y Rusia) y en el Transdnistria (¡°Mecanismo 5 +2¡±, formado por Ucrania, Rusia, EE<EN>UU, UE, OSCE, m¨¢s las dos partes en conflicto). La ONU y la OSCE abandonaron Abjazia y Osetia del Sur despu¨¦s de que Mosc¨² reconociera su independencia en 2008. La UE est¨¢ presente con una misi¨®n fronteriza entre el Moldavia y Transdnistria y Ucrania (EUBAM) y otra, observadora (EUMM) basada en Tbilisi y no autorizada a entrar en Abjazia y Osetia del Sur.
Comenzando en 1988 en el Alto Karabaj, en todas estas regiones hubo episodios violentos o guerras con un balance conjunto de miles de muertos. Excepto en Transdnistria, los conflictos produjeron oleadas de refugiados. Los ¨¦xodos, intensos en el pasado siglo, continuaron en agosto de 2008, en el caso de los georgianos residentes en Osetia del Sur, tras fracasar el intento de Georgia de someter por la fuerza a los separatistas. Hoy Rusia tiene bases militares en Abjazia y Osetia del Sur y un contingente militar y tropas pacificadoras en Transdnistria.
La anexi¨®n de Crimea produce turbulencias que se reflejan en los cuatro territorios. Las m¨¢s peligrosas parecen afectar a Transdnistria, ya que, por temor a una invasi¨®n rusa, Ucrania impide cruzar su frontera a los ciudadanos rusos que habitan en aquella zona independentista. Putin ha mencionado el tema a su hom¨®logo norteamericano Barak Obama y ha insistido en que defender¨¢ los intereses rusos en el extranjero.
No tienen dominios de Internet ni moneda propia, salvo Transdnistria
En septiembre de 2006 Transdnistria celebr¨® un refer¨¦ndum en el que el 97% de los participantes se declar¨® a favor de incorporarse a Rusia. El l¨ªder de Transdnistria, Igor Smornov, manifestaba entonces que el refer¨¦ndum se celebr¨® "cuando recibimos una se?al de que Rusia no dejar¨ªa a sus ciudadanos en la estancada". Mosc¨² no reaccion¨® a aquella consulta, con un planteamiento muy parecido a la del 16 de marzo en Crimea. Bas¨¢ndose en la presencia de 200.000 ciudadanos rusos, los dirigentes de Transdnistria piden ahora al Kremlin que los incorpore a Rusia como lo ha hecho con Crimea. Pero, para ello, Rusia necesitar¨ªa permiso de Ucrania o un corredor, algo que, sobre el tel¨®n de fondo de movimientos de tropas rusas y agitaci¨®n prorusa en Ucrania, provoca temor por la seguridad de la zona de Odessa.
Rusia ignor¨® las declaraciones del presidente de Osetia del Sur, Eduard Kokoiti, que en 2008, pidi¨® la uni¨®n a aquel territorio a Osetia del Norte (regi¨®n de Rusia poblada tambi¨¦n por osetios). Rusia dio una se?al al pueblo de Crimea de que si hac¨ªan un refer¨¦ndum para incorporarse a Rusia, los aceptar¨ªa. En el caso de Osetia del Sur, ¡°Mosc¨² no ha dado ninguna se?al¡±, afirma Dmitri Med¨®ev, embajador de Osetia del Sur en Mosc¨².
En Abjazia se teme que Georgia se refuerce y se vincule m¨¢s con la OTAN. Pese a la protecci¨®n de las bases rusas, algunos sectores nacionalistas abjazos se inquietan por la posibilidad de una quinta columna en Gali, una zona controlada por Abjazia pero poblada por georgianos.
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